Son varios los salientes mandatarios seccionales, distritales o locales que han ingresado al sonajero de los posibles reemplazos de algunos de los actuales integrantes del gabinete nacional
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Terminado un año en el que las protestas sociales fueron las protagonistas, y en consecuencia en los corrillos políticos se dice que el presidente Iván Duque estaría pensando en enderezar el rumbo de su gestión cambiando algunos ministros.
Entre las figuras a las que podría recurrir estarían los alcaldes y gobernadores que acaban de finalizar sus periodos. La idea no es descabellada, pues los mandatarios tienen experiencia en resolver problemas complicados.
En esos mismos corrillos algunas voces han dicho que podría existir una inhabilidad para quienes terminando sus periodos ingresen inmediatamente al Gobierno nacional para convertirse en ministros.
Sin embargo, el exmagistrado Alberto Yepes, quien hizo parte de la Sección Quinta del consejo de Estado, especialista en asuntos electorales, le sostuvo a EL NUEVO SIGLO que “no hay ninguna inhabilidad. Ellos pueden entrar y salir sin problemas con el nuevo gobierno y no existe una norma taxativa que les imponga esa prevención”.
El jurista advirtió que en caso de que el nombramiento se concrete, “si estuvieren en el ejercicio de sus cargos podrían declararse impedidos para asuntos que conocieron en sus departamentos mientras gobernaban. Personalmente nunca le he visto incompatibilidad, porque si la persona fue buen alcalde no se le puede prohibir que preste un servicio público en la administración municipal, departamental o nacional. No tenemos por qué desperdiciar las capacidades demostradas en un alcalde elegido por voto popular. La pregunta sería por qué razón debería impedirse ese ejercicio. No hay ninguna razón. Ya es discrecionalidad del presidente de la República evaluar si el mandatario saliente hizo o no una buena gestión”.
Experiencia
A su turno, el senador liberal Luis Fernando Velasco le indicó a este Diario que no hay inhabilidad y que entrar al gabinete luego de ser alcalde o gobernador por el contrario “le da un plus a cualquier servidor público, y es el plus de la experiencia de tener que lidiar con conflictos. No es fácil ser alcalde. Tiene que concertar mucho. Es una maestría en Gobierno. Yo que fui alcalde en Popayán lo sé”.
Según Velasco, “un alcalde o un gobernador es un funcionario más preparado que muchos de los dirigentes, cuya única virtud es representar a unos gremios que defienden unos intereses, que en algunos casos no son los de todos los ciudadanos. A mí me gusta más un gobernador o un alcalde en esas posiciones, porque le da la experiencia que le falta al Gobierno e incluso al mismo presidente”.
Sin embargo, aclaró que eso no va a arreglar el problema de gobernabilidad del actual presidente: “Puede mejorar temas como ejecución, pero hasta que el Gobierno no sea capaz de proponer un acuerdo de verdad nacional le va a ser difícil conectarse con los ciudadanos, que es el elemento central de un buen gobierno. Yo veo al presidente mandando unos mensajes como la elección de la ministra de Ciencia y Tecnología, pero el tema es pasar de los mensajes a la construcción de dos o tres grandes proyectos de país, donde se encuentren no solo quienes eligieron al doctor Duque sino todos los colombianos”.
El caso es que actualmente suenan los nombres de la exgobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, así como de los el exalcaldes de Medellín, Federico Gutiérrez, y Barranquilla, Alex Char, como posibles ministros.
Esta no sería la primera vez que un exalcalde o exgobernador deja el cargo para pertenecer al Gobierno nacional. En la administración pasada Elsa Noguera salió de la Alcaldía de Barranquilla en diciembre de 2015 y aterrizó el 25 de abril de 2016 en el Ministerio de Vivienda. Lo mismo sucedió con Fredys Socarrás, quien terminó su periodo como alcalde de Valledupar para asumir el cargo de viceministro de Empleo y Pensiones.
Otro caso recordado del gobierno pasado es el de Jorge Rojas Giraldo, quien terminó su periodo como burgomaestre de Manizales y entró al gobierno Santos cinco meses después en el Ministerio de Transporte.
Inhabilidades
El representante por Atlántico, Cesar Lorduy, de Cambio Radical, le indicó a este Medio que en principio quienes fueron elegidos no tienen inhabilidad o incompatibilidad para desempeñar funciones públicas del orden nacional departamental o municipal.
“No así pudiera predicar de los actuales gobernadores y alcaldes que dentro de cuatro años, en el caso de que surgiera esa posibilidad, tendrían una incompatibilidad tal como lo dice la ley 1952 del 2019, artículo 43, con respecto al ejercicio de actividades en beneficio propio o particular. Esa le aplica a los que actualmente se posesionaron. Esa incompatibilidad se refiere a que no pueden hacer gestiones en la misma entidad territorial a la que pertenecía en nombre propio, como apoderados, gestores o particulares. Esta ley estableció esa inhabilidad hasta 12 meses después del vencimiento del periodo o del retiro del servicio del orden territorial”, explicó.
Concretamente la ley asegura que los gobernadores, diputados, alcaldes, concejales y miembros de las juntas administradoras locales, “en el nivel territorial donde hayan ejercido jurisdicción, desde el momento de su elección y hasta doce meses después del vencimiento de su período o retiro del servicio, no pueden intervenir en nombre propio o ajeno en asuntos, actuaciones administrativas o actuación contractual en los cuales tenga interés el departamento, distrito o municipio correspondiente, o sus organismos, ni tampoco actuar como apoderados o gestores ante entidades o autoridades disciplinarias, fiscales, administrativas o jurisdiccionales”.
En ese sentido la Sala de Consulta Civil del Consejo de Estado se refirió al tema en el concepto 2414, señalando que las incompatibilidades señaladas en el artículo se refieren “a dos conductas muy específicas: la de intervenir en asuntos o actuaciones administrativas o contractuales en los cuales tenga interés el departamento, distrito o municipio correspondiente o sus organismos, y la de actuar como apoderado o gestor ante entidades o autoridades públicas”.
Es decir que tras la salida de los actuales gobernadores y alcaldes, estos también podrían ingresar al gabinete del próximo presidente, si así lo determina el mandatario, siempre y cuando no intervengan en asuntos puntuales del departamento o municipio que acaban de dejar de gobernar.