El crimen de la niña Karen Sofía que se produjo en el departamento de Putumayo tiene conmocionado al país por todos los detalles que se han venido conociendo día tras día; pero el detalle que tal vez ha causado más sorpresa es el que apunta como autor del asesinato al propio hermano de la víctima, un joven de 15 años.
En Colombia los menores de edad infractores de la ley tienen un sistema penal distinto al de los adultos, no van a la cárcel sino a correccionales donde deben cumplir cortas penas.
La Fiscalía imputó al señalado joven el crimen de homicidio agravado de su hermana, a quien habría abusado y torturado. No obstante si es encontrado culpable, la condena no pasaría de los 8 años en una correccional.
La senadora Maritza Martínez indicó que “debemos revisar la ley para que menores que cometen delitos atroces paguen por ellos. El crimen de Karen Sofía no puede quedar impune”.
Por su parte el representante a la Cámara, Efraín Torres, está adelantando las consultas necesarias con la Fiscalía para presentar un proyecto que permita modificar el sistema penal adolescente y castigar severamente a los menores de edad que cometan delitos graves.
“Es un tema muy delicado, pero debemos explorar la posibilidad de que se rebaje la edad penal para delitos graves como los homicidios, las violaciones y todo tipo de delito sexual para que se asuma la responsabilidad”, dijo el legislador.
Torres argumenta que aunque el debate se ha dado durante muchos años en el país, el asesinato de Karen Sofía pone de nuevo los interrogantes sobre si un menor de edad que cometa delitos graves debe ser juzgado como un mayor de edad.
Por su parte, el exprocurador Jaime Bernal Cuéllar dijo a EL NUEVO SIGLO sobre la propuesta de endurecer penas a los menores que cometen delitos graves e incluso reducir de 14 años la edad que los hace responsables penalmente, que “me parece que es precipitar una solución de darle tratamiento de adulto a un joven de 15 años. Creo que aquí lo que hay que revisar es el manejo, las sanciones y los tratamientos sicológicos y demás que se deben ordenar a las personas menores de edad. Quizá ese tratamiento es demasiado flexible en la actualidad, se puede hacer un poco más drástico pero siempre apuntando necesariamente a un factor fundamental que es la rehabilitación y resocialización de esa persona”.
Añadió que “llevar a una persona de estas a una cárcel común, por ejemplo, es acabar con esta persona, es malformar a esta persona ya que las cárceles no tienen ningún tratamiento adecuado para resocializar a quien ha cometido delitos”.
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