Parece que en el menú de los adagios populares aquel que habla de algo “más largo que una semana sin carne” podría transformarse en “más largo que un día sin carne”, luego que se abriera la posibilidad de establecer en Bogotá una jornada sin dicho comestible.

En opinión del senador Rodrigo Lara, de Cambio Radical, esa decisión resulta paradójica “en un país en donde tantos niños no comen carne durante varios días a la semana”; pero su colega Gustavo Bolívar, de la Lista de la Decencia, consideró además de necesaria es imperativa “para frenar la deforestación en Colombia. La ganadería expansiva está acabando con la Amazonia”.

Para José Félix Lafaurie, presidente de Fedegán, “la teoría de que la ganadería es la gran causante del cambio climático quedó demolida durante la pandemia. Las actividades pecuarias no han cesado, pero sí pararon los vehículos y algunas industrias y la naturaleza tuvo un alivio”.

Lo del día sin carne es una de las medidas que se desprende de un acuerdo aprobado por el Concejo de Bogotá declarando al distrito en emergencia climática, que también conlleva la protección de los suelos de la Sabana, la elaboración de un código de construcción sostenible, el trazado de una ruta para el cierre del relleno sanitario Doña Juana, la educación escolar sobre la emergencia del clima a nivel mundial, un ordenamiento territorial hecho alrededor del agua y la movilización de transporte masivo con una flota que no funcione con base de combustibles fósiles, entre otros aspectos.