Presidente del Senado, Ernesto Macías, dijo que es necesario hacerle ajustes a los acuerdos con las Farc y que eso debe ser analizado sin insistir en la polarización entre amigos y enemigos de la paz
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EL NUEVO SIGLO: En el pulso de las objeciones presidenciales a la ley estatutaria de la JEP, ¿quién terminó ganando: los contradictores o quienes las apoyaban?
ERNESTO MACÍAS: Aquí no se trataba de quién ganaba o quién perdía un pulso que no tenía ningún otro objetivo, sino subsanar o corregir unos errores, unas circunstancias, unas preocupaciones sobre la ley estatutaria de la JEP. De eso se trataban las objeciones.
De manera que en el caso de aprobarse las objeciones ganaba el país; de no aprobarse perdía el país.
Hoy el proyecto quedó en el limbo porque en el Senado no se tomó ninguna decisión, por cuanto los votos requeridos o los votos reglamentarios no alcanzaron para hundirlas ni para aprobarlas. De tal manera que esa es la situación.
ENS: ¿Cuál es su opinión respecto a la tesis de algunos parlamentarios uribistas e incluso de la coalición de gobierno en torno a que al no haber decisión sobre las objeciones esos seis artículos se deberían hundir, de acuerdo a una interpretación de la Ley Quinta?
EM: Sobre esto hay muchas interpretaciones, hay jurisprudencia. Yo pienso que quedó en manos de la Corte Constitucional definir estos aspectos. Yo soy de los que cree que al no haber decisión se cae el objeto de lo que se estaba discutiendo. Esperemos que sea la Corte Constitucional la que se pronuncie al respecto y defina esta situación.
ENS: ¿Por qué no se pudo llegar a un acuerdo, como lo proponían el uribismo y otros sectores, para al menos aprobar una de las objeciones, sobre todo en el tema que más preocupa: la extradición?
EM: Ese acuerdo se buscó desde un comienzo, en principio para aprobar todas las objeciones e, inclusive, más allá, presentar unos nuevos proyectos para buscar la corrección de muchos aspectos que preocupan y pueden ser perjudiciales para el país.
Al final nosotros estábamos hablando de que se salvaran dos objeciones, pero especialmente la que usted menciona, porque ese artículo como está redactado en el proyecto de ley pues le cierra por la puerta de atrás el paso a la extradición. Es decir, en el futuro, si ese artículo queda como está en el proyecto, cualquier narcotraficante de Colombia con la mentira o el pretexto de ofrecer verdad, se acoge a la JEP y evita ser extraditado.
Sin embargo, hay radicalistas en esto y quienes dirigían ese radicalismo nunca quisieron aceptar nada, no facilitaron ninguna posibilidad para un acuerdo, por lo menos para haber salvado uno o dos objeciones, que es grave para el país.
Y terminamos en esto: en que ninguna fue negada o aprobada, de manera que esto quedó en una indecisión que tampoco le conviene al país.
Sin polarización
ENS: El Gobierno ya presentó un proyecto de acto legislativo para que los agresores sexuales salgan de la JEP y sean juzgados por la justicia ordinaria. El Presidente ha anunciado otros dos, ¿cree que frente a estas tres iniciativas nuevas puede cambiar la correlación de fuerzas alrededor de este tema?
EM: Yo insisto en que esto no se puede manejar con la polarización que se creó alrededor de los amigos o enemigos de la paz, ni en pulsos políticos que no le convienen al país. Aquí se trata de corregir aspectos que no quedaron bien en los acuerdos que firmó el gobierno anterior con las Farc.
De manera que los congresistas en el futuro tenemos que pensar y analizar las propuestas del Gobierno encaminadas a corregir estos aspectos y no en un pulso político de ganar o no ganar, de derrotar o no derrotar.
Aquí el Gobierno no pierde. El Gobierno sigue. El Gobierno no es derrotado porque una ley se hunde. El que pierde es el país.
Yo confío en la sensatez, que una vez se presenten estos proyectos salgan adelante en las cámaras legislativas.
ENS: ¿Cómo entender la posición de Roy Barreras y otros parlamentarios de La U que, siendo de la coalición de gobierno, terminaron liderando la votación contra las objeciones?
EM: Es que senadores como el senador Roy nunca han pensado en el país. Es una excepción que yo hago con ese senador, porque él piensa en sus intereses, piensa en sus caprichos, piensa en circunstancias ajenas a los intereses del país. Él con el tema de la paz, que lo coinvirtió en una bandera política, politiquera o electorera, se prende de ahí para tratar de imponer sus propios intereses.
ENS: Tras lo ocurrido con las objeciones, sobre todo en el Senado, ¿se puede decir que Colombia no ha salido de la polarización alrededor de los temas del Acuerdo de Paz con las Farc?
EM: Infortunadamente aquel cuento de los amigos y enemigos de la paz ahí sigue vigente. Nosotros aspiramos a que se doble esa página, pensemos en muchos temas, en muchos problemas que tiene el país y no alrededor de una situación que debe superarse, que debe terminar de organizarse, porque eso quedó mal y hay que corregirlo.
Ojalá las pasiones políticas queden a un lado y se piense más en el país para corregir todo esto.
