EL NUEVO SIGLO consultó a cinco personas que ya administraron la ciudad. Movilidad, transporte, falta de gobernabilidad, inseguridad, aplicación del POT y Educación, los problemas más apremiantes
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Hoy Bogotá está a 41 días de seleccionar a su nuevo Alcalde o Alcaldesa. Con una carrera electoral que va liderando la candidata por el partido Alianza Verde, Claudia López, seguida por el candidato del movimiento ciudadano Bogotá para la Gente, Carlos Fernando Galán, no viene de más preguntarse: ¿Qué le espera al Alcalde que inaugurará el liderazgo de la ciudad en la década de los 20?
Una cosa es ganar las elecciones, pero otra muy distinta es administrar una ciudad que, en más de un sentido, es un país en sí misma. Además de los tradicionales problemas que siempre han aquejado a la capital de la nación como la seguridad, la movilidad y la falta de cultura ciudadana, al próximo Alcalde le tocará implementar un Plan de Ordenamiento Territorial con el que muchos no coinciden; le tocará asumir (o suspender) la realización de la primera línea de Metro, y deberá atender a la creciente población de migrantes venezolanos.
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Le tocará también hacerle frente a la creciente percepción de inseguridad de la ciudadanía, y le tocará consolidar una región metropolitana para mejorar la interlocución entre la Capital del país y su región circundante, mejorar la calidad del aire y preservar la estructura ambiental, sin desatender el crecimiento y la competitividad de la ciudad.
Es evidente que la realidad de Bogotá se ha complejizado pero, de todos los incendios que el próximo Alcalde deberá apagar, ¿cuál debería ser el primero? EL NUEVO SIGLO se puso en la tarea de hablar con cinco exalcaldes de la ciudad para analizar las perspectivas del próximo Burgomaestre y cuál es, de acuerdo con ellos e independientemente de quien asuma el cargo, el problema más urgente al que se enfrentará el sucesor de Enrique Peñalosa.
Transporte público y movilidad
De los cinco alcaldes consultados por esta redacción, el primero de ellos en posicionarse en el cargo fue Juan Martin Caicedo, quien asumió en los albores de la década de los años 90, desde 1990 hasta 1992.
De acuerdo con Caicedo, quien actualmente se desempeña como presidente ejecutivo de la Cámara Colombiana de Infraestructura (CCI), el problema más apremiante que tiene hoy la ciudad es, sin duda, el transporte y la movilidad.
Sin desconocer que la próxima administración también deberá prestarle especial atención a los problemas sociales que tiene la capital del país, Caicedo señaló que, si bien hay aproximaciones completamente opuestas frente al tema, en esta contienda electoral todos los candidatos coinciden en la necesidad de construir un Metro para la ciudad.
“En efecto hay posiciones divergentes, pero todos los candidatos coinciden en que Bogotá necesita un Metro, y coinciden también en que la capital debe acabar de implementar el sistema de Transmilenio, entendiendo que este sistema es un complemento para el eje estructurante de todo el ejercicio que vamos a hacer en materia de movilidad, con el Metro para la capital de la Republica”, señaló.
Añadiendo que este es un proyecto que la ciudad tiene que sacar adelante, así como el de la construcción rápida de las líneas alimentadoras del Transmilenio para el Metro, a razón de que estos son dos sistemas que se complementan, para Caicedo la movilidad se convirtió en un problema social, “y por eso requiere de soluciones urgentes”.
Por último, el Presidente de la CCI aclaró que Bogotá tiene que optar por una decisión urgente y rápida a estos respectos, y que el Metro es, sin lugar a dudas, “un eje estructurante de esa solución”.
Falta de gobernabilidad
Cinco años más tarde, Paul Bromberg llegó al Palacio Liévano en calidad de alcalde encargado, en reemplazo de Antanas Mockus, quien renunció para postularse a la Presidencia de la República en 1997. Para él, quien durante la alcaldía de Mockus se desempeñó como director del Instituto de Cultura y Turismo de la ciudad, el problema más apremiante que tiene Bogotá es que se ha hecho absolutamente ingobernable.
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“Su gobierno se ha hecho imposible. Desde ese punto de vista: ¿Qué debería hacer el gobierno entrante? Renunciar. Mientras no se resuelva la gobernabilidad, renunciar. Bien sea del sector que se ha venido llamando derecha, centro o izquierda, quienes no ganen las elecciones se van a dedicar a torpedearlo, y eso lo van a hacer a través de los organismos de control, cuando tienen alguna forma de gestión frente a ellos, o a través de presentar demandas ante los jueces, que nunca sabemos qué van a fallar”, puntualizó el exalcalde de la ciudad.
Bromberg le hizo una fuerte crítica a los organismos de control y a los jueces, sobre quienes dijo que son jurídicamente irresponsables, porque casi no asumen riesgos con las decisiones que toman, dificultando que el Gobierno avance en sus iniciativas y resuelva otros apremiantes problemas como la seguridad y la movilidad.
“Mientras un funcionario decide hacer una obra o contrato, sometiéndose a una cantidad de riesgos si sale mal, un organismo de control que la detiene, puede producir un impacto económico inmenso, pero el funcionario del sistema jurisdiccional que toma esa decisión, no corre un riesgo de que su patrimonio se vea afectado por una decisión que puede costarle muchísimo al Distrito o al Estado”, añadió.
