El presidente Iván Duque a penas completa 19 meses y 14 días en la Casa de Nariño, pero la izquierda ideológica ya tiene tres precandidatos para sucederlo.
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A más de dos años para que se den los comicios, tres de las más representativas cabezas de la centro-izquierda se lanzan al agua: el senador del Polo Jorge Enrique Robledo, el senador y excandidato presidencial, Gustavo Petro y el también excandidato Sergio Fajardo.
El primero en saltar al agua fue Sergio Fajardo, quien a principios del año pasado sostuvo que “en 2022 nos va a ir muy bien, por supuesto que vamos a ganar”. Así mismo, indicó que ya está trabajando para llegar de primero en la carrera: “Tengo mi casa en Medellín y me hace falta mi ciudad, pero desde Bogotá quiero articular todo nuestro trabajo en el país para las elecciones regionales de 2019 y al mismo tiempo empezar a organizar todo nuestro trabajo para 2022”.
Por el lado del Polo este domingo Robledo decidió lanzarse: “He tomado la decisión de presentar mi nombre como candidato a la Presidencia de la República, a partir de un pacto nacional, el más amplio que sea posible construir con todos los colombianos. Voy hasta el final, no hay reversa posible distinta a un resultado en las urnas”.
Si bien todavía todo es incierto, esa decisión del senador Robledo implicaría que la alianza que llevó a que la campaña de Sergio Fajardo obtuviera el tercer mejor resultado a la Presidencia de la República, ya está fragmentada.
Robledo sostuvo que la propuesta central que les hará a los colombianos será un pacto nacional. “Hay una indignación nacional que le tocó a Iván Duque, yo insisto en que hay un acuerdo nacional cuyo fundamento básico debe ser reconocer que las cosas están mal, si uno no reconoce eso no puede hacer un pacto e identificar una serie de asuntos fundamentales para coincidir”.
Primero, dijo, “cero tolerancia con la corrupción, promover la idea del empleo debe ser una política no con pañitos de agua tibia sino desarrollo de todos los sectores. Para eso debe haber un sector financiero al servicio del país y no el país al servicio de ese sector. La defensa del medio ambiente, la salud y la educación. Es fácil detectar unos puntos donde nos podamos unir”.
Así mismo, el excandidato presidencial de la Colombia Humana, Gustavo Petro, ha dicho que no desistirá en su lucha por llegar a la Casa de Nariño, desde su tribuna pública en Twitter se ha dedicado a criticar al Gobierno y sus políticas.
“Cuando he propuesto un frente democrático para un gobierno pluralista que construya las bases de una Era de Paz implica superar el modelo del uribismo o del uribismo sin Uribe, eso debe ser claro para las autedenominadas izquierdas, derechas y centro”, aseguró el hoy senador de la Colombia Humana refiriéndose también a lo que sería un pacto nacional a su manera.
Los egos
Sin embargo, una posible unión de los tres precandidatos a la presidencia no se augura fácil. En la campaña pasada, Petro se fue por un lado y Robledo y Fajardo ocuparon la otra orilla. Durante la campaña los ataques de ambos frentes no cesaron y nunca se conformó la unidad.
Desde el lado de Fajardo se decía que Petro restaba más de lo que sumaba. De hecho, la decisión de Fajardo y Robledo de pedir a sus electores que votaran en blanco, luego de la primera vuelta, terminó creando una honda herida con el candidato de la Colombia Humana que aún no sana.
Al momento de lanzar su candidatura, Robledo aseguró que “se sabe que yo no voté por Petro porque tengo enormes desacuerdos con él que expresé en su momento, de hecho, él le ha declarado una especie de guerra a la alcaldía de Claudia López y en eso se equivoca también porque no puede suceder que a uno le digan maltratándolo que aquí el que no sea partidario de Gustavo Petro y no esté de acuerdo con él es ‘uribista’, ¡hágame el favor!”.
Por el lado de Fajardo, las discrepancias tampoco cesan, en una entrevista concedida a Semana el excandidato presidencial por la coalición Polo, Alianza Verde, explicó que ignora las críticas que le hace Gustavo Petro.
“No me van a ver insultando el señor Petro así me insulte todos los días ¿Tengo que salir a responderle a todos los insultos? No lo voy a hacer. Él no ha podido todavía digerir que no ganó la segunda vuelta y considera que la responsabilidad es mía. No me mortifico por eso”, dijo.
Ahora bien, hablar de candidaturas presidenciales aún parece muy prematuro, según indica el director del Observatorio de Procesos Electorales de la Universidad del Rosario, Yann Basset. “Es muy temprano para decir cualquier cosa y los anuncios son muy prematuros a dos años de la elección presidencial. Lo cierto es que va a haber debates en este sector particular, que hoy se configuran como oposición, y que aprovechan las debilidades del Gobierno para lanzar una candidatura, pero eso complica la elección de una cabeza única que consolide sectores amplios de la sociedad”.
Según el experto, antes de una alianza “aquí se trata de una cuestión de egos. En un sistema presidencial como el colombiano eso pasa. Es más sobre con quién gobernar, cómo gobernar y estas cuestiones son más difíciles de conciliar que los temas de programa que siempre son conciliables”.