Para el congresista esa desorientación es patente precisamente en la parte septentrional del departamento.
La pérdida de orientación del conservatismo, a causa de los enfrentamientos entre las tendencias partidistas, se aprecia en forma dramática en el norte del Valle del Cauca, le dijo a este Diario el representante Heriberto Sanabria.
Para el congresista, la situación del Partido Conservador vallecaucano es el reflejo de lo que pasa a nivel nacional.
EL NUEVO SIGLO: ¿Qué pasó con la carta que usted le dirigió a la dirigencia conservadora del Valle?
HERIBERTO SANABRIA: Pues yo creo que me equivoqué de destinatario.
ENS: ¿Por qué?
HS: Porque desafortunadamente la respuesta a la fecha ha sido parcial de parte de un buen sector del partido en cabeza del doctor Carlos Holguín, del doctor Germán Villegas, del excandidato Milton Castrillón, del exsenador Francisco Murgueitio, del diputado Mario Germán Fernández de Soto; ellos me han manifestado personalmente su completa disposición y complacencia por esa iniciativa.
ENS: ¿Y el resto?
HS: Aspiramos a que el resto del partido tenga una actitud propositiva; por lo menos de tener gestos para crear escenarios de diálogo y de concentración que le permitan al partido pues establecer estrategias para fortalecerse nuevamente, ¿no?
ENS: ¿Cuál es el escenario en que se requiere esta unidad conservadora?
HS: En el pasado el Partido Conservador en el Valle del Cauca tuvo tres senadores de la República. Cada senador representaba una tendencia: uno al lloredismo, otro representaba al holguinismo y otro al humbertismo, de Humberto González Narváez. Hoy el Partido Conservador no tiene sino dos senadores por el Valle del Cauca. Perdimos un espacio en el Senado.
En el pasado el partido llegó a tener siete representantes a la Cámara, de 13 que tiene el Valle del Cauca. Después pasamos a cinco. Después teníamos tres, en el periodo pasado. Hoy tenemos dos.
ENS: ¿Qué significan esos resultados?
HS: Esos resultados significan lo suicida que es para el partido no estar unido.
El partido llegó a tener 22 de las 42 alcaldías en su menos momento. Hoy no tenemos sino cinco alcaldías.
El ejercicio anterior lo que nos permite concluir es que cuando el partido ha tenido la grandeza y la humildad de establecer estrategias por encima de sus grupos y sus dirigentes, el partido es exitoso.
El partido perdió el norte del Valle del Cauca que era azul. Los municipios del norte del Valle tienen vocación conservadora, no han dejado de ser conservadores, pero hoy tienen presencia política y representativa de otros partidos, como el PIN, La U o Cambio Radical.
Es imposible que un municipio tan conservador como Argelia, en el norte del Valle, donde los conservadores “nacen de la tierra”, el alcalde sea de Cambio Radical.
ENS: ¿Quién es responsable de esa situación?
HS: Eso es responsabilidad de la dirigencia regional que hemos caído en unas disputas internas estériles. Las bases pues simplemente buscan otros sectores dende ha habido espacios. El partido es muy cerrado en el Valle del Cauca. Hay que democratizarlo. No solo en el Valle del Cauca sino en todo el país.
ENS: ¿Qué necesitamos para solucionar eso?
HS: Necesitamos una democratización real. El partido ya no tiene empatía con muchos sectores de la sociedad. Qué bueno que desde el Valle del Cauca emprendamos esa tarea.
ENS: Desde este análisis que usted está haciendo, ¿está bien enfocado el presidente del partido Efraín Cepeda?
HS: Efraín Cepeda tiene una oportunidad histórica de salvar al Partido Conservador, de unir y modernizar al partido, de contextualizar el partido con las tendencias mundiales conservadoras. En ese propósito tenemos que acompañarlo.
ENS: Pero…
HS: En política no debe haber exclusiones o señalamientos. Pero en política sí debe haber evaluaciones. La evaluación del partido, finalmente, no es la mejor. Por ejemplo, pasamos de tener cinco gobernaciones a tener la Gobernación del Putumayo.
Hay que hacer esa evaluación y a partir de ahí enrutar al partido hacia una verdadera reingeniería.
Que el partido le hable a Colombia lo que la gente está pensando y lo que la gente quiere escuchar. El partido no puede seguir enviándole mensajes disonantes con la realidad del país.