YA ES el momento de establecer un proceso de paz, consideró la ex secretaria de Gobierno de Bogotá, Mariela Barragan.
La exfuncionaria hizo un análisis completo de los intentos de procesos de paz en Colombia e insistió que el problema radica en que no ha existido interés alguno ni apoyo a los procesos de paz.
Aseguró que lo que es claro es que se debe reflexionar acerca de lo que se quiere y en lo que se puede ceder y negociar.
Destacó que durante el gobierno del expresidente Álvaro Uribe se haya realizado un proceso con los grupos paramilitares, pero manifestó que aún no se sabe quiénes los financiaban.
EL NUEVO SIGLO: ¿Llevamos 30 años en fallidos procesos de paz?
MARIELA BARRAGÁN:Yo tengo un criterio de que llevamos 30 años de procesos fallidos de paz, que el pueblo colombiano tiene que apostarle a ella, tenemos que tener claro qué queremos negociar y entregarle al gobierno un mandato.
La guerrilla también tiene que sentarse a pensar qué quiere negociar. Y ya es hora de hacerlo, porque son muchos recursos y tiempo perdido, que los hemos debido invertir en el crecimiento económico, social y humano de este país.
ENS: ¿Qué pasó en el gobierno del exmandatario Belisario Betancur?
MB:Belisario Betancur avanzó. En 1982 el tema fue el primer proceso de paz en la historia reciente del país.
También hubo avances en la institucionalidad, en el tema de los instrumentos para la reconciliación, se creó la Unión Patriótica.
Pero cierta parte del Estado no apoyó ese proceso de paz.
Creo que aquí todos los sectores tenemos que apoyar el proceso de paz y estar dispuestos a que cada negociación se ceda espacios políticos, económicos y también espacios dentro del Estado, porque no hay negociación de paz gratis.
Creo que los colombianos y colombianas debemos tener esa convicción y sincerarnos, porque no hay procesos que sean gratis. Como tampoco la guerra, porque nos ha costado mucho. Muchas vidas, mucha sangre, mucho dolor en este país, y por eso pienso que es mejor invertir en la paz, que seguir invirtiendo en la guerra.
ENS: ¿Cómo vió el gobierno de Virgilio Barco?
MB:Su principal estrategia fue la legitimar el Estado y no negociar una solución al conflicto armado. Las fuerzas oscuras recrudecen la guerra sucia y miles de militantes de la UP son asesinados. Se rompen los acuerdos de cese al fuego firmados con las Farc y con la estrategia de dejación de armas e incorporación a la vida política, se desmoviliza el M-19.
ENS: ¿Qué se hizo durante el gobierno del expresidente Álvaro Uribe?
MB: Fue un gobierno con mucho problema en el tema de la paz, pero se pudo avanzar en algo.
Aunque no estamos de acuerdo y nos ha dolido mucho el proceso de los paramilitares, creo que se avanzó bastante en la desmovilización de estos grupos. Hoy los grandes jefes están en las cárceles.
Hay mucho camino por recorrer, porque en la paraeconomía, no hemos tenido certeza de quienes fueron los financiadores de estos grupos paramilitares.
Pero creo que en una cierta medida hemos avanzado porque se paró en un porcentaje alto la intervención de los paramilitares en todo el territorio. Es otro proceso que también necesita sincerarse y avocarse entre los colombianos: qué queremos negociar y estar dispuestos a escuchar la verdad. Y que exista verdad, justicia y reparación para las víctimas, pero ante todo la verdad.
ENS: ¿Cree que la falta de apoyo a los procesos de paz? ¿Es uno de los problemas actuales?
MB:Yo creo que nosotros los colombianos, vamos en un proceso hacia la paz.
Ya hemos tenido muchas experiencias y diferentes procesos de paz en este país, sabemos a qué le podemos apostar y qué no. Debemos saber qué estamos dispuestos a ceder.
Pero lo que sí creo es todos los colombianos y colombianas pensamos en que la paz es necesaria en este país. Pero debemos tener la plena convicción es que debemos ceder algo dentro de nuestra sociedad, dentro del Estado y en los espacios económicos y sociales de este país. Además de ser un anhelo, es un esfuerzo que debemos hacer.
ENS: Después de la liberación de los 10 militares, ¿cómo ve la paz en Colombia?
MB:Ese es el ejemplo más terrible y doloroso que puede ser la guerra, un secuestro de 14 años. Eso no lo entiende ningún ser humano. Por eso creo que es momento de hacer una gran reflexión. Y vuelvo y repito: pensar qué estamos depuestos a negociar y a ceder en este país, tanto del lado de la guerrilla, como de lado de la sociedad colombiana.
Y la guerrilla debe hacer un alto y sincerarse. Y actuar con la verdad. Y ser sinceros de un lado y de otro.