Frente a la movilidad, argumentó que se requiere de una intervención muy contundente y difícil de llevar a cabo, pues esta es la ciudad más densa del hemisferio occidental y algunos de sus problemas de movilidad son absolutamente insolubles, sobre todo desde el punto de vista colectivo.
Y frente a la seguridad, un tema que de acuerdo con él es un tema más social que de gobierno, “la posibilidad de intervenir para que en un tiempo relativamente cortó disminuya la delincuencia que nos agobia (así los homicidios hayan bajado), es muy difícil. Es decir: ese gran bajón de homicidios que dicen que consiguió el alcalde Rudy Giuliani en Nueva York, fue más un efecto demográfico”, finalizó diciendo.
Lucha contra la inseguridad
Para Luis Eduardo Garzón, quien se desempeñó en el cargo entre 2004 y 2008, inaugurando ocho años de gobierno del Polo Democrático Alternativo en la ciudad de Bogotá, el problema más serio que tiene la ciudad en estos momentos es el de la inseguridad. Recordando que él, durante su administración, tuvo que enfrentarse al paramilitarismo y a las Farc, hoy el problema se concentra sobre todo, de acuerdo con él, en los jibaros y en el micro tráfico.
“Sin lugar a dudas la seguridad es el problema más apremiante de Bogotá. Yo creo que los dos factores de mayor perturbación son el atraco callejero, sobretodo en Transmilenio, y sin ningún titubeo digo que toca confrontar a los expendores de droga y los micro carteles y carteles de la droga en Bogotá”, sostuvo.
Aludiendo a que hoy en la ciudad hay una percepción generalizada de fragilidad ciudadana, de vulnerabilidad y de incertidumbre, Lucho Garzón añadió que la próxima administración debería abordar este problema, asumiéndolo no como una política de Distrito sino como una política de Estado.
“Este es un problema que tiene que convocar al Presidente de la República y que tiene que pasar por toda la institucionalidad que funciona alrededor de eso, hasta llegar a la sociedad civil, a los comerciales, a los gremios y a los empresarios”, puntualizó el exalcalde.
Para terminar, Garzón dijo que todo lo que esta administración ha logrado hacer a este respecto como la consolidación de una Secretaría de Seguridad, como la instalación de cámaras de video vigilancia, y como la prohibición de sustancias psicoactivas en entornos escolares, “son todas iniciativas supremamente positivas que deben ponerse en función de un objetivo común para prevenir, confrontar y sumar esfuerzos”.
Plan de Ordenamiento Territorial
Clara López Obregón, quien se desempeñó como alcaldesa encargada de Bogotá entre el 8 de junio y el 31 de diciembre de 2011, tuvo la titánica tarea de asumir el cargo tras la destitución del alcalde del Polo Democrático Alternativo, Samuel Moreno.
De acuerdo con López, quien además se desempeñó como secretaria de Gobierno entre 2008 y 2010, el problema más apremiante que tendrá el próximo Alcalde estará relacionado con la implementación del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), en caso de que este documento se apruebe durante los próximos días.
“Este es el modelo de ciudad que vamos a seguir durante los próximos 12 a 15 años y por ello me parece fundamental que este documento no sea aprobado a las carreras o por decreto, y sin la discusión que no se ha visto. Ni el cabildo abierto ni el tiempo de estudio fueron suficientes. Es un acto de responsabilidad dejar esto para una discusión más amplia y que no tenga lugar en pleno proceso electoral”, explicó la excandidata presidencial.
Comenzando por referir que el próximo Alcalde debería tener la oportunidad de discutir ampliamente con la ciudadanía, así como con el Concejo de Bogotá, este Plan de Ordenamiento Territorial, e introducirle las modificaciones que requiere porque su implementación será todo un reto, la exalcalde también señaló que la ciudad necesita un Plan que defienda su estructura ecológica principal y que proteja sus cerros, “ambas cosas que no se ven en el POT que actualmente se está discutiendo”.
Educación Superior
Por último, para Gustavo Petro, quien se desempeñó en el cargo entre 2012 y 2015 y fue quien le entregó la batuta a la actual administración, esta ciudad tiene muchos problemas apremiantes, pero el más importante de ellos es el de la necesidad de hacer una universidad pública.
Aludiendo a que con este problema se resolverían otras apremiantes situaciones que vive a diario la capital, como la inseguridad, el actual Senador dijo que el cambio del censo poblacional da a entender que ya se alcanzó una alta cobertura en primera infancia, “lo que no creíamos antes porque había una población más grande en las estadísticas de la que al parecer hay”, y que por eso el próximo Alcalde lo que deberá hacer, es suplir la cobertura en la educación superior.
“En mi experiencia como Alcalde, y mirando los vacíos de los diferentes programas desarrollados, yo te diría que los jardines infantiles y la atención a la primera infancia, pero mirando el cambio del censo poblacional, que dice que llegamos a una alta cobertura en atención integral a primera infancia, te diría que hoy el programa más importante, sí es el de consolidar una universidad pública, presencial y gratuita para el conjunto de la juventud bogotana”.