Revuelo causaron ayer los senadores Iván Cepeda, del Polo Democrático, y Antonio Sanguino, de la Alianza Verde, al anunciar en rueda de prensa un paquete de proyectos de ley que próximamente radicarán en el Congreso para “consolidar unas Fuerzas Militares para la construcción de paz”.
De inmediato, congresistas uribistas cuestionaron las iniciativas. Por ejemplo, la senadora Paloma Valencia, del Centro Democrático, señaló que “lo que no lograron en los acuerdos de La Habana, destruir las Fuerzas Armadas, lo quieren hacer ahora. Como efecto colateral terminan protegiendo a las disidencias Farc y a todos los grupos ilegales. ¿Voluntario o involuntario?”.
A su vez, la representante por Antioquia, Margarita Restrepo, del mismo Partido, expresó que “quieren acabar con nuestras Fuerzas Militares. Ese es el primer paso para tomarse el poder y formar una dictadura”, trayendo a colación la experiencia venezolana y manifestando que “la izquierda carnívora es lo peor que le puede pasar a los pueblos latinoamericanos”.
Como los seguidores de Cepeda y Sanguino trinaron con el numeral “#FFMMParaLaPaz”, sus detractores lo hicieron con “#CepedaConLasFFMMNoSeMeta”, el cual consideró incorrecto el exviceministro Rafael Nieto Loaiza, porque dijo, “no es Cepeda. Es toda la izquierda, con apoyo de buena parte del santismo, la que quiere destruir las Fuerzas Armadas. La permanente campaña de desprestigio y estas iniciativas son parte de la misma estrategia. Hay que defender nuestras Fuerzas Armadas”.
Sanguino explicó que serían cuatro los textos que él y Cepeda llevarán al Congreso: servicio social para la paz, regular sistema de ascensos, depurar datos y archivos de inteligencia, así como regular el Esmad.
Según Sanguino, las iniciativas corresponden a un elemental criterio de coherencia con lo anunciado en los debates de control político adelantados por los dos congresistas en la Comisión Segunda del Senado, anotando que están dirigidos a blindar la legitimidad de las Fuerzas Militares, exponiendo que “el monopolio de la fuerza esté rodeado de la mayor legitimidad tanto política como social”.
En esta mirada, el senador Sanguino anunció que el proyecto que regula el sistema de ascensos de los miembros de la Fuerza Pública, integrada por las Fuerzas Militares y la Policía Nacional, busca fortalecer el mérito, la ética profesional y el respeto a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario.
Por su parte, Cepeda declaró que el proyecto que pretende reformar la Ley de Inteligencia y Contrainteligencia busca ponerle freno a las interceptaciones ilegales. Entre los aspectos que el legislador consideró importantes está eliminar cualquier concepto de doctrina del enemigo interno que persista dentro de los aparatos de inteligencia y contrainteligencia. “Si bien desde el Ministerio de Defensa se aseguró que esa doctrina no sigue siendo vigente, la realidad es que en un derecho de petición que presentamos se nos dice que siguen existiendo conceptos que promueven la idea de que periodistas, magistrados, líderes y otras personas pueden ser consideradas blancos legítimos de interceptaciones”, apuntó Cepeda.
Adicionalmente, el proyecto busca diseñar nuevos mecanismos de control exigiendo a los responsables de los aparatos de inteligencia y contrainteligencia, que presenten informes anuales donde detallen la operación de sus funciones para que sean conocidos debidamente por el país y por el Congreso.