La paz debe ser una política de Estado y no de coyuntura, advirtió el exministro Álvaro Leyva Durán, quien por cerca de tres décadas ha defendido la salida negociada al conflicto armado en Colombia.
Frente al actual proceso en La Habana con las Farc, considera que debe partirse de la base de que la política de paz es de Estado y no coyuntural.
EL NUEVO SIGLO: ¿El presidente Santos espera que este proceso no vaya más allá de noviembre de 2013? ¿Considera que es posible establecer fechas en estos diálogos?
ÁLVARO LEYVA DURÁN: Bueno, creo que al Presidente hay que creerle, pero soy un poco escéptico. Lo que considero es que lo que se debe definir es si la paz es una política de Estado o corresponde solamente al deseo del actual Mandatario. Soy amigo de que la política de paz sea una política de Estado porque así lo define la Constitución. La paz es una política de Estado, es un mandato constitucional. Claro que el conflicto es grave, de mayor envergadura que lo que la gente piensa, pero así y todo, creo que no puede ser de coyuntura el proceso de paz sino que tiene que ser una política de Estado, no importa cuánto dure el compromiso de entrar a buscar la paz, eso no debe obedecer a fechas ni almanaques.
ENS: ¿Usted le ha presentado modelos de paz a los últimos gobiernos? ¿Coinciden con lo que se hace en este momento?
ALD: Estoy en lo de la paz desde 1984, en esta ocasión el Presidente tuvo la iniciativa, pero este es un proceso de todos y, en la medida de lo posible, si el escenario permite y se abren las puertas, pues con mucho gusto aportaría, esa es una vocación que he tenido. De tal manera que haré todo lo posible para que el Presidente tenga éxito, si no se puede tan velozmente como él lo busca, sí de todas maneras tratar de que la gente entienda que esto es una política de Estado y que tiene que ir más allá de un solo mandatario.
ENS: ¿Si Santos no se reelige, ve a alguien interesado en proseguir un proceso como el que se adelanta?
ALD:Sí hay que hacerlo, el no hacerlo implica regresar a los combates y a la violación de las normas constitucionales, y seguiría a contrapelo de lo que señala la misma Constitución en el artículo 22, que dice que la paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento. De allí que el experimento del presidente Santos, por el que todos hacemos fuerza para que tenga éxito, tiene que ir más allá del proceso electoral.
Creo que hay que buscar un mecanismo que conduzca a que el Estado defina la política de paz como una política de Estado.
ENS: ¿De firmarse la paz, ve a los exguerrilleros haciendo política, incluso ocupando curules en el Congreso?
ALD: Los veo haciendo política si se abre el camino y, naturalmente, hay que crear una cultura encaminada a que la gente entienda que la democracia es con todos, y de eso se trata. Ahora bien, obviamente que hay posiciones encontradas, hay adversarios y hay amigos del proceso de paz, pero lo importante es entender que si ya se sentaron a la mesa es porque se va a negociar, se va a conversar. Si estuvieran de acuerdo en los puntos que se están tratando, no estaría el país siendo testigo de un proceso de paz.
Todos en la mesa
Ha sido muy polémico que Fedegan se haya negado a participar en el Foro sobre desarrollo agrario concertado por las partes en La Habana.
Frente a lo cual Leyva dijo que creía “que hay que llevar a todo el mundo a la mesa, no importa qué opine, cuál sea la posición, de eso se trata. Si se va a hablar con el adversario, pues quiere decir que hay posiciones contrapuestas”.