Colombia y Ecuador están en conversaciones para acordar un mecanismo de colaboración judicial entre ambos países que permita la repatriación de presos colombianos informó el presidente Gustavo Petro.
En declaraciones a los medios luego de participar en el panel, ‘Un momento clave para América Latina’, en el marco del Foro Económico Mundial, el jefe de Estado declaró que: “estamos en conversaciones, construyendo un sendero que permita, sin caer en peores errores de los que ya se han cometido, una construcción de colaboración judicial entre ambos países”.
Los ministerios de Justicia y de Relaciones Exteriores de Colombia manifestaron hace una semana que el país está en la disposición de activar el trámite de repatriación de ciudadanos colombianos privados de libertad en Ecuador, mediante el Convenio sobre Tránsito de Personas, Vehículos, Embarcaciones Fluviales y Marítimas y Aeronaves, suscrito entre ambas naciones el 18 de abril de 1990.
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Sin embargo, advirtieron, la repatriación de connacionales en el exterior obliga a estudiar caso por caso las solicitudes, ya que este es un proceso individual -no masivo-, que responde a criterios objetivos y que debe contar con el consentimiento de la persona privada de libertad.
“Ecuador es consciente de que eso no se puede hacer de la noche a la mañana, es un proceso que debe respetar las condiciones jurídicas de cada país para que no se provoque un problema peor al que ya existe”, subrayó.
El mandatario se refirió a la situación que se presentó para la posesión de Bernardo Arévalo de León, presidente de Guatemala, y enfatizó que “la defensa de la democracia en Guatemala es también la defensa de la democracia en Colombia y de América Latina y, por tanto, había que emplearse a fondo”.
Lo sucedido en el país centroamericano, explicó, “fue un momento muy crítico, como todos ya sabemos. Incluso, casi no puedo venir aquí, pero creo que hasta ahora ha salido bien”.
El presidente manifestó además que: “Guatemala, como Colombia, también necesitan de, primero, un pueblo movilizado que defienda la democracia. Sin eso no hay nada que hacer. Y, segundo, la solidaridad del mundo hacia proyectos de democratización, como el caso guatemalteco, como el caso colombiano o América Latina en general”.