El proyecto de reforma política que está por presentar el Gobierno tiene varios aspectos que seguramente encenderán la polémica en el trámite en el Congreso, como alternancia en las listas entre hombre y mujer, así como que retira a la Procuraduría la facultad de sancionar a funcionarios de elección popular. También está que reduce la edad para ser congresista, pues a partir de los 18 años se podría ser representante.
La Constitución establece que “para ser elegido representante se requiere ser ciudadano en ejercicio y tener más de veinticinco años de edad en la fecha de la elección”.
Mientras que para senador la Carta Política dispone que “se requiere ser colombiano de nacimiento, ciudadano en ejercicio y tener más de treinta años de edad en la fecha de la elección”.
El proyecto de reforma política plantea reducir a 25 años la edad para ser senador y 18 años para ser representante a la Cámara. Con ello se busca dar mayor vocería en el Legislativo a esta población y renovación en la Corporación.
Vale recordar que en las masivas protestas que se registraron en la mayor parte del país en el primer semestre del año pasado, exigiendo al Gobierno de entonces más inversión social y ayudas por la crisis generada por la pandemia, así como retirar del Congreso un proyecto de reforma tributaria, los jóvenes fueron el motor reclamando por trabajo, estudio y ayudas del Estado.
En el actual Congreso hubo una renovación superior del 60%, dentro de la cual hay un importante número de jóvenes que de antemano se hicieron conocer por ejercer distintos liderazgos sociales, ambientales, en la defensa de los animales, algunos de ellos sin mayor tradición en la política partidista.
Entre los jóvenes en el Congreso está el influencer Jonathan Ferney Pulido, quien logró casi 190 mil votos; la activista Catherine Juvinao; Miguel Polo; así como la directora de orquesta Susana Gómez, conocida como ‘Susana Boreal’.
De prosperar la iniciativa para reducir la edad hoy exigida para ser congresista, seguramente se incrementará la participación de los jóvenes en el Parlamento, en eso no parece haber discusión. Pero sí sobre qué tan bueno es permitirlo desde los 18 años, cuando la persona apenas acaba de culminar el colegio y se está empapando de los roles que le significan alcanzar la mayoría de edad.
Esta es la principal preocupación que se ha manifestado en anteriores oportunidades cuando se presentó por parlamentarios la iniciativa de reforma constitucional de reducir la edad para ser congresista.
La diferencia en esta ocasión es que es el Gobierno el que presentará la propuesta, incluida dentro del proyecto de reforma política, con algún chance de que sea aprobada porque hasta el momento cuenta con las mayorías en Senado y Cámara.
Diversas opiniones
EL NUEVO SIGLO consultó la opinión sobre esta propuesta al exsenador y exembajador en Ecuador, Manuel Enríquez Rosero, quien dijo que “la tarea del congresista no es fácil, exige responsabilidad, que exige también un tanto de experiencia”.
Añadió que si bien la participación democrática se ha venido abriendo en el país, los 18 años, no obstante, cuando la persona entra a la mayoría de edad, tal vez no sean indicados. “Como está actualmente está bien; se debería mantener porque, repito, la tarea que va a desempeñar el congresista que quiere hacerlo con responsabilidad exige un poco más de madurez, un poco más de formación. A los 18 años muchos ni siquiera han terminado su carrera profesional”.
Consideró Enríquez que una persona de 18 años tiene otras opciones políticas antes de llegar al Congreso, “el tema de los concejos, las asambleas”.
Agregó que “muchas veces la gente quiere llegar a ser Papa sin haber sido sacristán, hay que tener su recorrido como todo, ir quemando las etapas”.
No obstante, consideró que los partidos “deben empezar a abrir un poco más los espacios porque hay congresistas que llevan 30, 40 años. Ahí se debería buscar la manera de cómo democratizar eso, para que todo el mundo tenga las mismas oportunidades. Una persona que ha estado tres, cuatro periodos en el Congreso me parece que es suficiente, pues sí es necesaria la experiencia… pero también debe abrirse espacio a los jóvenes para que lleguen a demostrar sus capacidades”.
Por su parte, Alejandra Barrios, directora ejecutiva de la MOE (Misión de Observación Electoral), dijo a este Diario sobre reducir la edad para ser congresista que es una de las promesas de campaña. Por ello consideró que es razonable que el Gobierno haya presentado la iniciativa.
Agregó que “obviamente uno tiene discusión frente a los 18 años, pero esa es una decisión que tendrán que tomar en últimas los ciudadanos”.
Señaló Barrios que un joven de 18 años “tiene apenas un año de haberse graduado del colegio, y si está en la universidad se encuentra en los primeros semestres”.
Sin embargo, subrayó la directora de la MOE que “más que una decisión que se toma como política pública, está en los ciudadanos considerar si una persona de 18 años está lo suficientemente preparada y entiende el impacto de las decisiones que está tomando, y tiene la capacidad de liderar procesos en igualdad de condiciones con personas que tienen más experiencia”.
De otro lado, Yann Basset, director del Observatorio de la Representación Política (ORP) de la Universidad del Rosario, comentó a este Medio que “lo veo como una buena idea porque me parece importante representar la juventud”.
Añadió el académico que “hemos visto el año pasado en la movilización social a una juventud con muchas reivindicaciones propias, y creo que necesitamos reivindicar a esta juventud, y creo que en este momento vemos muchos temas de angustia para esta juventud, de búsqueda de empleo, el tema de educación, etcétera”.
Agregó Basset que hay una experiencia de vida de la juventud de hoy en día que es muy distinta a la de generaciones pasadas, y “que de cierto modo necesita esta forma de representación”.
Destacó que los nuevos consejos de juventud “son una instancia que permite el aprendizaje justamente para después de quienes piensan en la carrera política, pero de por sí los consejos de juventud son muy limitados. Son instancias consultivas que no tienen mucho poder propio”.
Agregó que los partidos tienen un papel muy importante en la incubación política de los jóvenes y de servir de puente para que luego puedan llegar a escenarios como el Congreso.
Edad para ser senador en otros países
Argentina: 30 años
Bolivia: 35 años
Brasil: 35 años
Chile: 40 años
Costa Rica: 21 años
Ecuador: 25 años
México: 30 años
Paraguay: 35 años
República Dominicana: 25 años
Uruguay: 30 años
<FOTO> Senador Jonathan Pulido, el joven con más votación.
<FOTO> Susana Boreal, una de los representantes más jóvenes./Twitter Susana Boreal