El 60.53% de los ciudadanos que podían votar llegaron a las urnas en una jornada electoral que mantuvo en vilo a los colombianos. De un potencial de 38 millones de votantes, algo más de 23 millones hicieron uso de su derecho al voto.
El día de las elecciones, desde las primeras horas de la mañana, se notó una baja afluencia de votantes en los puestos de votación en Bogotá y otras ciudades principales del país. No obstante, hacia el mediodía, la Registraduría Nacional del Estado Civil informó que apenas cinco millones de colombianos habían ejercido su voto, a pesar de que más de 38 millones estaban habilitados para hacerlo. Sin embargo, las expectativas se cumplieron, y a medida que avanzó el día, un número considerable de votantes acudió a las urnas. Con un 99.74% de las mesas contabilizadas, se reveló que un total de 23,017,859 personas participaron en las elecciones regionales, lo que representa un impresionante 59.16% de participación. Esta cifra está en sintonía con el 60.55% registrado en las elecciones regionales de 2019, lo que sugiere una participación constante en la vida política del país.
A pesar de la destacada participación, la abstención sigue siendo un desafío en Colombia. En estas elecciones, la abstención alcanzó un 40.82%, lo que representa un ligero aumento en comparación con el 39.44% registrado en las elecciones de 2019 y se asemeja al 40.67% de 2015. La persistencia de la abstención plantea interrogantes sobre cómo motivar a una mayor parte de la población a ejercer su derecho al voto y participar activamente en la toma de decisiones políticas.
Por otro lado, la votación en blanco disminuyó en comparación con las elecciones de 2019. La Registraduría contabilizó 983,301 votos en blanco, lo que representa un 4.45% del total. Esta cifra es inferior al 5.08% registrado en las elecciones anteriores, indicando un cambio en la percepción de los votantes hacia esta opción. En cuanto a los votos nulos y los sufragios no marcados, se mantuvieron en rangos similares a elecciones pasadas.
En Bogotá, la abstención alcanzó el 48.03%, y la votación en blanco experimentó un ligero aumento, pasando del 4.73% en 2019 al 4.88% en esta jornada electoral. En Medellín, la abstención ha disminuido gradualmente desde 2015, llegando al 46.25% en estas elecciones. En Cali, la abstención también se redujo en comparación con las elecciones de 2019, alcanzando el 49.18% en estas elecciones, lo que sugiere un mayor interés en participar en la toma de decisiones políticas. Sin embargo, el voto en blanco continúa aumentando en comparación con elecciones anteriores, alcanzando un 10.03% en esta jornada.
Las elecciones regionales en Colombia destacaron una participación ciudadana sólida, con 6 de cada 10 colombianos habilitados ejerciendo su derecho al voto. A pesar de este logro, la persistencia de la abstención sigue siendo un desafío en la vida democrática del país. La disminución de la votación en blanco y la estabilidad en los votos nulos y no marcados reflejan un cambio en la dinámica electoral del país, lo que plantea interrogantes sobre cómo fomentar la participación y el compromiso cívico en el futuro.