Gobierno-ONU: ¿un cortocircuito superable? | El Nuevo Siglo
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Miércoles, 4 de Marzo de 2020
Redacción Nacional

El más reciente desencuentro fue por el informe de Derechos Humanos que entregó el organismo, en el cual el Estado quedó mal parado

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En medio de la polémica generada los últimos días por el informe de la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos en Colombia que, entre otras, reseña que se incrementaron las masacres y hay decenas de asesinatos de líderes sociales, además, pide que el manejo de la policía pase al Ministerio del Interior, lo cual fue replicado vehementemente por el Gobierno nacional. Ayer, el procurador general Fernando Carrillo hizo un llamado al diálogo que les permita resolver sus diferencias y facilitar el trabajo del organismo.

Carrillo Flórez señaló que como en “todas las disputas en la vida hay que sentarse en una mesa y civilizadamente establecer un diálogo para corroborar cuáles son los desencuentros entre el Gobierno y la ONU. Lo único que no es dable ni pensable es creer que esto se soluciona expulsando a Naciones Unidas del territorio colombiano”.

El Procurador General precisó que hay aspectos sobre el manejo del orden público que hacen parte de la soberanía nacional, pero también, consideraciones del organismo multilateral que ve con preocupación algunas cosas que están pasando en Colombia, “y es en el equilibrio, en el diálogo tranquilo como se pueden solucionar este tipo de impases”, señaló.

Tras conocerse el pasado viernes dicho informe por parte de la ONU, el presidente Duque reaccionó  “me parece que es una intromisión en la soberanía de un país cuando se dice que la Policía debe pasar al Ministerio del Interior, ese es un debate que le corresponde a las autoridades colombianas en el marco de la institucionalidad colombiana”.

Añadió el Jefe de Estado sobre este informe que “me preocupa que haya imprecisiones y que no se diga la verdad sobre avances tan importantes como el de los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial. Cuando empezó nuestro Gobierno había solamente dos, hoy hay 16”.

Incluso, desde el partido del gobierno, el Centro Democrático, propusieron cerrar la oficina de derechos humanos permanente en Colombia, como lo planteó el senador Ernesto Macías. “El presidente Iván Duque debería revisar la relación de Colombia con la ONU y cerrar esa oficina de la Comisionada de derechos humanos, convertida en guarida politiquera con sesgo ideológico pasional. Acá tenemos Procuraduría, Defensoría del Pueblo y Consejería para los Derechos Humanos”.

Sin embargo, en las últimas horas el presidente Duque enfatizó “creo que esos debates hay que darlos con mucha precisión, nosotros lo haremos también en el Consejo de los Derechos Humanos de Naciones Unidas y no dejaremos de levantar nuestra voz donde lo consideremos. Pero en ningún momento estamos pidiendo que la oficina se cierre ni que se deje de cumplir con el mandato”.

 

ONU baja temperatura

 

En tanto que, el pasado sábado, la oficina de la ONU en Colombia señaló en un comunicado “nuestros reportes ofrecen recomendaciones constructivas desde diferentes perspectivas siempre con el propósito de aportar al desarrollo sostenible y a la construcción de paz en el país”.

Añadió el organismo, “la ONU en Colombia seguirá trabajando con el Gobierno colombiano y su ciudadanía en un ánimo constructivo gracias a las amplias y positivas relaciones que siempre ha tenido en el país. Así mismo, la Organización continuará afianzando el diálogo respetuoso y apoyando al país en la construcción de un futuro próspero y en paz”.

 

Conceptúan ex voceros ante ONU

 

EL NUEVO SIGLO consultó la opinión sobre las diferencias que se presentan entre el Gobierno y la ONU por algunos de sus informes con tres exrepresentantes de Colombia ante Naciones Unidas.

Francisco José Sintura Varela, quien fue delegado por Colombia ante la Comisión de Estupefacientes de la ONU, dijo que “la situación obedece a que las fuentes de información de Naciones Unidas y las del Gobierno son diversas y, normalmente, lo que ocurre es que Naciones Unidas se fundamenta en cifras, estadísticas y datos que no son oficiales y eso, obviamente genera una divergencia con los datos, las cifras y las estadísticas del Gobierno”.

Sintura indicó que, no obstante, ante los ojos del mundo son las cifras de la ONU a las que se les hace eco, “evidentemente la naturaleza de la organización internacional y la fuerza que su condición tiene frente a los ciudadanos del  mundo, pues es mucho más clara que la que puede tener el Gobierno porque se tiene la sensación que las cifras del Gobierno son parcializadas”.

No obstante, Sintura destacó que el país tiene cómo ventilar en el plano internacional sus desacuerdos con los informes de la ONU, “para eso tiene Colombia un representante en Naciones Unidas para que pueda hacer valer los argumentos, las cifras y las fuentes científicas”.

Mientras que Fernando Cepeda Ulloa, exembajador de Colombia ante la ONU, dijo que “no siempre Naciones Unidas tiene una información de todo el contexto, entonces hay diferencias en la apreciación de los hechos, no siempre evalúan bien las dificultades”.

Agregó que hay situaciones muy complejas para el Gobierno como tratar de evitar en el extenso territorio colombiano que no asesinen a líderes sociales. “Hay unas dificultades que Naciones Unidas no siempre aprecia, no siempre evalúa y coloca al Gobierno como un indolente o como que no quiere hacer la tarea”.

Consideró Cepeda “creo que el problema en buena parte es ese, que no hay ese entendimiento de lo que está pasando aquí”.

Por su parte Julio Londoño Paredes, exembajador de Colombia ante las Naciones Unidas, dijo, “creo que en el fondo en ese sentido lo que hay es que Naciones Unidas designan a una serie de personas que son ajenas completamente a nuestro medio. Son burócratas que en un momento determinado tienen la oportunidad de actuar, defienden sus puestos a toda costa porque los conozco, entonces señores de los Países Bajos, escandinavos, italianos, etcétera, vienen a dar pautas sobre un país que no conocen. Esa es la característica de la burocracia internacional, especialmente de las Naciones Unidas”.

El también excanciller dijo que varias veces Colombia ha pensado en restringir esa situación, “pero ha sido muy difícil, este es un asunto de vieja data que viene por esa condición”. Agregó que “los burócratas de Naciones Unidas son perfectamente conocidos, exembajadores que consiguen sus puestos a base de gestiones o decisiones políticas en Naciones Unidas. Los mandan especialmente para un país en desarrollo, entonces consideran que es el momento estelar en que pueden actuar”.