El debate entre los amigos y los detractores de la forma como el alcalde Enrique Peñalosa está desarrollando el Metro de Bogotá en realidad es un capítulo más de los pulsos entre gobiernistas y opositores a la gestión del Mandatario capitalino, tal y como se aprecia en los ‘choques’ que se presentan por ese tema en el Concejo Distrital.
Precisamente ayer la bancada del Polo Democrático radicó en el Consejo de Estado una demanda contra el que consideran Metro ilegal del alcalde Peñalosa.
“En primer término queremos decirle a la opinión pública que desde la bancada del Polo por supuesto que queremos un Metro para Bogotá, pero este debe ser legal, con todas las garantías de por medio y no otra obra de infraestructura crítica tal como tenemos varios ejemplos: El puente de Chirajara o Hidrohituango. Vamos a entablar una demanda de nulidad simple producto de unas posibles irregularidades desde el punto de vista legal”, explicó la concejal vocera del Polo, Xinia Navarro.
Sin embargo, la cabildante Lucía Bastidas, de la Alianza Verde, criticó esa demanda: “Tan descabellado resulta que se intente frenar por fallos judiciales un proyecto que es de la ciudad, que apuesta por la movilidad y que ha pasado todas las pruebas administrativas y políticas, que 16 gremios se han pronunciado para pedirle a la ciudad que se una en torno a la obra y para alertar por el daño que se puede causar si se frena el proceso”.
Para Bastidas, el Metro es “una obra que no debería tener ideología política, pero que la oposición se empeña en frenar a toda costa porque no pueden soportar que un gobierno haya sido capaz de sacar adelante un tema tan complejo que lleva 60 años paralizado”.
Con la demanda, consideró Bastidas, “lo único que buscan es frenar el desarrollo de la ciudad, porque jamás la Primera Línea del Metro había avanzado tanto. Así es la oposición bogotana, en contravía de los intereses de la ciudad”.