Dos temas se han cruzado en el debate que vienen sosteniendo hace varias semanas (de pronto más tiempo) la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode) y el Centro Democrático.
Nelson Alarcón, presidente de Fecode, señaló hace unos días que “Colombia es uno de los países con mayor oferta de educación privada en Latinoamérica; sin embargo, el uribismo crea la cortina de humo de un monopolio para seguir estigmatizando a Fecode. Estamos listos para un debate público, franco y democrático”.
A su vez, ayer el senador Santiago Valencia, del Centro Democrático, citando un comunicado de su partido sostuvo que “queremos educación, no adoctrinamiento. En los niños se debe fomentar la fraternidad, no el odio”; en tanto que su copartidaria María del Rosario Guerra anotó que “hay profesores muy buenos; sin embargo, un grupo de integrantes de Fecode ha utilizado el cuasi monopolio de la educación pública para hacer adoctrinamiento político en los niños y adolescentes y fomentar odio”.
El fondo, como lo reconoció el Centro Democrático en sus redes sociales, es la propuesta de referendo que impulsa la colectividad, uno de cuyos puntos plantea “entregar a los padres de familia bonos escolares, para que sean ellos mismos quienes decidan el tipo de educación que recibirán sus hijos”.
Para Fecode, según lo ha publicado la organización sindical, “esta ‘propuesta’ es, en otras palabras, privatizar la educación pública. Están ansiosos por feriar los recursos de la educación de acuerdo con sus intereses y, como los maestros nos negamos, adelantan una vil campaña de desprestigio en nuestra contra”.