Alianza con Duque genera cisma en La U | El Nuevo Siglo
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Miércoles, 5 de Septiembre de 2018
Unidad de análisis
Con denuncias de “mermelada” y compromisos burocráticos, Gobierno habría logrado mayorías ajustadas en Senado y Cámara 

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El ‘palo’ político de los últimos días fue la declaratoria, este miércoles, de La U como “partido de gobierno”. Con ello la administración del presidente Iván Duque aspira a consolidar una coalición parlamentaria con mayorías ajustadas que, en todo caso, le permita adelantar sus iniciativas en compañía de las demás colectividades declaradas oficialistas: Centro Democrático, Partido Conservador, Mira, Colombia Justa y Libres, Opción Ciudadana y un senador de la Alianza Social Independiente (ASI).

No obstante, voceros tradicionales de La U dijeron a  EL NUEVO SIGLO que ante la intempestiva decisión pedirán la disolución o la escisión de la colectividad, para formalizar el cisma entre los 25 congresistas, entre senadores y Representantes, que votaron a favor de ser gobiernistas, y los 16 parlamentarios que sufragaron con el propósito de mantenerse independientes.

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En efecto, el senador Roy Barreras, partidario de la independencia, indicó que “… cuando hay diferencias ideológicas irreconciliables al interior de un partido sobre la paz, sobre las víctimas, sobre la solución dialogada, sobre los derechos de las minorías y, en general, sobre las libertades civiles se hace necesaria la escisión de La U”.

Agregó a este Diario que no era posible para un partido, por ejemplo, estar todo el tiempo contra la pena de muerte y sorpresivamente pasarse a favor de la misma.

De igual manera, dejó entrever que la paz ha dejado de ser un propósito gubernamental y que los proyectos predefinidos vienen marchitándose en diferentes partes del territorio nacional. Por lo tanto -aseguró- que se buscarán los mecanismos estatutarios para escindir las dos vertientes del partido y formalizarlas en sectores políticos diferentes.

Entretanto, el interrogante se mantiene en torno a si la coalición duquista habría logrado las mayorías pretendidas.

De hecho, el senador Armando Benedetti, también de La U, dijo a EL NUEVO SIGLO que se había ejercido presión gubernamental a algunos parlamentarios a través de la “mermelada”. Es decir que se les ofreció no solo confirmarles los cargos regionales a ciertos congresistas, sino hacer nuevas ofertas a los recién elegidos en la Cámara de Representantes.

El martes en la noche, la bancada de La U se había reunido con la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, para dejar en claro que la colectividad tomaría la ruta de la independencia. No obstante, este miércoles el Alto Consejero Político de la Casa de Nariño, Jaime Amín, se reunió con 16 representantes a la Cámara, en la sede de la Sociedad Económica de Amigos del País, en donde -de acuerdo a lo dicho por voceros de La U-  se habrían hecho ofrecimientos burocráticos, departamento por departamento, así como en algunas entidades nacionales de menor rango.

El sector oficialista de La U está dirigido por los senadores Eduardo Enrique Pulgar (vicepresidente de la corporación legislativa), Johny Moisés Besaile, Andrés García Zuccardi, José David Name, José Alfredo Gnecco y Miguel Amín Escaf. Los diferentes Representantes a la Cámara oficialistas serían, en varios casos, compañeros de fórmula de los anteriores.

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Liberales, independientes

De otro lado, el jefe del partido Liberal, el expresidente César Gaviria, confirmó igualmente este miércoles que esa colectividad se declaraba independiente frente al gobierno Duque.

En ese sentido dijo que apoyarán las iniciativas gubernamentales que consideren convenientes, pero no respaldarán aquellas que crean lesivas a los intereses nacionales. En esa dirección, la bancada roja del Senado y la Cámara de Representantes, que aglutina 49 congresistas, actuará de forma autónoma a los designios del Ejecutivo.

De tal modo, el bloque de independientes queda conformado por Cambio Radical, con 16 senadores y 30 representantes, y el liberalismo, con 14 senadores y 35 representantes.

De otro lado, el bloque de oposición queda conformado por los partidos Alianza Verde, Polo Democrático, dos senadores de la Lista de la Decencia, el partido Farc, Colombia Humana y el Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS). En total serían 40 senadores y Representantes, encabezados por el excandidato presidencial Gustavo Petro.

Al respecto, no hace parte de la bancada oficialista la conservadora Aida Merlano, sobre la cual el Consejo de Estado ya decretó la pérdida de investidura parlamentaria por el proceso de fraude electoral, aplicándose entonces la “silla vacía”. En tanto que en la bancada de la oposición tampoco están alias ‘Iván Márquez’ y ‘Jesús Santrich’, por ausencia de posesión dentro de los términos de ley el primero y por estar preso el segundo.

A su turno, la bancada gobiernista tiene en su haber los 51 parlamentarios del Centro Democrático (19 senadores 32 representantes), los 35 conservadores (13 senadores y 22 representantes), en principio los 39 de La U (14 senadores y 25 representantes), el senador Johnatan Tamayo, de la ASI, así como los 5 parlamentarios del Mira y los 3 senadores de  Colombia Justa y Libres. A ellos se sumarían los dos representantes de Opción Ciudadana.

 

¿Coalición mayoritaria?

Así las cosas, la bomba política de este miércoles se dio a partir del viraje dado por el partido del expresidente Juan Manuel Santos hacia las toldas del actual Primer Mandatario, que proviene del Centro Democrático, cuyo jefe natural es el expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez. Es decir, que el partido base la “Unidad Nacional”, que acompañó a Santos a lo largo de ocho años de gobierno, ahora se mantiene en la misma instancia,  pero con su principal opositor.

Las denuncias de “mermelada” -hechas por voceros de La U- para cambiar las orientaciones de ese partido, pusieron en alerta a todos los sectores políticos, puesto que el presidente Duque ha sido perentorio en la decisión de proscribir esas prácticas del escenario político.

En estos días se ha dicho que los compromisos por debajo de la mesa consistirían en dejar los cargos regionales que los parlamentarios tenían de antemano, pero sin otorgar otros nuevos para aceitar las maquinarias congresionales.

Como están las cosas, no es fácil, pues, calcular las mayorías en el Congreso, por cuanto emergió una clara división en La U que amenaza con escindir la bancada. Si esto es así, no lograría el Gobierno sumar los 53 votos mayoritarios en el Senado ni tampoco dominar en la Cámara.

Sin embargo, si se aplacan estos incidentes, el Ejecutivo habría logrado unas mayorías ajustadas en Senado y Cámara. De lo contrario, si se confirman las denuncias de “mermelada” y compromisos, se habrían roto las promesas y las bases de la política anticorrupción.