Elección del Concejo de Bogotá: ¿más abstención? | El Nuevo Siglo
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Miércoles, 24 de Julio de 2019
Redacción Bogotá

Es bien sabido que los electorados, y no solo en Colombia, son caprichosos, cambian sustancialmente de elección a elección. Frente a la forma en la que votó Bogotá para el Concejo en las últimas dos elecciones, ¿cómo estaría votando la capital en los comicios de octubre de este año?

Las votaciones al Concejo en 2011 y 2015

En los resultados finales de las elecciones de octubre de 2011, la Registraduría Nacional de la Nación señaló que 2,247.000 personas se acercaron a las urnas a votar y de ese total 2,012.429 votos fueron válidos. El potencial de sufragantes hace ocho años era de 4,904.572, lo que implica que más de 2 millones de personas que podían acercarse a las urnas a votar, no lo hicieron. Otras 306,265 votaron en blanco.

Para las elecciones de 2015 todas las cifras aumentaron. En esta ocasión fueron 5.453.086 las personas habilitadas, y de esa cifra 2.716.360 se acercaron a las urnas a votar. Eso implicó que más de 2,7 millones de personas que podían votar, no lo hicieron, con lo que se aumentó el absentismo, y los votos en blanco, siguiendo la misma tendencia, aumentaron a 359.571.

Si bien es cierto que la capital del país tradicionalmente se ha caracterizado por su abstencionismo (Bogotá es un gran reservorio de votantes que por lo general no logra ser explotado por su oferta política y la ciudadanía no tiene intención de votar), Colombia viene de unas elecciones de Congreso y de Presidencia que hicieron evidente un fenómeno muy interesante: la oferta política hizo que Bogotá aumentara sus niveles de participación.

“Por supuesto estas fueron elecciones nacionales y, aunque no son comparables porque no es el mismo tipo de elección, sí es un fenómeno interesante porque distintos sectores de izquierda, de centro y de derecha, lograron mover al electorado bogotano, el cual votó masivamente”, le explicó a EL NUEVO SIGLO el director del Observatorio Político de la Misión de Observación Electoral, Camilo Vargas.

Desconexión con el Concejo

No obstante, el Concejo de Bogotá no es ni el Congreso ni la Presidencia de la República, y de acuerdo con el director político de la MOE esta entidad tiene una desconexión muy grande con buena parte de los bogotanos, que no se sienten representados por esta instancia y que no votan porque no saben exactamente por qué es que están votando.

“En este sentido, con el Concejo pasa lo que incluso pasa a veces en la Cámara de Representantes pero en Bogotá las figuras personales sí jalonan votación. Las personalidades de Álvaro Uribe, de Antanas Mockus e incluso de Jorge Robledo, movieron mucho la votación bogotana y en este sentido todo dependerá de la configuración final de los candidatos y de las alianzas que se formen”, puntualizó el analista.

Punto aparte, de acuerdo con el analista político, Jairo Libreros, la votación al Concejo en estas elecciones aumentará la participación porcentual, especialmente en las ciudades capitales, porque los indicadores electorales que más han crecido son los de las personas que votan por primera vez, así como los votos de la gente joven.

“Yo creo que los votantes que fueron primíparos el año pasado repetirán en esta ocasión, y creo también que las personas que están entre los 22 y los 30 años están más interesadas en la participación electoral, de lo que ha ocurrido históricamente en los últimos años. Por eso creo que estas elecciones regionales, comparativamente con las de 2011 y 2015 mostrarán un aumento en el número de participación”, puntualizó el analista.

Libreros, además, cree que esto se ha debido a una extensión de la clase media y a una mayor formación política que han recibido los ciudadanos colombianos en los últimos años. Así mismo, explica que la apropiación de los temas locales, que siempre han ocupado un lugar secundario con relación a temas nacionales, ha ganado importancia en el electorado joven y son los temas que más se discuten al interior del Concejo.

Figuras fuertes

Finalmente, frente a la votación de Alcalde, el director político de la MOE hace un llamado a la forma en la que se desarrollará la contienda electoral, pues Bogotá podría repetir la experiencia que vivió Barranquilla hace cuatro años, en la cual un candidato despegado en las encuestas puede desincentivar el voto. “Muchos podrían decir: si ya está decidida la Alcaldía yo para qué voy a votar. Todo depende de cómo se dé el debate electoral y de que otros candidatos despeguen”.

Precisamente por eso, Vargas señala que si no se presentan candidatos que logren representar a distintos sectores de la sociedad capitalina, que incentiven el voto y que le den a la ciudadanía una opción real de ganar, es probable que Bogotá vuelva a caer en el abstencionismo que lo ha caracterizado en otros años.