Por once votos a favor y tres en contra, la Comisión de Hacienda del Concejo de Bogotá aprobó un nuevo cupo de endeudamiento por 2.4 billones de pesos para invertir en el sector de infraestructura, aunque surtieron fuertes críticas por la baja ejecución de las distintas entidades.
La inversión que se realizará con estos recursos tiene como propósito generar un efecto contracíclico en la economía, impulsando el crecimiento de la ciudad y mejorando el empleo para los bogotanos.
Según explicó la secretaria de Hacienda Beatriz Elena Arbeláez Martínez, “la ampliación de este cupo de endeudamiento no afecta la sostenibilidad fiscal de Bogotá; en primer lugar porque los desembolsos sobre el cupo aprobado el año pasado han sido menores que lo estimado inicialmente, y en segundo lugar, porque estamos haciendo un ejercicio responsable para determinar el momento en que se requiera tomar la deuda, de acuerdo con los estimativos de ejecución de los proyectos y la amplia liquidez que tiene la ciudad, dejando capacidad para que las futuras administraciones puedan seguir inyectándole recursos a la capital”.
Arbeláez añadió que los 6,9 millones de deuda no generan ningún desbalance fiscal para la ciudad de acuerdo con lo establecido en el Marco Fiscal de Mediano Plazo.
“Hay que recordar que la sostenibilidad de la deuda está dada por la relación que existe entre el saldo de la deuda y los ingresos corrientes ajustados. La Ley establece que existe capacidad de endeudamiento cuando dicha relación es menor o igual a 80%. En el caso de Bogotá, la deuda representó el año pasado 12,6% del total de ingresos corrientes y si bien es cierto que ascendería en los próximos cinco años, prácticamente no sobrepasaría ni la mitad del índice establecido legalmente”, puntualizó la Secretaria de Hacienda.
Otro indicador de la sostenibilidad de la deuda corresponde a la relación entre intereses y el ahorro corriente operacional, cuyo nivel está establecido en 40% como máximo. Para 2021, cuando la deuda se estima en 6,06 billones de pesos, esta relación ascendería a 8,70%, muy alejada de los máximos permitidos legalmente.
Según la Administración Distrital, los recursos del crédito se obtendrían, principalmente, a través de préstamos con la banca multilateral, los bancos comerciales locales y externos; créditos de proveedores y la colocación de títulos de deuda pública en el mercado internacional y local, entre otros.
Cabe destacar que las agencias calificadoras de riesgo observan que la deuda del Distrito continúa cumpliendo a cabalidad con los criterios necesarios para que le sea otorgado el grado de inversión, incluso asumiendo la adición de 2.4 billones de pesos para el nuevo cupo de endeudamiento solicitado. Fitch Ratings, por ejemplo, le concede a Bogotá la Calificación de AAA a nivel local y BBB en el plano internacional y hace mención en su comunicado a la solidez financiera de la ciudad, enunciando que las finanzas distritales mantienen una perspectiva estable.
En este sentido, el concejal Diego Devia ve con preocupación que en este cupo de endeudamiento no se contemplan recursos para la salud ni mucho menos para el Hospital de Usme, el cual es una de las metas del Plan.
Ante esto, el concejal Devia, con el apoyo de la Bancada del Centro Democrático, ha realizado una solicitud para que en este supo de endeudamiento se incluyan 150 mil millones de pesos para la construcción del Hospital de Usme, localidad con un deficiente servicio de salud, situación que se agrava por las afectaciones a la salud causadas por el Relleno Sanitario Doña Juana, como problemas crónicos respiratorios, particularmente asma, razón por la cual los habitantes de esta localidad han venido esperando este hospital por más de 20 años.
Así mismo, un llamado a la administración hizo el concejal Roger Carrillo Campo del Partido Conservador en el sentido que la administración debe pensar en la construcción de un Tranvía Eléctrico que genera menor impacto ambiental. “Dejaré constancia de mi oposición a la construcción de Transmilenio por la carrera 7ª, apenas están en los rediseños y no conocemos los estudios sobre el impacto ambiental, ni el costo real de esta obra”.