El acto de instalación del Parlamento el lunes será virtual. Sin embargo, no hay claridad sobre mecanismo de elección de la nueva cúpula del Legislativo
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El próximo lunes debe arrancar la tercera legislatura. Sin embargo, a diferencia de otras instalaciones del Congreso en esta ocasión hay muchos temas que faltando apenas cinco días para la reanudación de la actividad parlamentaria todavía no están claros.
En primer lugar, en medio del pico de la pandemia de Covid-19 la tradición institucional de una comisión de congresistas que sale del Salón Elíptico a la Casa de Nariño para invitar al presidente Iván Duque a que los acompañe para la instalación oficial del Parlamento está descartada.
De hecho, ayer, en medio de la rendición de cuentas del Senado, que se realizó por vía virtual en cabeza del presidente de la corporación, Lidio García, se confirmó por parte de este último que la instalación de las sesiones será de manera virtual. No solo pesó el tema de bioseguridad, sino que por el cierre de aeropuertos es difícil el desplazamiento de senadores y Representantes a Bogotá.
No obstante, lo que la mesa directiva de Cámara y Senado aún tiene en estudio es el mecanismo para elegir a sus sucesores, por cuanto el reglamento interno establece que este procedimiento debe hacerse mediante voto secreto. Una de las posibilidades planteadas es que los legisladores puedan acudir a la sede de la Registraduría de su ciudad y depositar su voto nominal y secreto.
Todo se analiza jurídicamente al amparo de la Ley Quinta del Congreso y del fallo la semana pasada de la Corte Constitucional, según el cual de ahora en adelante las sesiones virtuales solo pueden ser aprobadas previa reforma por parte de los legisladores al Reglamento Interno.
Además, debe tenerse en cuenta que ya hay varios parlamentarios que han reportado estar contagiados del coronavirus. Esta semana, por ejemplo, lo hicieron el senador Horacio José Serpa y los representantes a la Cámara Jairo Cristo Correa y Fabio Arroyave. Así las cosas, ya serían por lo menos ocho los congresistas contagiados, contando solo aquellos que lo han admitido públicamente. A ello se suma, que con los parlamentarios mayores de 65 años es obligatorio tener el máximo cuidado ya que están dentro del rango de edad con mayor índice de letalidad por la pandemia en nuestro país.
Pulso sigue…
Pero la forma de instalación del Congreso no es la única duda al respecto. Tampoco hay claridad en torno a cómo se llevará a cabo la elección de las mesas directivas de Senado y Cámara.
Como se sabe, la cúpula saliente del Senado está compuesta por García, en tanto el primer vicepresidente es Honorio Henríquez (Centro Democrático) y el segundo Alexander López (Polo Democrático). A su turno, la Cámara está presidida por Carlos Alberto Cuenca (Cambio Radical), en tanto que en la Primera Vicepresidencia está Oscar Leonardo Villamizar (Centro Democrático) y en la segunda María José Pizarro (Lista de la Decencia).
En el caso del Senado es claro que el turno de presidir le corresponde a Cambio Radical, según los acuerdos políticos firmados por la mayoría de las bancadas a mediados de 2018. Ese partido, como se sabe, ya postuló a Arturo Char, cuya aspiración, sin embargo, ha estado rodeada de polémica debido a que desde comienzos de este año la Sala Especial de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia le abrió indagación preliminar “por su supuesta intervención en el delito de fuga de presos que protagonizó la excongresista Aída Merlano”. De hecho, al congresista del Atlántico ya la Corte le aceptó su petición de aplazamiento para el 27 de julio de la diligencia de versión libre que debe rendir hasta los magistrados.
Aunque en los corrillos políticos se insiste en que Cambio podría impulsar otros nombres como los de Germán Varón o Rodrigo Lara, lo cierto es que la bancada ratificó su apoyo a Char.
Pero no todo estaría decidido, ya que es sabido que en varias bancadas no quieren elegir como presidente del Senado a un parlamentario sub judice cuya suerte en la Corte es una incógnita.
En ese orden de ideas hay varios movimientos en estos momentos. De un lado, se siguen enviando mensajes a Cambio para que repiense la candidatura de Char, ya que lo peor que le podría pasar al Congreso (desprestigiado a cual más) es que su presidente termine procesado y eventualmente detenido. Sin embargo, desde esa colectividad han respondido que creen en la manifestación de inocencia del senador barranquillero, cuya casa política es hoy una de las más fuertes del país.
Pero de otro lado, debido al caso Char la Alianza Verde está llamando a una especie de ‘rebelión’ para que no se cumplan los acuerdos de julio de 2018 e incluso candidatizaron al senador Iván Marulanda a la presidencia de la corporación. “No tiene ninguna posibilidad pero lo dejan como constancia para ‘cobrar’ si Char termina mal en la Corte… La oposición sabe que en la coalición hay muchas reservas para elegir a Char y tratan de generar una fisura entre liberales y alguna parte de La U para frenar su elección, aunque creo que no funcionará porque el resto de partidos no va a romper los acuerdos”, le dijo a EL NUEVO SIGLO una alta fuente parlamentaria.
Además, no se puede perder de vista que la elección de presidente del Senado está ‘amarada’ al del resto de las directivas así como de la Dirección Administrativa. La Primera Vicepresidencia le corresponde al liberalismo, que si bien es un partido independiente firmó los pactos de julio de 2018 y los ha cumplido sin problema. Los conservadores igualmente, al punto que el último turno para presidir el Senado (2020-2021) es suyo.
De otro lado, la Segunda Vicepresidencia será para la oposición, seguramente un senador de la bancada de Decencia y MAIS.
En la Cámara, entretanto, ya está decidido que el presidente será el conservador Germán Blanco (Antioquia). Aunque le trató de surgir algo de competencia en el parlamentario del Atlántico, Armando Zabaraín, al comienzo de esta semana los 21 representantes azules le ratificaron su apoyo al paisa.
La Primera Vicepresidencia será para La U y la segunda para la oposición, con turno para alguien del Polo.
Según los acuerdos, en la última legislatura el turno de presidir la Cámara será para el uribismo.