Representante Oscar Villamizar propone que esto se les permita a quienes no sean ordenadores del gasto

EL NUEVO SIGLO: ¿Cuáles son los aspectos clave del proyecto que busca permitirles a los funcionarios públicos hacer proselitismo político?

OSCAR VILLAMIZAR: En la política es sano acabar con la doble moral y la hipocresía. Hoy lo que vemos es que funcionarios públicos, inclusive a nivel directivo, se mueven en campañas por un candidato u otro. Pero también los funcionarios que no tienen esa capacidad de ser ordenadores del gasto.

Lo que quiero con este proyecto de ley es que le demos el derecho a elegir y a participar en las contiendas electorales, en proselitismo político, a más de 800.000 funcionarios públicos que no son ordenadores de gasto ni son jefes de oficina. Que un asesor, un conductor, una secretaria de carrera, una persona que ha venido trabajando con las diferentes administraciones en el sector público pueda salir a apoyar a su candidato de preferencia sin tener que estar escondido por si la Procuraduría lo va a sancionar. Hoy lo que tenemos es una política a escondidas.

ENS: ¿Entonces a los ordenadores del gasto, como alcaldes, gobernadores, secretarios, entre otros, se les mantendría la prohibición?

OV: No solo siguen con su prohibición. En el proyecto de ley se hace una modificación para que aumente el tiempo de inhabilidad para aquellos que son ordenadores del gasto.

ENS: Varias iniciativas con el mismo objetivo han sido radicadas en los últimos años y ninguna ha prosperado. ¿Por qué este proyecto que usted impulsa sí podría avanzar?

OV: Yo creo que este país debe no solo aceptar la realidad de la política, sino empezar a dejar la doble moral.

Hay una realidad: los funcionarios públicos participan en política, que lo quieran esconder es otra cosa. Yo fui secretario general de la Gobernación de Santander y vi cómo muchos compañeros estaban interesados en un candidato u otro y a veces entrelíneas decían a quién era al que apoyaban.

Lo que queremos es que esas personas puedan ejercer su derecho a elegir, pero además fortalecer la democracia en los procesos electorales y proselitistas.

Hay una responsabilidad muy grande frente a los que son ordenadores del gasto. Sin embargo, el país tiene que prepararse. En Estados Unidos tenemos un presidente que sale a apoyar a su propio candidato o candidata. Y en varias ocasiones el candidato de uno de los mandatarios más poderosos del mundo ha perdido. Creo que el fortalecimiento de la democracia va ligado a la participación activa de todos los ciudadanos.

ENS: Pasando a otro proyecto, ¿cómo va el trámite de la iniciativa dirigida a enfrentar el cáncer de mama?

OV: Esta iniciativa empezaría por la Comisión Primera de la cual, yo hago parte. Entiendo que hay un proyecto de ley radicado, del cual me enteré después de la radicación de nuestra iniciativa. Vamos a hacer unas audiencias públicas para contarles a las entidades públicas y a los funcionarios de qué se trata este proyecto de ley y podamos tener el apoyo del Gobierno y del Congreso de la República.

Ya pasamos el primer debate en la Comisión Séptima. El proyecto fue apoyado por el 100% de sus integrantes. Busca darles una mejor calidad de vida a todas las personas que sufren de cáncer de mama, especialmente las mujeres. Estamos trabajando para que en este segundo debate, que va a ser muy pronto en la plenaria de Cámara, seguramente en las primeras semanas después de llegar de este receso legislativo, se apruebe rápido y pase a la Comisión Séptima de Senado y tenerla como Ley de la República antes del 20 de julio de este año.

ENS: ¿Cuáles son las disposiciones fundamentales de este proyecto?

OV: Son cuatro aspectos fundamentales. El primero, la mamografía que hoy se práctica a los 50 años empezar a practicarla a partir de los 40 años. ¿Por qué? Porque el 33% de las mujeres que sufren de cáncer de mama son menores de 50 años y el cáncer en mujeres jóvenes es mucho más agresivo.

Dos, generamos una ruta de la salud. A partir de la primera cita por sospecha de cáncer hasta el inicio del tratamiento, no pueden pasar más de 45 días. Hoy tenemos es que en el régimen subsidiado se están demorando entre 280 y 300 días y en el régimen contributivo 180 días.

Tercero, es muy importante que este proyecto llegue a todas las regiones del país y por eso, no solo ponemos en cintura a las EPS con los tiempos para atender la enfermedad, sino implementar con ellos unos mamógrafos portátiles que lleguen a todas las regiones apartadas.

Y cuarto, que se apliquen sanciones por esos mamógrafos que hoy no cuentan con la habilitación o que contando con ella, no se les hace mantenimiento y están arrojando exámenes que no están acordes con la realidad.