"Si las Farc tienen voluntad de paz deberían entregar a responsables de asesinato y tortura de nuestros policías en Tumaco", tuiteó ayer el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón.
Como publicó oportunamente EL NUEVO SIGLO, la Policía confirmó el martes pasado que dos cadáveres encontrados esa madrugada en la zona rural de Tumaco correspondían al mayor Germán Méndez, de 33 años, y al patrullero Edilmer Ortiz, de 28, quienes fueron reportados como desaparecidos el 15 de marzo.
A través de un comunicado publicado en su web, el Secretariado del Estado Mayor de las Farc, comandado directamente por el jefe guerrillero Rodrigo Londoño, alias Timoleón Jiménez y Timochenko, admitió y lamentó el asesinato de los dos policías.
Las Farc aseguraron que sus combatientes, que habían retenido a los oficiales vestidos de civil, "sin tiempo para comunicar su situación a sus superiores... se vieron obligados a proceder contra ellos, cuidándose de no emplear sus armas de fuego por razones de seguridad", tras ser "acosados por media docena de helicópteros artillados y múltiples patrullas".
Sin embargo, “la guerra que vivimos los colombianos desde hace medio siglo, cuesta la vida diariamente a muchos hijos e hijas de un pueblo que se merece la paz”.
El viernes de la semana pasada, la Policía de Nariño había asegurado que los agentes habían desaparecido en la mañana "tras salir de trabajar y sus cuerpos fueron encontrados en la tarde", con "un tiro de gracia".
De acuerdo con su versión, los dos policías no llevaban uniforme porque no estaban en servicio en el momento de los hechos.
El Instituto de Medicina Legal indicó esta semana que ambos policías murieron como resultado de los golpes que sufrieron en distintas partes del cuerpo con objetos contundentes, aunque no podían determinar de inmediato si fue con palos o martillos; además, Ortiz fue degollado.