Partidario de revivir el debate para analizar la conveniencia o no de mantener la figura constitucional del Vicepresidente de la República, se mostró este martes el exvicepresidente Óscar Naranjo.

El también exdirector de la Policía Nacional dijo a W Radio que de acuerdo con su propia valoración, “llego a pensar de que la Vicepresidencia no fue un buen invento de la Constitución de 1991, y que la figura del Designado producía menos problemas que la del Vicepresidente”.

Naranjo rompió así su silencio después de dos años de haber dejado el segundo cargo en importancia del país durante el segundo mandato de Juan Manuel Santos, pues dijo que se “autoimpuso ese silencio para no polarizar más al país”.

No obstante, dijo que la Vicepresidencia como está hoy concebida “se desnaturalizó” porque “es una figura sobre la expectativa de la ausencia permanente del Presidente para reemplazarlo. Pero el Vicepresidente solo tiene algunas funciones que por importantes son marginales. El Vicepresidente termina siendo un comodín que puede molestar o que puede resultar frustrado en su aspiración de hacer más por el país”.

El ex Vicepresidente de la República fue consultado sobre el caso que afecta a su sucesora en el cargo, Marta Lucía Ramírez, por la condena de un hermano suyo en Estados Unidos por cargos de narcotráfico hace 23 años.

“Creo que el único camino para un funcionario público en ejercicio es decirles la verdad a los ciudadanos, para bien o para mal, sobre qué situación se atraviesa”.

Naranjo recordó que cuando era director de la Policía Nacional vivió una situación similar con uno de sus hermanos, pero que él optó por decirle la verdad al país.

“La verdad no me he podido liberar de eso, la cicatriz sigue abierta. Hay gente que le echa sal y limón para que me duela más, pero la verdad es que yo he actuado con total transparencia frente a los colombianos”.

Pero aclaró que frente a ese tipo de situaciones “cada persona toma sus propia decisiones. Pero yo hubiera hecho eso (informarle al presidente de la situación). Aquí hay una línea tenue entre lo que es correcto políticamente, lo correcto éticamente, lo correcto legalmente. Son tres circunstancias que hay que valorar”, concluyó.

 “No estoy en campaña”

De otro lado, Naranjo descartó cualquier posibilidad de iniciar algún proyecto político electoral.

“Categóricamente digo no. La verdad, llevo ya varios años diciendo no, no y no, y espero que los colombianos valoren mi coherencia. No aspiro a hacer política y menos política electoral”, dijo.

Y recordó que ni siquiera en los momentos de mayor favorabilidad en las encuestas pensó en salir a las calles a recoger votos.

“Lo digo con mucho respeto: no haré política electoral, mis detractores deben estar tranquilos si ven ahí un fantasma que los lleva a pelear contra los molinos de viento”, aseguró.