PARA QUE Putumayo sea un territorio de paz, “esperamos que se nos trate con un presupuesto diferencial”, manifestó la gobernadora Sorrel Aroca.
EL NUEVO SIGLO: Hace pocos días las Farc hizo presencia en La Guajira haciendo proselitismo. ¿Ha pasado lo mismo en Putumayo?
SORREL AROCA: En estos momentos no he tenido conocimiento de que haya de pronto alguna alteración de orden público en mi Departamento.
Por el contrario, estamos trabajando en compañía de nuestras Fuerzas Militares, de la Policía y las Fuerzas Armadas, para comenzar a recibir estos nuevos tiempos de cambio, pero no hemos tenido noticias que en el Putumayo haya ocurrido algo similar.
ENS: ¿Estaría preparada en caso de que se repita lo mismo en su Departamento?
SA: No he tenido oportunidad de tener como ese tipo de acercamientos y de encuentros, pero con nuestras Fuerzas Armadas, Militares y de Policía estamos generando espacios que nos permitan desde la institucionalidad poderle responder a este proceso.
Mientras tanto pienso que con la intervención del presidente ya va a tener por fin su última determinación.
ENS: ¿No permitiría que se despejara alguna zona mientras no se haya firmado el acuerdo?
SA: Nosotros en el Putumayo debemos actuar, creo, que por respeto a nuestra población y representando a la comunidad con nuestras instituciones. Debemos actuar articuladamente. Y el resultado de esos acuerdos en La Habana que consideren al Putumayo como un territorio diferencial, con muchas oportunidades, por lo cual vemos una oportunidad en esto.
De esa manera nosotros podríamos empezar a trabajar en una nueva sociedad.
ENS: ¿Si hay reinserción están preparados para recibir a los excombatientes?
SA: Estamos preparados que si esto requiere un proceso de transformación y que nuestro territorio sea considerado, como una zona de que esta zona también ocurre la paz y de reconciliación. Y esperamos que se nos trate con un presupuesto diferencial.
No me da miedo decir que si esto llega a ocurrir, contemos con un tratamiento diferencial por parte de la comunidad internacional, en donde se genere empleo, oportunidades, se fortalezca la educación en todos los niveles, en donde llegue por fin la universidad pública, en el que déficit de vivienda tenga una solución.
Con esas garantías, al Putumayo no le da miedo. Por el contrario le apuesta al proceso de paz.
ENS: ¿Qué espera de las zonas de concentración?
SA: En estos momentos, en Putumayo creemos firmemente en que es necesario un proceso de reconciliación tenga un punto final.
Esperamos que esta guerra de cerca de 60 años pueda darles una oportunidad a los colombianos y colombianas. Y sobre todo, desde un Departamento donde cerca de la mitad de nuestra población es víctima. Estamos hablando alrededor de 400.000. 150.000 de ellas somos huérfanas, viudas, campesinos sin tierra. Hay desastres ambientales. Y esperamos que todo este proceso se consulte con los habitantes, de común acuerdo con las autoridades que representan el Departamento. Y que sea esta una oportunidad para que en regiones como esta se concerte todo y se genere una propuesta de transformación.
ENS: ¿Cómo está preparando a los habitantes para el posconflicto?
SA: Ya hemos tenido la visita de varias de las instituciones con los que estamos haciendo pedagogía de los acuerdos de paz.
Estamos trabajando con Corpovisionarios, con Colombia Transforma, que es un programa del Ministerio del Posconflicto, y hemos generado varios espacios con varios de nuestros alcaldes. Incluso la oferta institucional para el posconflicto en el tema de niños ya la estamos trabajando.