“Hay una mentalidad cleptómana”, consideró el obispo de Neiva, Froilán Casas.
“Uno se aterra, porque el robar se ha vuelto como parte de la vida cultural, en que el vivo vive del bobo”, sostuvo, agregando que “esto es terrible” y es necesario “hablar de que el robo es un pecado grave, de manera que el que roba no se salvará”.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo avanza el conflicto armado en el Huila?
FROILÁN CASAS:Pues de todos modos el departamento fue azotado por la violencia y ahora pareciera que hubiera calma. No se si será real o ficticia, pero parece que tenemos un ambiente de tranquilidad. Se oyen casos esporádicos, pero realmente hay movilidad. Uno puede recorrer pueblos, veredas. Hasta ahora no he visto una inseguridad total, pero lógicamente se oyen muchas cosas y muchos casos aislados. Pero como situación de violencia entiendo que no existe como otrora.
ENS: ¿El departamento está preparado para el posconflicto?
FC:Esperamos que ese posconflicto esté marcado por la justicia, porque es que la paz no viene si no paramos la corrupción. Es demasiada la corrupción en todos los niveles. Uno se aterra, porque el robar se ha vuelto como parte de la vida cultural, en que el vivo vive del bobo. Se van generando unos estilos de logias culturales que expresan de alguna manera que es normal robar. Ya incluso el que no roba se considera bobo, tonto, que no aprovecha el tiempo. Hay una mentalidad cleptómana. Esto es terrible. Hay que hablar de que el robo es un pecado grave, de manera que el que roba no se salvará.
ENS: ¿Es optimista frente al proceso de paz?
FC:Soy realista y dispuesto a colaborar por la paz. La Iglesia siempre ha trabajado por la paz. Nosotros hemos ido a las escuelas, visitando las veredas. No tenemos colores. Nosotros estamos para la gente.
ENS: ¿Cómo está su Diócesis?
FC:Está tratando de seguir en el conocimiento de Cristo, en la organización de los grupos apostólicos, en la visita a las parroquias, en incentivar la fe en conocimiento de Dios, en acompañar y asesorar a los párrocos en la construcción de templos, casas parroquiales, de salones de catequesis. En fin, en toda esta tarea que es propia de un obispo y estar con la gente acompañarlos. Sobre todo darles mucho cariño, porque el mundo de hoy, nunca como antes, el ser humano ha sido tan sensible al afecto y al cariño, porque el mundo es muy agresivo, entonces quiere encontrar en sus pastores, en sus comunidades cristianas, pastores que los acojan con amor y los comprendan, que no sean jueces, sino que sean padres ante todo.
<FOTOLEAD> “YA INCLUSO el que no roba se considera bobo, tonto, que no aprovecha el tiempo”, sostuvo el obispo de Neiva, Froilán Casas.
Vocaciones
Casas reconoció que “ha bajado mucho la opción por Cristo en el ministerio presbiteral, pero la Iglesia fue fundada por Cristo y así haya crisis, dificultades y abandono, la Iglesia seguirá adelante. La Iglesia no es una fundación humana. Las cosas humanas son caducas. La Iglesia es obra de Dios y está cimentada sobre la roca que es Cristo, y sobre Pedro. Entonces la Iglesia a pesar de los antitestimonios nuestros seguirá adelante, porque es soportada por el Espíritu Santo, que la acompaña”.
De todas formas, para solventar la crisis en el Huila el obispo Casas dijo que ha fomentado “en las parroquias que los padres inviten a los jóvenes” para hacer “seminarios ambientales”; también “hay un sacerdote encargado de visitar colegios, de visitar familias, de alimentar y acompañar a los jóvenes que tienen alguna idea del ministerio presbiteral. Y en ese orden estamos teniendo 10, 12 chicos cada año para ingresar al seminario. Es decir, es un número que gracias a Dios es bueno. Necesitamos más, pero ahí vamos. Sobre todo queremos que sean sacerdotes llenos de Dios, hombres de fe, hombres realmente espirituales, que encarnen en el Evangelio y que sean verdaderamente humanos”.