Un debate ambiental se ha generado en torno a la construcción de un cementerio en el corregimiento de Bonda, Magdalena, en cercanías a la Sierra Nevada de Sta. Marta.
Este cementerio afectaría directamente el agua que surte a esta población.
Se trata del parque cementerio Jardines de Jerusalén que se está levantando a menos de 400 metros de un río.
Según el abogado ambientalista Alejandro Arias, la licencia de construcción se hizo vulnerando todos los reglamentos de ley.
“Los cadáveres, luego de ser enterrados, duran un año eliminando líquidos durante su proceso de descomposición, por lo tanto, hay unas toxinas fuertes que van a terminar contaminando el agua del río Manzanares y la bahía de Santa Marta”, indicó.
Arias cuestionó la labor de la Secretaria de Salud y de la curadora urbana No. 2 que otorgó dicha licencia.
También dijo que: “Desde la Secretaría de Salud no se emitió un concepto higiénico sanitario. La curadora urbana apenas se limitó a entregar la licencia de construcción con un concepto técnico”, asegura.
Agregó que esto resulta altamente contaminante y genera un riesgo para todos los habitantes de Bonda ya que “nadie ha dicho como serán los vertimientos de las aguas que circularán por ese cementerio y que llegaría a las quebradas y al río, es el agua que nosotros consumimos”