La Comisión de Conciliación Nacional (CCN) instancia de la Conferencia Episcopal de Colombia que ha venido acompañando las iniciativas de paz en el país, presentó un balance de sus acciones en los últimos seis años.
De acuerdo con el informe, entre 2016 y lo corrido del 2021 la Comisión, por encargo de la Iglesia Católica en Colombia, ha aportado de manera activa a la búsqueda de salidas políticas y negociadas al conflicto armado que vive el país.
En los últimos seis años la Comisión ha llegado a 37 jurisdicciones eclesiásticas en todo el territorio nacional, impactando de forma directa e indirecta a alrededor de 50.000 personas.
“En esta misión, la CCN ha insistido en el respeto por los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario, buscando impulsar espacios de diálogo, procesos humanitarios, pedagogías de paz, así como el diseño y la puesta en marcha de políticas públicas de reconciliación y paz en diferentes territorios del país”, dice el documento.
Además, destaca que aún en medio de las dificultades propias de la pandemia, “la Iglesia Católica colombiana no ha diezmado en su interés de continuar trabajando por la reconciliación y la paz del país. Una tarea desarrollada de la mano de líderes sociales y agentes territoriales comprometidos con el bienestar y el fortalecimiento de sus comunidades”, añade.
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El padre Darío Echeverri, secretario General de la CCN, explica que en su compromiso por la reconstrucción de una Colombia reconciliada y en paz, la Iglesia es como un trípode.
“Uno de los pies es la Pastoral Social, que es el rostro misericordioso del episcopado; el Consejo Episcopal de Paz, que preside el Presidente de la Conferencia y del que forman parte los conflictos de las regiones más golpeadas por el conflicto armado, y el otro pie es la Comisión de Conciliación Nacional que preside el presidente de la Conferencia Episcopal, que ayuda a la Iglesia a impulsar una salida negociada al conflicto armado”, explicó.
Labor de paz
Por su parte para monseñor Elkin Álvarez, secretario de la Conferencia Episcopal “la Iglesia ha sido un continuo sostenimiento anímico, moral, ético, dentro de todo este proceso de llevar a término lo que se pactó frente a la posibilidad de paz”.
El prelado dice que lo más importante de la CCN “es formar, propender por una cultura de paz en contra de esa cultura que cree que lo consigue todo con la guerra y la violencia”.
En ese sentido, la Iglesia reconoce que en el país “existen múltiples formas de violencia”, por ello ha impulsado procesos de sensibilización frente a la tarea de reconciliación y construcción de paz local y regional con el apoyo de diferentes arquidiócesis, diócesis y vicariatos apostólicos, así como otros aliados en los territorios.
Bajo esa misionalidad, las líneas de trabajo desarrolladas durante estos años por la CCN desde sus diversos proyectos en labores son: Pastoral para la reconciliación; Comunicación para la construcción de una cultura de reconciliación y paz; Compilación del manual ‘Comunicar para la reconciliación y la paz’; Procesos de negociación; Incidencia política; Acciones de reconstrucción de tejido social.
“Las regiones han recibido la ayuda de la Comisión Nacional de Conciliación, a través del equipo de medios que ha tratado de enseñar el leguaje de la reconciliación. Hemos conformado equipos en más de 16 regiones del país que son constructores de una cultura de reconciliación apostándole a una salida negociada”, agrega el padre Echeverri.
Y sostiene que una las principales tareas de la Comisión ha sido afianzar la formación y aplicación de los mínimos de reconciliación y paz como aporte para la ambientación y construcción de una paz territorial sostenible en el tiempo.
“La CCN ha podido entender cuál es el fondo de esos ocho millones y medio de víctimas que ha dejado el conflicto armado en Colombia. Allí las hemos acompañado en silencio, para que hagan su duelo y las hemos acompañado para que empiecen a sanar esas heridas”, concluyó Echeverri.