Las críticas veladas del expresidente Nicolas Sarkozy a la política del gobierno del socialista François Hollande sobre Siria han generado fuerte malestar en el ejecutivo francés y en la prensa del país.

El ministro de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, respondió al expresidente conservador que "se esperaba otra cosa de un antiguo mandatario".

"Estoy sorprendido de que el Sr Sarkozy desee suscitar una polémica sobre un asunto tan grave, mientras se esperaba otra cosa de un antiguo presidente", declaró Fabius en una entrevista publicada el jueves por el diario Le Parisien/Aujourd'hui.

Solo tres meses después de su derrota en la elección presidencial, Nicolas Sarkozy salió de su silencio, el martes, para criticar implícitamente a su sucesor en el Palacio del Elíseo su actitud en la crisis siria.

Tras hablar largo y tendido por teléfono con el presidente del Consejo Nacional Sirio (principal órgano de oposición), Abdel Basset Sayda, los dos hombres hicieron saber que tienen el mismo análisis "sobre la gravedad de la crisis siria y sobre la necesidad de una acción rápida de la comunidad internacional para evitar masacres".

Sarkozy y Sayda hablaron de las "grandes similitudes con la crisis libia", teatro en 2011 de una intervención militar internacional, en la que Francia asumió el protagonismo al exigir el envío de una misión militar internacional para impedir una masacre, dando a entender que se podría hacer los mismo en Siria.

Fabius respondió que "en el fondo, la situación de Siria es muy diferente a la de Libia" en particular, desde un "punto de vista estratégico, ya que Siria está rodeada, como todos deberían saber, de Irak, Líbano (con las consecuencias para Israel), Turquía y Jordania".

Asimismo, "las situaciones militares no son en todos los sitios las mismas: Siria cuenta con reservas de armas importantes, sobre todo químicas", dijo.

"Las diferencias son tan manifiestas que ningún país ha pedido ni deseado una intervención militar", agregó.

"Todo este hace que esté sorprendido de que se hayan podido desempeñar importantes responsabilidades y hacer un análisis tan rápido", agregó el jefe de la diplomacia francesa.

Fabius se preguntó sobre las razones de las declaraciones del expresidente: será "¿para que no le olviden?" o "¿porque no tiene buenos recuerdos con Bashar al Asad al que invitó a Francia para presidir las ceremonias del 14 de julio de 2008, con un sentido de anticipación particular?".

El ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, subrayó por su parte que el ex jefe de la diplomacia Alain Juppé había "destacado con insistencia la diferencia entre la situación libia y la siria".

También los editorialistas de la prensa francesa han desaprobado en general la

s declaraciones del expresidente.