¿Giró la nación colombiana a la izquierda política? | El Nuevo Siglo
Ómar Yepes, jefe Partido Conservador: “Hay que esperar a que pase la emoción para escuchar al presidente Petro sobre sus propósitos reales de gobierno”.
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Lunes, 20 de Junio de 2022
Redacción Política

Por primera vez la izquierda llega al poder en Colombia en la jefatura de Estado con el triunfo de Gustavo Petro y su fórmula vicepresidencial Francia Márquez, en el tercer intento de éste, un fenómeno que había tardado pues ya se ha registrado en otras naciones de la región como Argentina, Chile, Uruguay, Ecuador, Brasil y Perú. Sin embargo, llama la atención que coincidió en nuestro caso con la falta de protagonismo de los principales partidos.

Una muestra de ello es que el presidente electo Petro llegó a segunda vuelta con el respaldo de partidos minoritarios y movimientos alternativos; mientras que Hernández lo hizo respaldado por la firma de los ciudadanos y, particularmente, renegando de los partidos, pues los asocia con la politiquería y la corrupción.

Los partidos mayoritarios, los históricos como el Conservador y Liberal, como los que han marcado la política colombiana en las dos últimas décadas, el Centro Democrático, La U y Cambio Radical, no pesaron en estas elecciones a pesar de que conservan su fuerza electoral, como lo dice el más cercano antecedente: las legislativas de marzo pasado, cuando el conjunto de su votación al Senado fue de 9,3 millones.

En esa ocasión el Partido Conservador logró 2.213.528 votos, Liberal 2.074.408, Centro Democrático con 1.929.370, Cambio Radical 1.610.656 y La U 1.506.134 sufragios

Ninguno de estos partidos ha sido cercano a la izquierda en Colombia ni comparten su forma de concebir el manejo y papel del Estado para que sea preponderante en la economía y prestación de servicios a la sociedad, o en algunos casos el exceso de asistencialismo. Cuando más el liberalismo ha coincidido en algunas posturas sociales.

En ese sentido si los partidos tradicionales hubieran jugado en segunda vuelta, en este caso por Rodolfo Hernández, teniendo en cuenta que coincidieron en rechazar el programa de Petro y propuestas como frenar la exploración de petróleo o gravar fuertemente la tierra improductiva, la victoria ayer del exalcalde de Bogotá posiblemente hubiera estado comprometida.

Sin embargo ninguna de estas colectividades jugó en segunda vuelta sino que dejaron en libertad de voto a sus bancadas y militancia.

Cómo se comportaron

En primera vuelta el mayor intento de los partidos tradicionales para tener un candidato único escogido en consulta interpartidista que enfrentara a Petro, que sin duda era el hombre a vencer porque lideró las encuestas durante más de un año, fue la coalición Equipo por Colombia en donde recalaron algunas colectividades de derecha: las principales el Partido Conservador y La U, que avalaron las precandidaturas del senador David Barguil y el exalcalde Enrique Peñalosa, respectivamente. También estuvo el Partido MIRA respaldando la candidatura de la senadora Aydeé Lizarazo.

En esa coalición los otros precandidatos eran los exalcaldes Federico Gutiérrez y Alex Char.

Otra coalición buscó agrupar a las fuerzas del centro, la Centro Esperanza, en donde estaban los partidos minoritarios Alianza Verde, Colombia Renaciente, Dignidad,
ASI y Nuevo Liberalismo.

Los precandidatos aquí eran Sergio Fajardo, Juan Manuel Galán, Jorge Enrique Robledo, Juan Fernando Cristo y Carlos Amaya.

Y una tercera coalición fue la del Pacto Histórico que agrupó a las fuerzas de izquierda y alternativas con integrantes de los partidos minoritarios Colombia Humana, Unión Patriótica,  el Polo, MAIS, ADA, movimiento político Soy Porque Somos.

En las consultas interpartidistas del 13 de marzo pasado fueron elegidos por voto popular los candidatos de las coaliciones: Federico Gutiérrez por Equipo por Colombia, Sergio Fajardo por Centro Esperanza y Gustavo Petro por Pacto Histórico.

El Centro Democrático, el Partido Liberal y Cambio Radical no participaron en las consultas interpartidistas, el primero a pesar de que contaba con candidato escogido por un sistema de encuestas, el exministro Oscar Iván Zuluaga; en tanto las otras dos colectividades no tenían carta propia pues no avanzaron en procesos internos.

Tras los resultados de las consultas interpartidistas el Centro Democrático se quedó sin candidato pues Zuluaga renunció, entendiendo que los 2,1 millones de votos que alcanzó Federico Gutiérrez en la consulta de Equipo por Colombia lo dejaban habilitado para ser la carta de la derecha.

A partir del resultado de las consultas interpartidistas lo que vino fue el reacomodamiento de fuerzas para primera vuelta en torno a Petro, Gutiérrez y Fajardo.

Sin embargo en ese punto sucedió uno de los hechos inexplicables en estas elecciones, fue que el Centro Democrático y Cambio Radical no manifestaron institucionalmente su apoyo a Gutiérrez, quien según las encuestas era el llamado a ir con Petro a segunda vuelta.

Toda la bancada del Centro Democrático, incluyendo su referente el expresidente Álvaro Uribe, estaba con Gutiérrez; así como la mayoría de senadores y representantes de Cambio Radical, pero los partidos guardaron silencio

En tanto que el Partido Liberal apoyó a Gutiérrez, por lo menos así quedó consignado en un acuerdo que éste suscribió con el jefe de esta colectividad, el expresidente César Gaviria. No obstante la realidad era que la bancada estaba dividida a falta de una carta propia, y varios parlamentarios le hicieron campaña a Petro.

Pero de forma sorpresiva Gutiérrez fue apeado de la segunda vuelta por un sorprendente Rodolfo Hernández, quien llegó al electorado con un sencillo mensaje antipolítico y de lucha  contra la corrupción. 

¿Habría llegado Gutiérrez a segunda vuelta si Cambio Radical y el Centro Democrático se hubieran decidido a ir de frente con él?, es una pregunta que seguramente no tiene respuesta. Lo que no se entiende es que dos colectividades de ese calibre no jugaran en ese momento de la campaña.



 

Segunda vuelta

En segunda vuelta los partidos mayoritarios tampoco se jugaron con Rodolfo Hernández para cerrar la llegada al poder de la izquierda, pues prefirieron dejar en libertad a sus parlamentarios y militancia.

Era claro que Hernández no era el candidato que La U, el  Partido Conservador, Cambio Radical, el Centro Democrático y el Partido Liberal esperaban por su estilo políticamente desabrochado, que en varias ocasiones lo llevó a pedir disculpas por lo que dijo; la falta de un mayor conocimiento del Estado y de lo público; así como porque en julio irá a juicio por presuntas irregularidades en un contrato para el manejo de las basuras cuando fue alcalde de Bucaramanga. Sin embargo para muchos en la derecha era preferible que la llegada de una izquierda que en varios casos en América Latina ha mostrado deficiencias al gobernar, como sucedió en Venezuela con el llamado Socialismo del Siglo XXI.

Ahora seguramente varios de los partidos tradicionales irán a la oposición frente al gobierno de Petro, se da como un hecho en el caso del Partido Conservador y el Centro Democrático.

Está por verse cuál será la postura que en ese sentido adoptarán los partidos Liberal, Cambio Radical y La U.

En cualquier caso lo que ha sucedido en estas elecciones es una oportunidad para que los partidos mayoritarios hagan un autoexamen del momento que viven y cuál el camino que deben seguir para su fortalecimiento y un mejor papel en la política y la sociedad colombiana.