Resulta paradójico que mientras que Colombia sigue empeñado en firmar tratados de libre comercio a lo largo y ancho del mundo, aún hay temor en el país por correr riesgos y conquistar nuevos mercados.

Así lo señaló Andrés Mauricio Castro, director de Pregrado de Administración de Negocios Internacionales en la Universidad del Rosario.

EL NUEVO SIGLO: ¿Qué opinión tiene de la estrategia de internacionalización comercial del país?

ANDRÉS MAURICIO CASTRO: En este momento es cuando se está viendo más la necesidad de que Colombia entre a participar en convenios internacionales y saque provecho de todos los tratados de libre comercio que viene adelantando, especialmente con las grandes economías del mundo. A pesar de que en estos momentos uno podría entrar a evaluar las condiciones de los países con los cuales están negociando, el caso particularmente de Estados Unidos, debido a la situación interna por la cual está pasando, que en algún momento muchos analistas comentan que puede impactar de manera negativa frente al Tratado de Libre Comercio con Colombia, pero creo que las oportunidades están abiertas para productos que antes no tenían un ingreso preferencial a ese mercado.

En el otro caso que tenemos, especialmente con el Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea, pues lógicamente hemos desplegado una oportunidad comercial importante con ese mercado, especialmente con el mercado holandés, pero desafortunadamente lo que uno encuentra entre los dos esquemas de libre comercio es que alrededor del 50%, si no es que un poco más, corresponde a productos commodities, y realmente es mínimo el porcentaje de productos con un alto valor agregado. Por lo que ahora el reto frente a los tratados de libre comercio es que efectivamente saquemos provecho con productos que tengan una transformación o al menos que tengan un valor más importante en mercados que tienen un consumo relativamente alto.

Adicionalmente, tenemos que mirar también cuáles son nuestros puntos de entrada. Si miramos un poco otros tratados, como el caso particular del Canadá o como el que se nos viene ahora precisamente con Corea, o el que está avanzando el Gobierno colombiano con Japón y el que se viene ahora con Israel, pues son específicamente acuerdos que en este momento no son tan claros y no están bien estructurados porque, definitivamente, lo que uno encuentra en las estadísticas es que no es un volumen muy importante de exportaciones mas sí de importaciones.

Sin embargo hay oportunidades para algunos sectores productivos de la economía nacional, que podrían tener un potencial en ese mercado, como es específicamente el sector agroindustrial, lo que tienen que ver con la manufactura, metalmecánica y algo del sector plástico.  

ENS: ¿Cuál es el momento para pensar en que no se debe firmar más TLC? 

AMC: Lo que yo creo es como decía en algún momento el presidente de Analdex, que bueno que avancemos en esta etapa del proceso de inserción de la economía mundial, pero también el reto es claro en términos de saber cuál es nuestra oferta exportable para poder llegar a esos mercados internacionales, que es efectivamente uno de los problemas que tenemos en este momento.

Yo creo que nosotros sí tenemos los productos con los cuales podemos llegar a mercados internacionales, desafortunadamente lo que no se ha analizado a fondo es en qué sectores específicamente es que tenemos que potencializar esas oportunidades porque el mercado de por sí ya se está abriendo, y creo que lo que se está viendo es que parece que con el que negociamos ve más oportunidades de llegada que nosotros de salida porque no asumimos el riesgo o porque existe un temor particular de exportar productos, que si uno mirara al parque empresarial colombiano, claramente el porcentaje de exportación no supera más del 15 a 20 por ciento de esas empresas. El resto siguen concentradas en el mercado nacional y creo que ahí es donde hay que tener otra visión de mercado, hay que buscar otras nuevas oportunidades.

Normatividad

Uno de los grandes problemas que ha encontrado Colombia frente a la apertura mundial de mercados es la densa normatividad que, en algunos casos, dificulta los procesos.

“A pesar de que somos miembros de la Organización Mundial del Comercio y hemos avanzado en los procesos, específicamente a facilitar el acceso a mercados, eliminar las barreras técnicas y tener una mayor potencialidad en el mercado internacional, creo que falta mucho por hacer”.