A pesar de la emergencia nacional que vive el país por cuenta de la pandemia del nuevo coronavirus el Congreso logró sacar avante el segundo periodo de la legislatura que finalizó el pasado sábado, en donde enfrentó el escollo inédito de no poder sesionar de manera presencial por la cuarentena que ordenó el Gobierno y que además no había experiencia, y por lo tanto era incierto cómo saldría al hacerlo de forma virtual, que fue la solución que se encontró para evitar la parálisis. El balance deja dos reformas constitucionales aprobadas así como varios proyectos, al igual que se le dio el trámite a otras iniciativas.
Una de las palabras más usadas durante esta pandemia en el mundo es reinventarse, que aplica a las personas, las instituciones, los gobiernos, como la necesidad de cambiar para adaptarse a las nuevas condiciones que esta pandemia ha impuesto a la humanidad en su diario vivir.
En el caso del Congreso colombiano, a juzgar por los resultados, puede decirse que se supo reinventar para adecuarse al difícil momento y cumplir con su papel de producción legislativa y control político al Gobierno nacional.
Sin duda es un punto a favor de un Parlamento que históricamente ha sido una de las instituciones nacionales con la peor imagen entre los ciudadanos, pues muchos lo asocian con la politiquería, la corrupción y la ineficiencia.
Vale recordar que el segundo periodo de esta legislatura tenía que instalarse el pasado 16 de marzo; sin embargo, ello no fue posible porque el 12 de marzo el presidente Duque anunció la declaratoria de la emergencia sanitaria y puesta en marcha de rigurosas medidas para contener la pandemia; mientras que el 15 de marzo se ordenó suspender clases en colegios y universidades.
Precisamente, el mismo día en que el Parlamento debía volver a sesionar el Ministerio de Salud prohibió las reuniones con más de 50 personas, lo que claramente dejaba imposibilitado al Congreso para reunirse, pues la plenaria de la Cámara en el Salón Elíptico congrega 171 parlamentarios, mientras que en la plenaria del Senado se reúnen 107 legisladores.
El salvavidas
El balance positivo que arrojó el Congreso al sacar adelante el segundo periodo de la legislatura es más relevante al tenerse en cuenta que perdió más de 20 días en que no sesionó, primero por las dudas jurídicas acerca de la validez de las sesiones virtuales y, segundo, mientras que se instalaban las plataformas con la capacidad para que se pudieran conectar una gran cantidad de legisladores, tanto en las comisiones como, aún más complicado, en las plenarias.
Un decreto presidencial autorizó al Congreso y las otras corporaciones de elección popular a reunirse de forma virtual durante la emergencia sanitaria, lo que permitió a algunas comisiones del Senado y la Cámara inicialmente hacer control político.
Posteriormente, primero la Cámara, las comisiones y las plenarias debatieron y votaron proyectos de ley virtualmente.
Precisamente, el 28 de abril pasado se produjo un hecho histórico en el Legislativo al ser votado y aprobado en uno de sus debates de forma virtual un proyecto de ley. Se trató de la iniciativa de reforma constitucional para crear la región metropolitana Bogotá-Cundinamarca.
También en medio del funcionamiento del Legislativo con relativa normalidad gracias a la virtualidad durante la crisis de la pandemia, se dio una fuerte discusión entre parlamentarios que defendieron sesionar desde la casa, dado el peligro que sería hacerlo tanto en el Capitolio Nacional como en el Edificio del Congreso, cabildantes de partidos independientes y de la oposición, incluso el Conservador, que abogaban por volver a las sesiones presenciales, con las debidas medidas de bioseguridad, porque consideran que es la única forma de cumplir la función constitucional.
En este pulso el entonces presidente del Senado, Lidio García, se mostró cauto primero ante las sesiones virtuales por la inseguridad jurídica que existe y también frente a la posibilidad de sesionar presencialmente, por el temor al contagio de los parlamentarios con el Covid-19.
En tanto que el entonces presidente de la Cámara, Carlos Cuenca, fue más audaz porque inicialmente le dio luz verde a las sesiones virtuales, al tiempo que manifestaba la necesidad de sesionar presencialmente.
En ese propósito se logró una fórmula intermedia a través de un acuerdo que aprobó la Cámara, que consistió en sesiones semipresenciales en plenaria en las que la mesa directiva y un vocero por cada uno de los partidos participaban en los debates presenciales en el Salón Elíptico, mientras que el resto de legisladores lo hacían virtualmente.
La primera sesión plenaria de la Cámara de forma semipresencial se realizó el pasado 15 de mayo, pero el pasado 4 de junio finalizó este experimento porque uno de los que asistió, José Luis Correa, dio positivo.
No obstante, también vale destacar esta experiencia como otro de los intentos del Congreso para sesionar -lo más cercano a la normalidad- en medio de la crisis de la pandemia.
Ahora hay que pensar en lo que será la tercera legislatura, instalada por el presidente Duque el próximo 20 de julio, aunque sigue la incertidumbre de cómo sesionará el Congreso, pues si bien, la cuarentena debe finalizar el próximo 1º de julio, las restricciones sobre el distanciamiento social continuarán y por el momento no se sabe si los parlamentarios se podrán reunir presencialmente o tendrán que seguir haciéndolo virtualmente.
Proyectos aprobados
Las reformas constitucionales aprobadas fueron la cadena perpetua para asesinos y abusadores de niños, después de varios años que sus impulsores venían intentándolo, y la Región Metropolitana Bogotá- Cundinamarca.
También, entre otros, la plenaria del Senado aprobó un proyecto para impulsar el trabajo en los adultos mayores; mecanismos para la participación de la agricultura colombiana en mercados de compras públicas de alimentos; y la estampilla pro hospitales públicos del departamento de Antioquia.
De igual manera pasó a conciliación el proyecto por medio del cual se establecen criterios de priorización en materia de prestación de servicios públicos domiciliarios; así como a sanción presidencial pasó la iniciativa que crea el Consejo Nacional de Planeación Lingüística
Igualmente se aprobaron las conciliaciones de los proyectos de pago en plazos justos, así como el de un ambiente libre de plomo.
En tanto que la Cámara de Representantes aprobó, entre varios, el Proyecto de Ley por medio del cual se dictan disposiciones especiales para la prestación del servicio de transporte escolar en zonas rurales del país; y la Ley de amnistía del 50% en multas de tránsito.