A cumplir la ley
ENS: ¿Qué responde a quienes lo acusan de que no hubo suficiente imparcialidad en el manejo del debate de las objeciones?
EM: Desde el 20 de julio, y lo haré hasta el próximo 20 de julio, no he hecho otra cosa que cumplir con la Constitución y la ley. Algunos quieren que el cumplimiento de la ley, que el cumplimiento del reglamento del Congreso, se ajuste a sus intereses. Yo a eso no le voy a jalar. Yo lo que hago es cumplir con mis obligaciones, con mis funciones y de allí no me voy a salir.
ENS: ¿Por qué el Senado no pudo al fin de cuentas debatir el Plan de Desarrollo? ¿Hubo una falta de comunicación con el Presidente de la Cámara o hubo un acto unilateral de este para no dejar al Senado participar de un debate tan importante?
EM: El Plan de Desarrollo se discutió en las comisiones económicas durante más de dos meses, cuando pudieron participar muchísimos congresistas; en el caso nuestro, casi la totalidad de los senadores, que hicieron propuestas, introdujeron propuestas, artículos, etcétera.
Por tener nosotros un sistema bicameral, se presentan en ocasiones situaciones como esta: que una cámara termina primero el trámite de una ley; en este caso levantaron y convocaron para dos días después de que se venza el término para aprobar el Plan de Desarrollo. Y pues obviamente el Senado no tenía la posibilidad de modificar el texto que salía de Cámara.
De tal manera que eso es lo que tenemos y por esa razón los senadores pidieron mediante una proposición que se votara el texto como venía, al margen de la discusión que se pudiese dar, pero muchos, casi que la mayoría, convencidos de que ya habían discutido el proyecto, que ya conocían lo aprobado en la Cámara y se declaraban satisfechos. Lo sometimos a votación cumpliendo todos los requisitos legales y de esa manera fue aprobado el Plan de Desarrollo.
ENS: En redes sociales se dice que el presidente Chacón actuó así por roces que ha tenido con usted por las objeciones y la tutela interpuesta contra la votación de la Cámara, ¿qué opina?
EM: Yo no creo en esos comentarios ni creo que eso sea así. Creo que no da para tanto. No creo que se obre irresponsablemente en esto. Al contrario. Cada quien dentro de su fuero actúa y el Presidente de la Cámara hizo lo que le correspondía, lo que él creía que debía hacer.
Año electoral
ENS: Muchos dicen que lo que impulsaba a la izquierda a contradecir las objeciones no era que las consideraran equivocadas, sino que vieron la oportunidad de derrotar al expresidente Uribe con lo que eso significa en la antesala electoral, ¿usted qué opina?
EM: Eso es posible. Sin duda estamos en un año electoral. Estamos a muy pocos meses de las elecciones regionales y desde luego el Congreso, que está integrado por partidos y movimientos políticos, pues tienen intereses políticos. Y en un año electoral pueden anteponer sus intereses particulares políticos sobre el interés nacional.
ENS: ¿Considera que lo que pasó con las objeciones tiene que ver con una presunta debilidad política del gabinete?
EM: De ninguna manera. El presidente Duque durante la campaña anunció que presentaría unas modificaciones a todo lo que tiene que ver con los acuerdos que firmó el gobierno anterior con las Farc. Y algunas de esas observaciones están en la ley estatutaria de la JEP.
Aquí lo que ocurrió es que el presidente Duque por convicción y buenamente facultado por la Constitución acudió a la figura de las objeciones, impugnando por inconveniencia seis puntos de una ley que tiene cerca de 160 artículos. Y desde luego en el Congreso, donde hay diversas opiniones, diversas tendencias, diversos intereses, se tramitó.
Esto no se puede mezclar con debilidad o no de los ministros y ministras.
ENS: ¿Considera que dado lo que ha ocurrido en esta legislatura, debería el presidente Duque ajustar su gabinete?
EM: Nunca me ha gustado, ni cuando había un Presidente como el pasado, que tanto daño le hizo al país y que estuvimos en contra de él, opinar sobre cambios que debería o no hacer. Eso es del fuero presidencial. Solamente él sabrá si hay miembros de su gabinete, si hay integrantes de su equipo, que funcionen o no funcionen, y solo él decidirá si cambia uno o dos miembros de su equipo de trabajo. No me gusta incursionar en terrenos ajenos.
ENS: Faltan escasas cinco o seis semanas para cerrar esta legislatura, ¿qué proyectos de acto legislativo o de ley tienen riesgo de hundirse y cuales podrían pasar, dentro de la considerada agenda clave?
EM: Hay varios proyectos, algunos en la Comisión Primera del Senado, como la reforma a la justicia, como otros proyectos muy importantes. Lo que llamamos la ‘Ley de TIC’, que es importante y sobre todo necesaria para el país. Yo confío en que esta y otras iniciativas se tramiten antes de terminar el presente periodo de sesiones.
He dicho lo siguiente: si no alcanzamos antes del 20 de junio a tramitar algunos proyectos de ley importantes para el país, yo le pediría al presidente Iván Duque que convoque el Congreso a sesiones extraordinarias para continuar el trabajo y terminar el trámite de algunos proyectos que son importantes.