Este fin de semana, durante un conversatorio virtual del Centro Democrático, sobre el primer borrador de referendo popular, el expresidente Álvaro Uribe manifestó que la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), como cualquier institución, es derogable o reformable, pues nada de la Constitución es inmodificable.
Además, sostuvo Uribe, “su origen es espurio”, agregando: “Es que perdieron el plebiscito”. Recordó que cuando los promotores del no fueron a la Casa de Nariño dijeron que “nosotros no nos oponemos a que haya acuerdo, pedimos un pacto nacional que reforme esos textos. El Gobierno no quiso hacerlo. Y para completar y agravar el origen espurio, la falta de legitimidad, la pérdida del plebiscito la enmendaron con una proposición del Congreso”.
La declaración de Uribe se contrapone con lo expuesto en una carta que le dirigió el exmandatario Juan Manuel Santos a Rodrigo Londoño (‘Timochenko’), presidente del partido Farc, en la que tras señalar que "entiendo un preocupación de referendo o de ley para 'hacer trizas los Acuerdos de Paz' mediante la derogatoria de la JEP", indicó que "yo no me preocuparía tanto porque ni los acuerdos ni la JEP (que hace parte de ellos) son derogables. Es un imposible categórico jurídico y político", anotando que, según varios académicos y expertos en el tema, "los acuerdos y su debida implementación hacen parte de nuestra Constitución y obliga a este y a los próximos dos gobiernos", tesis que apoyó con lo dicho públicamente por el exmagistrado y actual presidente de la JEP, Eduardo Cifuentes sobre "la fuerza jurídica superior" que tiene lo firmado.