Un proyecto de reforma constitucional que propone unificar las jornadas electorales es estudiado por la bancada del Partido Conservador, le anunció a EL NUEVO SIGLO el senador Juan Diego Gómez.
El proyecto propone hacer coincidir las elecciones regionales con las del Congreso, lo que implica ampliarles el período en dos años y medio a los actuales gobernadores, alcaldes, diputados, concejales y ediles, cuyos sucesores se elegirían en marzo de 2022, junto con los nuevos congresistas, para un período constitucional de cuatro años, que iniciaría el 25 de julio de 2022 y no el 31 de diciembre de 2019, como está previsto. En otras palabras, no habría elecciones regionales el próximo año.
Para el congresista, vocero de la bancada y ponente de la iniciativa, la propuesta tiene sus riesgos, porque en un régimen presidencialista cuando la favorabilidad de un candidato empieza a sumar atenciones en las ciudades capitales “eso podría afectar las elecciones territoriales si se realizan simultáneamente”.
“Fíjese que las elecciones pasadas del mes de junio y de la del mes de mayo, el mapa político en el país se dividió en la mitad, entre Iván Duque y Gustavo Petro. Ahí es donde está el riesgo”, recalcó.
Gómez explicó que el proyecto busca que no existan tantas elecciones permanentemente, sino que se pueda unificar las elecciones en un mismo año.
“Creo que el hecho de que haya elecciones hace parte de la democracia. Personalmente no he encontrado el sentido del proyecto y estoy trabajando con los autores del mismo para poderlo socializar con toda la bancada”, manifestó.
Indicó además que “allí puede haber unos ahorros importantes, pero pueden existir también unos riesgos importantes para la democracia”.
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Señaló el ahorro es el costo de unas elecciones, como las del Concejo o Asamblea, juntas administradora locales, alcaldías y gobernaciones, que, reconoció, “es una elección grande que le cuesta mucho al país”.
Se trata del proyecto de Acto Legislativo número 105 de 2018 Cámara, “por el cual se unifican las elecciones nacionales y locales y se amplía el período de mandato”, radicado el 22 de agosto por varios congresistas de la bancada conservadora: Laureano Acuña, Yamil Hernando Arana, Miguel Ángel Barreto, Germán Blanco, Nicolás Albeiro Echeverry, Nora García, Adriana Magali Matiz y Juan Samy Merheg.
De aprobarse, dijo Merheg, la reforma constitucional les daría gobernabilidad a los mandatarios locales y regionales porque alinearía la formulación de los planes de desarrollo de municipios y departamentos con el nacional.
No es la primera vez que se propone algo semejante. Una las promesas incumplidas por Juan Manuel Santos fue la que les hizo a alcaldes y gobernadores en 2014 de unificar los calendarios electorales, lo que les ampliaba el período a los mandatarios de entonces.
Este año fue el exvicepresidente Germán Vargas Lleras quien propuso alinear los comicios regionales, pero no con los de Congreso, sino con las presidenciales.
En su momento, Gilberto Toro, director de la Federación Nacional de Municipios, consideró que la propuesta “es importante porque hace que los planes de desarrollo se articulen de alguna manera más efectiva y podamos tener mayor tiempo. Y las posibilidades de trabajar entre el Gobierno nacional y los gobiernos locales, eso ayuda, pero indiscutiblemente se requiere algo más; por lo menos que los períodos de todos sean por lo menos de cinco años”.
Dijo que ello implicaría una reforma constitucional y por lo tanto debería empezarse este mismo año para que pueda contribuir en el fortalecimiento del trabajo de los mandatarios locales.
“Nosotros quisiéramos que estuviéramos como todos los países desarrollados, y que hubiera reelección, por lo menos de un período, pero dado que la clase política no ha querido dar ese paso, hay que reconocerle ese derecho a los ciudadanos de premiar a un buen gerente, por lo menos que tengamos un período de cinco años, y que no estemos cada cuatro años reinventándonos los municipios”, señaló Toro.