Tras un conato de rebelión en la bancada conservadora en la Cámara, que arrojó dudas sobre la seguridad que el representante Germán Blanco alcanzara la Presidencia de la Corporación, los congresistas de la colectividad confirmaron su unidad en torno al legislador antioqueño.
Y como para alejar cualquier incertidumbre, los primeros en firmar la declaración que al respecto se divulgó ayer fueron Blanco y el representante por Atlántico, Armando Zabaraín, de quien se decía que iba a postularse para la misma dignidad.
Los 21 parlamentarios conservadores con asiento en la Cámara dejaron claro en el comunicado que su candidato es Blanco, agradeciendo “el respaldo a la postulación, manifestado en reuniones virtuales por los diferentes partidos y movimientos políticos de Gobierno, independientes y de oposición”, a las que acudió el nominado “legitimado por nuestra bancada conservadora”, y expresando la esperanza “que al realizarse la elección de la mesa directiva, el pleno de la Corporación acompañe” a Blanco “como candidato a ocupar la Presidencia de la Cámara de Representantes”.
Verdes
Entre tanto, proponiendo como candidato a la presidencia del Senado al congresista Iván Marulanda, la bancada de la Alianza Verde invitó a incumplir los acuerdos políticos que determinan que a dicha dignidad le corresponde en la próxima legislatura a Cambio Radical, colectividad que hasta ahora mantiene la postulación del senador Arturo Char.
Sin mencionar a Char, los verdes señalaron a través de un comunicado que “elegir a una persona que investiga la Corte Suprema de Justicia por graves hechos de corrupción electoral, con desempeño nulo en el Senado y sin ninguna capacidad ni disposición para garantizar el control político al Gobierno nacional, sería nefasto para la ética pública y la democracia en los momentos dramáticos por los que atraviesa el país”.
Los verdes manifestaron que “el país demanda de la cabeza del Poder Legislativo las más altas calidades éticas para mantener en alto la lucha contra la corrupción, la garantía de independencia respecto al Poder Ejecutivo y un compromiso indiscutible con la paz, la renta básica y las medidas en materia de salud pública en medio de la pandemia”.
Acuerdos
Sin embargo, hasta el momento, todo parece indicar que el llamado a la rebeldía por parte de los verdes no tendrá mucho eco, máxime cuando en la Casa de Nariño tienen la expectativa de poder contar en la bancada oficialista con los congresistas de Cambio Radical, quienes deben anunciar antes de septiembre si se suman de manera pública a quienes en Senado y Cámara acompañan la gestión del Gobierno o si lo harán de manera indirecta, es decir, apoyando las iniciativas del Ejecutivo, pero manteniendo una posición independiente.
Una prueba de fuego para los legisladores de la colectividad será la elección de las mesas directivas del Congreso. Fuentes consultadas por este Medio dieron cuenta que mientras un sector importante de la bancada está firme con Char, hay otro minoritario que está dudando.
De lo primero se desprenden las declaraciones del secretario general de la colectividad, Germán Córdoba, publicadas por este Diario, en las que señaló que ya “en dos ocasiones, la bancada de Senado del partido Cambio Radical ha discutido el tema de quién sería nuestro designado para asumir la Presidencia del Senado en la próxima legislatura y en ambas ocasiones, la bancada le ha dado un respaldo unánime al senador Arturo Char”.
De no ser Char el nuevo presidente del Senado, la dignidad podría recaer en Rodrigo Lara o Germán Varón, dos pesos pesados de la colectividad. Está por verse si esta situación une o divide a las posiciones ya mencionadas respecto a entrar a la coalición de Gobierno o seguir como bancada independiente.
Sobre esto no puede anticiparse mucho, más allá de analizar actuaciones anteriores de los congresistas de Cambio Radical que se han mostrado pragmáticos a la hora de zanjar sus diferencias. Además, tienen cerca una experiencia negativa, pues al Partido Social de Unidad Nacional (La U) no le ha ido bien estando en la coalición mientras alberga un sector minoritario que habría preferido la independencia.