“Lo que más anhelan los gobiernos de Cuba y Venezuela es que se llegue a un acuerdo rápido con las Farc”.
Así lo consideró el politólogo e internacionalista Vicente Torrijos, para quien “eso legitimaría sus aspiraciones de secundar al Gobierno de Nicaragua en las aspiraciones territoriales que tiene sobre nuestros espacios marítimos”.
Torrijos también le expresó a este Diario que Chávez en este momento se siente un promotor de la paz a nivel internacional gracias al impulso que le ha dado Santos.
EL NUEVO SIGLO: ¿La posibilidad de lograr la paz con este proceso que el Gobierno inicia con las Farc aliviaría la tensión que ha generado este conflicto en la región?
VICENTE TORRIJOS: Lo que más anhelan los gobiernos de Cuba y Venezuela es que se llegue a un acuerdo rápido con las Farc por cuanto eso legitimaría sus aspiraciones de secundar al Gobierno de Nicaragua en las aspiraciones territoriales que tiene sobre nuestros espacios marítimos. Ellos tienen una perfecta coincidencia de intereses, ellos tienen un plan estratégico perfectamente delineado, y por supuesto que no habría mejor premio que el hecho de que Colombia y de que el Gobierno colombiano finalmente terminaran negociando con sus simpatizantes, que son las Farc, un acuerdo de paz porque automáticamente eso legitimaría sus reclamaciones territoriales, y por supuesto que reduciría nuestro margen de maniobra para enfrentarlos, como originalmente debió haberse hecho, por cuanto no hay ninguna duda de que las Farc hacen parte del movimiento bolivariano continental y del grupo del presidente Hugo Chávez.
ENS: Partiendo del supuesto que Chávez tiene un plan expansionista, ¿la reducción del apoyo popular en Venezuela, le restaría oxigeno para una iniciativa de este tipo?
VT:Yo creo que el Gobierno colombiano contribuyó en alto grado a la reelección del presidente Chávez por cuanto legitimó su posición como acompañante en un proceso de paz, lo despojó de la condición de promotor del terrorismo internacional, lo convirtió en una especie de facilitador de la convivencia pacífica en América Latina, y todo eso por supuesto que creó el clima propicio para que él fuera reelegido y consolidó de manera muy notables las aspiraciones expansionistas del proyecto bolivariano.
Yo creo que el presidente Chávez nunca imaginó que del gobierno del presidente Santos fuera a obtener semejantes concesiones que le devolvieron todo el margen de maniobra y toda la capacidad de intervención en los asuntos internos de los demás estados, comenzando por la propia Colombia.
Así que en este momento el presidente Chávez, no solamente se siente un promotor de paz a nivel internacional sino que además podrá reivindicar como propio el triunfo de Nicaragua, de acuerdo con el fallo que emitirá la Corte Internacional de Justicia, fallo que si nos atenemos a las propias palabras de nuestra Canciller pues estarían consolidando las tesis de Managua, en lugar de consolidar las tesis que siempre manejó el Estado colombiano.
ENS: A propósito, ¿cuáles son sus expectativas en cuanto al fallo de la Corte de La Haya sobre la frontera marítima con Nicaragua?
VT: Con las declaraciones tan inquietantes de la Canciller es apenas normal que la Corte emita un fallo que sea contrario a los intereses nacionales. Definitivamente el caso ha sido muy mal manejado, nuestros abogados han presentado tesis que son contradictorias con lo que ellos mismos han manejado en ocasiones anteriores, no se han centrado en el hecho esencial de que no podemos renunciar al Tratado Esguerra-Bárcenas, no renunciaron a tiempo al Tratado de Resolución Pacífica de Controversias del año 48, que debió hacerse durante el gobierno de Pastrana, 12 meses antes de que Nicaragua instaurara la demanda, con lo cual todo concurre en que el fallo tendrá que afectar sensiblemente el interés nacional de nuestra soberanía.
Consejo de Seguridad
A mediados de este año y durante un mes Colombia presidió el Consejo de Seguridad de ONU. Frente a esta participación Torrijos dijo que “me parece que fue una gestión de mero trámite, que no tuvo ninguna trascendencia, que se limitó a llevar los problemas pero sin destacar en ningún momento el interés nacional porque, entre otras cosas, el interés nacional residía en demostrar que Colombia estaba amenazada y la región y la paz internacional estaban amenazadas por una organización terrorista, las Farc”.