En su segunda sala plena ordinaria del año, realizada ayer, los magistrados de la Corte Suprema de Justicia no se pusieron de acuerdo para llenar las siete vacantes del alto Tribunal
Es apremiante que antes del 28 de febrero la Corte logre al menos escoger a un nuevo magistrado porque es día se va el togado Ariel Salazar y se desbarataría el quórum de 16 juristas necesario para tomar decisiones.
En relación con la elección de presidente, al igual que el pasado 24 de enero no hubo consenso entre los 16 magistrados actuantes acerca de la aspiración de Jorge Luis Quiroz, de la Sala Laboral, quien fue vicepresidente el año pasado y por ello atendiendo la costumbre que hay en el alto Tribunal le correspondería ocupar esta dignidad en la presente vigencia. No obstante, le salió un gallo tapao a la aspiración de Quiroz porque su compañero de la Sala Laboral, Gerardo Botero, también decidió aspirar para ocupar la presidencia este año. Entonces hubo la necesidad de designar un presidente en calidad de encargado, nombramiento que recayó por orden alfabético en el magistrado Francisco Acuña.
Luego de la elección del nuevo fiscal General, Francisco Barbosa el presidente (e) de la Corte, José Francisco Acuña, señaló la semana pasada que había ambiente en la Corte para tomar las otras decisiones que están pendientes. “No habrá catástrofe ni crisis irremediable. Nombramos Fiscal. Estamos cumpliendo y seguiremos en la dialéctica de nombrar magistrados y dignatarios. Como sistema independiente, estamos superando las situaciones que se presentan”, aseguró Acuña Vizcaya.
El hecho que en la actualidad solo haya 16 magistrados obliga a la unanimidad para tomar cualquier decisión en sala plena y, por ende, dificulta la elección de los nuevos magistrados, teniendo en cuenta que hay intereses de por medio porque para nadie es un secreto que hay togados que quieren que amigos suyos lleguen a la Corporación de las listas de aspirantes que ha hecho llegar el Consejo Superior de la Judicatura. Vale recordar para hacerse a una idea de lo complicado que ha sida para la Corte Suprema llenar estas vacantes que se producen por terminación del periodo de ocho años o por renuncia, que hay dos de estas plazas que vienen desde 2018.