POCO a poco la campaña presidencial para la sucesión de Iván Duque empieza a entrar en la etapa de las decisiones definitivas pero el panorama sigue confuso.
Si bien faltan menos de 7 meses para el primer pulso en la contienda, que será en marzo (en mismo día de las parlamentarias), cuando las coaliciones vayan a las urnas para escoger a su aspirante único para la primera vuelta de mayo, es evidente que solo en pocas colectividades hay hoja de ruta medianamente decidida.
Tal como se había previsto luego del lanzamiento de la precandidatura de Oscar Iván Zuluaga en el Centro Democrático, la semana pasada en el marco del congreso del ANDI, el escenario en el partido de gobierno comenzó a aclararse.
Esta semana, por ejemplo, ya dos de los precandidatos dieron un paso al costado y anunciaron su apoyo al exministro de Hacienda y candidato presidencial en 2014, cuando le ganó la primera vuelta al candidato-presidente Juan Manuel Santos pero perdió en la segunda en medio del escándalo por el hackeo al proceso de paz, causa judicial que lo persiguió durante siete años, pero de la que ya salió absuelto tanto él como su hijo.
Los senadores Paola Holguín y Ernesto Macías dejaron de lado sus aspiraciones y anunciaron su apoyo a Zuluaga, la misma vía que tomarían las próximas semanas otros de los precandidatos uribistas.
De hecho, ya crecen las voces en el Centro Democrático que están pidiendo que se definan rápidamente las reglas del juego para poder facilitar, incluso, la unción o escogencia directa de Zuluaga y que este entre directamente empezar a recortar le terreno a nombres como los de Gustavo Petro, Sergio Fajardo, Federico Gutiérrez, Juan Manuel Galán o Enrique Peñalosa.
¿Cisma verde?
Pero no es el único partido donde los movimientos para definir la estrategia presidencial tuvieron esta semana un punto alto. En la Alianza Verde las aguas están muy caldeadas, como se evidencia de la polémica que se generó alrededor de unas declaraciones filtradas a la prensa de la senadora Angélica Lozano en las que dejó entrever incluso el riesgo de división del partido debido a los pulsos internos entre los sectores que consideran que debe apoyarse directamente la aspiración de Fajardo, y aquellos que son de la tesis de que debería contemplarse una alianza con Petro.
La tensión llegó a tal punto qué le tocó al exsenador Antanas Mockus terciar en la polémica y al final de cuentas se definieron dos temas importantes. De un lado, que se convocará a los 1.400 dignatarios elegidos en cargos de elección popular a nombre de los verdes en todo el país para que mediante un mecanismo de consulta interna se defina la estrategia electoral. También se haría una encuesta entre los militantes del partido con el mismo fin.
Cómo se ve, los verdes, que tienen seis precandidatos en plena campaña, aunque una franja partidaria de irse de una vez con Fajardo, ya decidieron empezar a despejar su camino. Falta por conocer el cómo, cuándo y dónde de los mecanismos anunciados.
Es evidente que lo que aquí se defina impactará a la Coalición de la Esperanza, de la que los Verdes están suspendidos temporalmente, por lo que dicho bloque tiene estos momentos a Fajardo, Galán, Jorge Enrique Robledo y Juan Fernando Cristo como los contendientes para la consulta interna de marzo.
En esta coalición falta por determinarse si Galán va a lanzar una lista al Congreso bajo la personería jurídica del Nuevo Liberalismo, resucitada hace dos semanas por la Corte Constitucional.
Paradójicamente en la llamada coalición del Pacto Histórico, base de la candidatura Petro, el tema parece ya estar claro alrededor de la aspiración definitiva de este, por lo que la votación de la consulta en marzo se haría más como una estrategia para empujar las listas al Senado y la Cámara, cuya reglas del juego fueron definidas esta semana. De hecho, este bloque ya empezó anunciar candidatos en los últimos días para ambas corporaciones legislativas.
En el limbo
Otras colectividades que siguen en el limbo son la conservadora y liberal. En la primera, como lo señalamos en análisis días atrás, la baraja de precandidatos se ha ido adelgazando por la decisión de la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez de no renunciar y aceptar la Cancillería, la designación de Juan Carlos Pinzón como embajador en Estados Unidos y el anuncio del exministro Juan Carlos Echeverry de postularse de manera independiente.
En este orden de ideas, en las toldas azules solo queda vigente la candidatura del exministro Mauricio Cárdenas, ya que los otros dos nombres, los senadores David Barguil y Efraín Cepeda, parecen más concentrados en su campaña de reelección parlamentaria, incluso peleando ser la cabeza de lista.
En el liberalismo el panorama también es muy confuso. El senador Luis Fernando Velasco lanzó hace dos semanas su aspiración y aunque tiene fuertes diferencias con el jefe único de la toldas rojas, el expresidente César Gaviria, sigue en la disciplina del partido.
El exmandatario, entre tanto, continúa esperanzado en que el exministro de Salud y rector de los Andes, Alejandro Gaviria, acepté la invitación del partido para que sea su candidato de cara a 2022.
Lo cierto es que en ambos partidos se habrían puesto como límite octubre para tener definido lo que se va hacer. Aunque por ahora la tesis continúa siendo ir con candidato propio a la votación de las coaliciones en marzo, hay voces en las dos colectividades que consideran este ejercicio estéril y preferirían aliarse a un candidato fuerte antes de que termine este año.
Igual ocurre en La U y Cambio Radical. En el primero sólo está en la baraja de candidaturas su directora única, Dilian Francisca Toro, que también juega en la coalición de los exgobernadores. Es más, ya hay algunos sectores de ese partido que sostienen que ella debería dar un paso al costado ya que no puede ser juez y parte en la definición de las reglas del juego de la contienda presidencial.
En cuanto a Cambio Radical, ya existe un consenso amplio en torno a que el ex vicepresidente Germán Vargas Lleras no se lanzará de nuevo. Lo que no se sabe todavía es si ello abre la posibilidad de que se avale la aspiración del exalcalde Barranquilla, Alejandro Char.
En cuanto a la coalición de exalcaldes ya quedó claro que ésta no pasó de la intención. De hecho, Peñalosa ya está recogiendo firmas como candidato independiente, en tanto que Federico Gutiérrez recibe coqueteos del uribismo y otras facciones. También ha tenido un repunte interesante el nombre del exalcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, aunque algunos lo atribuyen un fenómeno relacionado con la segmentación territorial de las encuestas.
Encuestas crudas
En cuanto el panorama que muestran los estudios de opinión sobre preferencias electorales, los conocidos recientemente dejan ver que si bien Petro mantiene la delantera, la ventaja sobre sus inmediatos perseguidores es cada vez más corta.
También resulta claro que Fajardo ha venido perdiendo terreno, no sólo desde el anuncio de los procesos penal y fiscal en su contra, sino también porque Gutiérrez le está quitando apoyo en Antioquia.
Pero en general, bien se puede concluir que dado que el panorama en los distintos partidos está todavía muy crudo, las fotografías que señalan las encuestas terminan siendo muy preliminares, incluso contradictorias.
Sólo se podrá ir teniendo un escenario más claro cuando las candidaturas definitivas empiecen a ponerse sobre la mesa y no como ocurre hoy, que hay más de 30 nombres en el partidor.