Farc insisten en su autoría en el crimen de Gómez Hurtado | El Nuevo Siglo
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Martes, 6 de Octubre de 2020
Redacción Política

En una carta que dirigió este martes al exministro Álvaro Leyva Durán el excomandante de las Farc y actual presidente del partido político del mismo nombre, Rodrigo Londoño Echeverri, ratificó que la extinta guerrilla ordenó y ejecutó el crimen del líder conservador Álvaro Gómez Hurtado, a la vez que reiteró el perdón que él y otros excombatientes le pidieron al país por este magnicidio.

La versión fue recogida en la noche de este martes por el senador Julián Gallo, más conocido como Carlos Antonio Losada, quien fue más allá manifestó que el magnicidio “fue un hecho cuya responsabilidad es de la Red Urbana Antonio Nariño, de la cual yo era comandante en ese momento”.

En entrevista con el diario El Espectador, Losada aseguró que “la orden la dio el Secretariado y la recibí de Jorge Briceño, que era el comandante a quien yo le atendía órdenes. Esa orden se transmitió a través mío y la ejecutó un comando de cuatro personas de la Red Urbana Antonio Nariño”.

Dijo además que había sido una orden directa de Manuel Marulanda Vélez, máximo jefe histórico de la antigua guerrilla y que era una decisión tomada desde la "fundación" de esa guerrilla, pues consideraban que "el discurso de Gómez Hurtado –que denunció en el Congreso las que llamó 'repúblicas independientes' al interior del país, entre ellas Marquetalia, que fue luego atacada por el Ejército, lo que dio paso al embrión de las Farc–  fue el detonante que nos embarcó a todos en una guerra de 50 años con cientos de miles de muertos y torturados de todos los bandos".



La carta de TImochenko, por su parte, pidió que “por favor, que dejen de buscar el ahogado aguas arriba. Doctor Leyva, confesado este y otros crímenes por nosotros, nos unimos a su clamor por la verdad. Solo así cerraremos la página horrorosa de la guerra”, dice la misiva de Londoño.

Agregó “por eso, doctor Leyva, porque su nobleza ha sido inquebrantable, tenemos que pedirle un doble perdón. Por ser los responsables de la muerte del político que tanta devoción le despertó en la vida, y por ese silencio de lustros que, pese a la confianza que siempre nos demostró usted, mantuvimos durante tanto tiempo, primero por conveniencia y finalmente por una paralizante vergüenza”.

En la carta además Londoño pone de relieve "hoy más que nunca somos conscientes de la barbaridad que envuelve la nefasta idea según la cual el que la hace la paga. Pensar así llevó nuestra Nación al abismo. Doctor Leyva, tiene usted toda la razón, El Acuerdo Final de Paz es la puerta abierta a la Colombia que merecen las próximas generaciones".

Leyva Durán describió en un comunicado del pasado lunes que “en la puerta de la Universidad Sergio Arboleda, al lado del carro parcialmente destrozado por las balas que le segaron la vida, viendo su sangre que manchaba el asiento trasero, lloré. Lloré a Álvaro. Lloré a mis mayores y episodios pasados de mi vida. Lloré a un hombre recto, a un histórico, a un talante. Para la fecha del trágico acontecimiento había ya cumplido yo once años trabajando en procesos de paz. Buscando la paz”.



Al respecto, Londoño dice que luego de leer sus palabras pudo comprender “el tamaño de su lealtad hacia el líder asesinado, así como el sufrimiento ocasionado a personas como usted, a la familia del gran político y a buena parte del país nacional”.

Londoño explica que "la dirección de las Farc tomó la decisión de llevar adelante el delito, cuando el doctor Gómez Hurtado era un hombre completamente diferente al de décadas atrás".

Agregó el exlíder guerrillero que “desde niño escuché hablar de la violencia liberal conservadora de los años 50 y del papel desempeñado en ella por el doctor Laureano y su hijo. En las Farc este último político aparecía como el senador que había incendiado el Congreso de la República, clamando por el exterminio de las llamadas repúblicas independientes. No resultaba difícil alimentar ideas y sentimientos negativos hacia él. Es el grave peligro del sectarismo en política. Se llega a pensar que el atentado personal lo soluciona todo”.

Por ello, Londoño dijo “hoy los antiguos guerrilleros de las Farc vemos cuán equivocados estuvimos, cuánto contribuimos al infierno en que se convirtió nuestra querida Colombia. Por eso condenamos de manera enfática cualquier acción violenta, sean cuales sean sus autores. Como lo dice usted en su carta, no más. Ya no más, nunca”.

El pasado sábado, la JEP informó que la Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad, después de una reunión celebrada el 25 de septiembre, recibió una carta en representación del antiguo Secretariado de las Farc-EP, en la cual se ofrece aportar verdad, esclarecer los hechos ocurridos y asumir tempranamente la responsabilidad en los asesinatos de Álvaro Gómez Hurtado (1995), Hernando Pizarro León-Gómez (1995), José Fedor Rey (2002), Jesús Antonio Bejarano (1999), general (r) Fernando Landazábal Reyes (1998), y el representante a la Cámara Pablo Emilio Guarín (1987).



La carta, recibida por la JEP el 30 de septiembre de este año, está firmada por Julián Gallo Cubillos, Pastor Lisandro Alape Lascarro, Pablo Catatumbo Torres Victoria, y sus abogados.

La familia del líder conservador le ha restado crédito a la autoría del crimen por parte de las Farc y han calificado la versión como una “cortina de humo”.

La JEP espera ahora conocer la versión sobre el tema de otros dirigentes políticos, entre ellos la exsenadora Piedad Córdoba.