Está listo todo el protocolo para que la Cámara reinicie labores desde el Capitolio tan pronto el Gobierno nacional permita la reapertura de las diferentes actividades, como el trabajo presencial de los congresistas, le anunció ayer a EL NUEVO SIGLO la directora administrativa, Carolina Carrillo.
La funcionaria precisó que en esa eventualidad se autorizará el desplazamiento del personal que sea estrictamente necesario, para realizar las labores que se requieran y no traumatizar el desarrollo de actividades urgentes, que se relacionen con el funcionamiento de la Corporación.
Carrillo señaló que las personas deberán cumplir con todas las medidas de protección y protocolos determinados para tal fin, autorizados por la Dirección Administrativa de la Cámara de Representantes.
En todo caso, aclaró, en la Cámara se ha utilizado la virtualidad a través de la plataforma G-Suite, para lo cual se les envía el correspondiente link al correo institucional de cada uno de los congresistas.
“Una vez se levante la cuarentena se tendrán desplegados los protocolos de bioseguridad y la obligatoriedad del cumplimiento de las medidas sanitarias, adoptadas por el Ministerio de Salud y el Comunicado de las Acciones de Contención del Covid-19 del 11 de marzo de 2020, al igual que las recomendaciones enviadas por el correo masivo de la Corporación, las cuales ya están dispuestas, pero que cobrarán mayor importancia y serán obligatoria cuando ello suceda”, explicó Carrillo, quien manifestó que lo más probable es que “se continuarán realizando medidas tendientes a prevenir y mitigar el riesgo de contagio hasta que el mundo cuente con una vacuna que permita la solución definitiva de raíz”.
El pago de las nóminas, expuso Carrillo, se sigue haciendo normalmente a través de la División de Personal y la Sección de Registro y Control, con el apoyo de la División Financiera, recordando que la Cámara continúa adelante, que no se ha paralizado.
“No se ha efectuado reducción alguna de los contratistas y en aras a garantizar los derechos fundamentales de los mismos se dispuso que en esta situación se garantizará la estabilidad contractual de todas las personas y estas desempeñarán sus actividades a través de los medios tecnológicos con los que cuenta la Cámara de Representantes”, precisó.
Funcionamiento
Al preguntársele por qué prioridades han cambiado en el trabajo de la Cámara, Carrillo sostuvo que una es la virtualidad, que a la fecha vale menos de $45 millones anuales, incluyendo las sesiones plenarias y de las comisiones.
En contraprestación, algo más de $800 millones se han ahorrado por cuenta de la facturación de tiquetes aéreos, como consecuencia del aislamiento preventivo obligatorio y el cierre del aeropuerto internacional Eldorado y demás aeropuertos del país.
Otro ahorro, todavía no cuantificado, es el de los servicios públicos, que cuando lleguen las facturas seguramente serán por un valor mucho menor al habitual porque “la gran mayoría de nuestros funcionarios y contratistas se encuentran en trabajo en casa”.
Y a propósito de ahorros, Carrillo recordó que “en aras a proteger los derechos fundamentales de las personas y garantizar al máximo el aprovisionamiento esencial del recurso público, se trazó una política de austeridad del gasto aún más restrictiva de la que normalmente se desarrolla en la Corporación, con el único fin de ser solidarios, receptivos y colaborativos en el Estado de emergencia en el que se encuentra el país y el mundo actualmente”.