E CUMPLE hoy en Cali el segundo día de la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre Drogas: ‘para la vida, la paz y el desarrollo’, con la participación de delegaciones de 30 países del hemisferio, organizaciones internacionales, miembros de la sociedad civil y expertos. El encuentro finalizará mañana con las conclusiones de los presidentes Gustavo Petro y su par de México, Andrés Manuel López. Una de las deducciones preliminares es la necesidad de impulsar un nuevo enfoque con soluciones a este flagelo, priorizando al ser humano, la protección del medioambiente y el respeto por los derechos humanos.
El desarrollo alternativo, atención a causas primarias y sustitución de economías ilícitas, fueron los temas centrales que se analizaron ayer en el encuentro.
La Conferencia es respuesta a la convocatoria que hizo el presidente Gustavo Petro el 17 de julio pasado en la tercera cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea en Bruselas.
Se espera que mañana en este escenario el presidente Petro insista en su llamado al mundo para modificar la estrategia contra los narcóticos, pues a su juicio “la guerra contra las drogas ha fracasado”. Así lo sostuvo el año pasado en su participación en la Asamblea de Naciones Unidas, donde dijo que “han aumentado los consumos mortales, de drogas suaves han pasado a las más duras, se ha producido un genocidio en mi continente y en mi país”.
También el presidente Petro se referiría en el cierre de esta Conferencia a la nueva política antidrogas del país, que será dada a conocer este mes, según lo anunció el Gobierno.
El ministro de Justicia, Néstor Osuna, anticipó sobre la política antidrogas que se centrará en la sustitución concertada de cultivos ilícitos y una ofensiva en contra del narcotráfico, combinando la labor de la Fuerza Pública, de la Fiscalía, de los jueces, en contra de los narcotraficantes.
De igual modo, en las próximas semanas se dará a conocer el informe Simci de Naciones Unidas sobre cultivos ilícitos en Colombia. El del año anterior, con corte a 2021, registró 204.000 hectáreas.
Expertos consideran que este informe con corte a 2022 mostrará un importante crecimiento porque el Gobierno ha desestimado la erradicación forzada de cocales.
En tanto que Estados Unidos desistió de presentar este año el informe de la Casa Blanca que mide la extensión de cultivos ilícitos en Colombia, pues determinó suspender por el momento este instrumento.
El informe de la Casa Blanca el año pasado cifró los cultivos ilícitos en Colombia, con corte a 2021, en 234.000 hectáreas.
Los propósitos
La conferencia en Cali busca ser el punto de partida de un proceso multilateral latinoamericano y del Caribe para promover un nuevo enfoque; la promoción de un diálogo sobre el uso ancestral y tradicional de la hoja de coca, y privilegiar el enfoque de derechos humanos y diferencial, salud pública, justicia social y respeto al medio ambiente.
“En esta conferencia se espera establecer una hoja de ruta que nos lleve a hacer un nuevo análisis de la política global de drogas y se pueda conformar un grupo de trabajo que realice una cumbre presidencial para abordar este desafío que ha dejado millones de víctimas en todo el mundo, dijo la viceministra de Asuntos Multilaterales, Elizabeth Taylor Jay.
Añadió la funcionaria colombiana que “sabemos que la forma convencional de combatir las problemáticas asociadas a la producción, distribución y consumo de sustancias de uso ilícito nos ha dejado países sembrados de historias de vida truncadas, relatos de familias rotas que nunca harán parte de las estadísticas o las cifras”.
Durante la instalación del foro, Felipe Tascón, director de Sustitución de Cultivos, advirtió que “estas 12 décadas de prohibicionismo en el mundo son de fracaso y locura, fracaso porque hay demasiadas evidencias a lo largo de todas las latitudes, a lo largo de todos estos años, de que el objetivo central de acabar con las drogas no se ha cumplido; y locura por aquella frase que se le atribuye a Albert Einstein, que cuando uno repite la misma tarea pretendiendo obtener resultados distintos es una locura”.
A su turno, Camilo Umaña, viceministro de Política Criminal y Justicia Restaurativa del Ministerio de Justicia, expresó que “esta cumbre internacional nos propone encontrarnos regionalmente en el propósito común de estudiar y entender posibles alternativas para las políticas de drogas, entender cómo luchar conjuntamente contra el narcotráfico y cómo generar políticas sociales, lo suficientemente sensatas que nos permitan el desarrollo territorial y la protección de las comunidades de los efectos nocivos que todas estas políticas han podido tener en estas larga décadas”.