EL PANORAMA político, electoral y judicial de Daniel Quintero, quien en 2019 diera la sorpresa al ser elegido como alcalde de Medellín proviniendo de un movimiento ciudadano, cambió diametralmente en los últimos dos meses. No le salió bien renunciar a 28 días de los comicios para apoyar a su candidato, que le fue mal en las urnas, y en cambio le llovieron críticas por dejar el cargo; y en las dos últimas semanas la Fiscalía y la Procuraduría iniciaron investigaciones a su administración.
Igualmente, se conoció ayer que la Contraloría Distrital de Medellín hizo observaciones sobre el manejo que se dio al fondo fijo reembolsable del despacho del alcalde, cuando Quintero Calle ocupaba el cargo, por un posible detrimento patrimonial.
Ese fondo tiene la finalidad de atender gastos de funcionamiento por imprevistos urgentes y necesarios para que las diferentes unidades administrativas de la Alcaldía sigan funcionando. En una auditoría que adelanta el organismo de control para las vigencias 2022 y 2023, se encontraron varias posibles irregularidades.
En un informe preliminar que dirigió la Contraloría Distrital al alcalde (e) Óscar Hurtado, hace una serie de observaciones, como la falta de autorización y certificación de los gastos realizados por servicio de restaurante por $ 124.566.000, a pesar de que estaban autorizados solo $ 7.799.790.
También hay rubros presupuestales de los que no se registra el monto programado para la ejecución. Otra de las observaciones del organismo de control es que se usaron dineros de este fondo para comprar víveres para la cocineta del despacho del alcalde para atender reuniones de trabajo por $ 182.065. 395; para pagar peajes por $ 47.416.500 y arreglos florales por $ 17.637.900.
En tanto que el pasado 9 de noviembre, la Fiscalía, a través de la Seccional Medellín y la Dirección Especializada contra la Corrupción, radicó solicitudes de audiencia de imputación en contra de 7 exfuncionarios de la Alcaldía y 6 particulares por irregularidades detectadas en seis contratos de alimentación, infraestructura y asistencia logística suscritos en 2020, cuando Quintero estaba al frente del cargo.
Entre los contratos cuestionados está uno que firmó la Secretaría de Infraestructura Física de Medellín con Metroparques por $ 5.250 millones para el manejo de las zonas verdes de la ciudad.
En la investigación se constató que Metroparques, a través de invitación privada, convocó a tres empresas de un mismo núcleo familiar y escogió entre ellas a la que ejecutaría el contrato.
También se cuestionan tres contratos celebrados entre el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y Metroparques, entre mayo de 2020 y noviembre de 2021. El objetivo era garantizar el mantenimiento y entrada en operación del Parque Metropolitano de las Aguas.
Los contratos ascendieron a $ 17.439 millones. La Fiscalía estableció que Metroparques subcontrató con tres empresas que fueron creadas entre 2019 y 2021, una de estas dedicada a la comercialización de telas.
Del mismo modo, esta semana, la Procuraduría anunció que abrió dos investigaciones contra funcionarios y exservidores de la Secretaría de Comunicación perteneciente a la Alcaldía de Medellín, por la ejecución de contratos millonarios.
Los acuerdos en cuestión fueron firmados con el canal de televisión regional Telemedellín y la Universidad Nacional (UNAL). Según el ente de control, los contratos fueron celebrados para desarrollar estrategias de comunicación para la gestión de Daniel Quintero.
“El órgano de control investiga si el contrato, suscrito por un poco más de nueve mil millones de pesos, fue utilizado para favorecer intereses particulares, concretamente las campañas de algunos candidatos que aspiraron a la alcaldía y el Concejo de la ciudad durante las elecciones del pasado 29 de octubre”, explicó el Ministerio Público.
Renuncia a la alcaldía
El pasado primero de octubre, apenas a 28 días de las elecciones regionales, Daniel Quintero anunció que dejaba el cargo, y pocas horas después estaba en las calles de la ciudad acompañando en su campaña al candidato Juan Carlos Upegui, quien hizo parte de su gabinete y que en Medellín todos sabían que era la carta que tenía para buscar la continuidad de su administración en la alcaldía.
Sin embargo, por los resultados la decisión que tomó Quintero no fue acertada porque, por un lado, recibió una andanada de críticas en la ciudad y a nivel nacional por no cumplir su periodo, faltando apenas tres meses, y dejar a la ciudad con un mandatario interino; y por el otro, porque Upegui fue vapuleado en las urnas por Federico Gutiérrez, quien durante la campaña fue el gran favorito a ocupar el cargo por la gran ventaja que sacaba en las encuestas.
En esa votación, según el preconteo, Gutiérrez obtuvo 689.519 votos, mientras que Upegui alcanzó 95.393 sufragios.
Tampoco le fue bien en las pasadas elecciones a Quintero con el Partido Independientes, que ayudó a crear en 2019 y con el que fue elegido ese año en esta capital.
Esteban Restrepo, quien era la carta de Quintero a la gobernación de Antioquia, fue cuarto en la votación. También fue derrotado el candidato de Independientes a la alcaldía del municipio de Bello.
De la misma forma, no les fue bien a candidatos en otras regiones del país a los que apoyó Independientes, como a las alcaldías de Cartagena y Cali, José Luis Osorio y Deninson Mendoza, respectivamente.
Así mismo el resultado de Independientes en el Concejo de Medellín, no fue el mejor porque apenas logró una curul. Tendrá otra, pero por estatuto de la oposición con Juan Carlos Upegui.
Analistas de la política antioqueña consideran que Quintero electoralmente quedó mal parado por los resultados de su sector político en los pasados comicios, a pesar de que tenían de su lado la administración en Medellín.
Aspiraría la presidencia
Tras renunciar Quintero a seguir al frente de la alcaldía de Medellín, de donde salió con una imagen negativa cercana al 70%, algunos señalaron que podría llegar al gabinete de Gustavo Petro, teniendo en cuenta que son aliados políticos. Sin embargo, el exmandatario paisa dijo que no se siente cómodo como funcionario recibiendo órdenes y que prefiere desde afuera del gobierno seguir trabajando por su proyecto político.
En días pasados, Quintero dejó abierta la posibilidad de presentarse a la elección de presidente de la República en 2026, al referirse sobre el fiscal general, Francisco Barbosa.
“El fiscal Barbosa es candidato presidencial. Está saliendo, dejando su cargo. Empieza muy mal su campaña a la Presidencia de la República porque a la gente no le gusta los que usan el poder para impulsar su carrera. Yo que le digo al Fiscal. Sabemos que es candidato presidencial. Vamos a enfrentarlo en el 2026 y le vamos a ganar”.
Este anuncio de Quintero generó polémica, pues en la derecha antioqueña le sacan en cara, según ellos, una pésima gestión en Medellín y supuestos hechos de corrupción en su administración; en tanto que en los sectores de izquierda ya hay voces que señalan que tendrá que ganarse el derecho para ser el candidato, pues de antemano hay varios haciendo fila con mayor trayectoria.
El embajador en Reino Unido, Roy Barreras, dijo que “hay unos exalcaldes como el de Medellín que se tiran a la piscina antes de construirla y me parece que es demasiado prematuro. Cualquiera que fracase en la gestión que le encomiende un Gobierno, no tiene derecho a tener aspiraciones superiores, lo primero es cumplir con el deber con Colombia”.
Como se ve, la carrera política de quién hace 4 años despuntaba como uno de los líderes más jóvenes del país, está en este momento en vilo por cuenta de los vaivenes políticos y electorales, y también porque está en la mira de los organismos de control y puede eventualmente resultar sancionado.