Un dispendioso trabajo legislativo es el que le espera al Congreso de la República en el periodo de sesiones ordinarias que apenas está comenzando y que estará marcado por el inicio de la carrera por la Presidencia de 2022.

Aunque faltan dos años para el relevo en la Casa de Nariño, lo cierto es que la campaña ya comenzó a calentar motores y la dirigencia política regional, con seguridad, estará más pendiente de su desarrollo que la agenda legislativa.

Y al igual que sucede todos los años por esta época, las secretarías de Senado y Cámara ya dan cuenta de centenares de proyectos de ley y de acto legislativo, la gran mayoría de ellos de autoría individual.

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En Senado son más de 160 los proyectos radicados desde el pasado 20 de julio, mientras que en Cámara son 215, lo que da una idea de la complejidad de la legislatura.

Y eso sin tener en cuenta que el Gobierno nacional anunció una agenda ambiciosa, pero solo ha radicado siete proyectos, casi todos de reactivación económica: el que impulsa el emprendimiento; el de alivios financieros; el que crea la especialidad agraria; el de conciliación extrajudicial.

Otro busca fortalecer las comisarías de familia; uno más que aumenta las penas por extracción ilegal de minerales y el que ratifica el tratado de Escazú, este último con mensaje de urgencia.

Todas las bancadas parlamentarias han presentado su propia agenda legislativa, unas más voluminosas que otras. Por ejemplo, el Centro Democrático ha hablado de aproximadamente, más de un centenar de iniciativas; algo menor pero igualmente significativas son las agendas de Cambio Radical y del Partido Conservador, por citar algunas.

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“Esto lo que demuestra es que el Estatuto de la Oposición no ha hecho mella en los partidos políticos que, se supone, hacen parte de la bancada de Gobierno y que definirían previamente unas líneas prioritarias para llegar con proyectos consensuados. Pero lo que uno ve es que cada congresista va por su lado a ver quién presenta más proyectos”, le dijo a EL  NUEVO SIGLO el analista y catedrático Jairo Libreros.

Lo mismo sucede con las bancadas que se declararon independientes del Gobierno y las de oposición que han anunciado agendas legislativas muy variadas pero, en su mayoría, a nombre individual de sus congresistas.

“Lo ideal sería ver que el Congreso de trámite a tres grandes agendas legislativas, pero no a centenares de proyectos como está sucediendo y que evidencia la incapacidad de nuestros partidos políticos para conciliar proyectos que verdaderamente sean del interés nacional”, agregó el experto.

Agenda

La tarea urgente será priorizar la agenda legislativa y para ello, la ministra del Interior, Alicia Arango, seguramente está buscando reunirse con las bancadas.

“Nos interesa sacar adelante proyectos que beneficien el interés general. No se trata del número. Se trata de la calidad y necesidad que tiene Colombia de nuevas leyes”, le dijo Arango hace unos días a la revista Semana.

Entre tanto, frente a ese cúmulo de proyectos de origen parlamentario y gubernamental, las mesas directivas de Senado y Cámara ya comenzaron a buscar acercamientos que les permita diseñar una estrategia eficaz de trabajo legislativo, pues como sucede en casi todas las legislaturas muchos de los proyectos radicados no alcanzaron ni siquiera a primer debate por falta de tiempo.

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En Cámara, por ejemplo, este lunes se realizó la primera reunión de compromisarios de los partidos políticos con la mesa directiva de la Cámara, la Secretaría General de la Corporación y voceros del Gobierno para comenzar a perfilar prioridades.

“Ya comenzamos a definir esa ruta de trabajo legislativo, y el primer paso que dimos en ese sentido fue acompañar la instalación de las Comisiones Legales y Constitucionales para llevar un mensaje de confianza a todas las mesas directivas. Ese es un muy buen primer paso para trabajar en equipo”, le explicó a este Diario la segunda vicepresidente de la Cámara, Astrid Sánchez, del Partido Social de Unidad Nacional (La U).

La legisladora prevé que el trabajo de consenso puede dar buenos resultados. “Estamos muy agradecidos porque el presidente Duque quiere que todos los proyectos los trabajemos en consenso de bancada, eso es muy importante para sacar adelante la agenda”, señaló.

Y en Senado ese proceso comenzará apenas esta semana, pues la mesa directiva no se ha reunido debido a la virtualidad de las sesiones.

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Hoy “ya iniciamos formalmente la legislatura. Hay muchos temas que no han sido abordados por la mesa directiva pero tenemos que hacerlo porque hay 160 proyectos de ley y de acto legislativo que han sido radicados en la Secretaría de Senado. Esta semana vamos a empezar las reuniones para ver cómo abordamos todos los temas que han llegado a la Secretaría”, le dijo a este Medio la Segunda vicepresidenta del Senado, Griselda Lobo (‘Sandra Ramírez’), del Partido Farc.

La Congresista de izquierda, no obstante, prevé que el debate legislativo “va a ser intenso”, porque “sin lugar a dudas que en el Senado está la representación mayoritaria del Gobierno, y por supuesto va a querer imponer su agenda, entonces las minorías tenemos que hacernos sentir en plenarias y comisiones”.

Buen ejemplo

Las mesas directivas de Cámara y Senado como de sus comisiones constitucionales tienen un rol decisivo en el trámite de los proyectos de ley y de reforma constitucional, pues son quienes asignan ponentes, incluyen las iniciativas en el orden del día, otorgan la palabra en las deliberaciones y manejan el ritmo de las sesiones.

Pero su aporte no puede quedar ahí, al decir del analista Libreros, “es inconcebible que en tantos años no se haya logrado conseguir un consenso en torno a un tema tan sensible como es la reforma a la justicia que verdaderamente acerque el aparato judicial al ciudadano”.

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Es por ello que el experto destaca como modelo a seguir el proyecto de ley que se radicó el pasado 20 de julio y que reglamenta la Ley Estatutaria que elevó a rango constitucional el derecho a la salud.

“Ese proyecto lleva la firma de 83 parlamentarios de todas las bancadas. Eso demuestra que sí se puede hacer un buen trabajo legislativo para abordar temas de trascendencia nacional porque se nos volvió paisaje presentar por presentar centenares de proyectos en cada legislatura”, concluyó.