LA DEFENSAque hizo el senador guajiro Jorge Ballesteros, del Partido Social de Unidad Nacional (La U), en la plenaria del Senado de las autoridades civiles de La Guajira tras los cuestionamientos al gobernador Francisco Gómez, generó el rechazo del director de la Corporación Arco Iris, Ariel Ávila, organización que habría recibido amenazas por parte del mandatario seccional.
Ballesteros aseguró que “en razón de unas informaciones de prensa que han venido saliendo en los últimos días y que han estigmatizado al departamento de La Guajira, a sus dirigentes, a sus autoridades”, consideró que “no puede señalársele como un territorio sin Dios y sin ley descartando las acciones positivas que a diario emprenden las autoridades civiles, militares, de Policía, entidades públicas y privadas, la diócesis de Riohacha y quienes ostentamos una representación popular que procuramos mejorar los índices de violencia y pobreza que agobian nuestro departamento”.
Ante esas consideraciones, Ávila dijo que Ballesteros le está pagando favores políticos a Gómez: “Es una presión que el gobernador de La Guajira le hace al senador Ballesteros para que lo defienda, ya que le ha hecho muchísimos favores y el senador Ballesteros no había salido a defenderlo”.
Ávila manifestó que incluso el congresista estaba negociando con Gómez la sucesión de la Gobernación en cabeza de su hijo: “No esperaba menos de este señor. Se me había hecho raro que no hubiera dicho nada. Jorge Ballesteros estaba negociando con Kiko Gómez, su socio, que su hijo fuera el próximo candidato a la Gobernación de La Guajira”.
“En lugar de defender a personas cuestionadas por la justicia, el senador Ballesteros debería ponerse a trabajar por su departamento. Usted puede apelar a la dignidad de un departamento, pero donde se han saqueado las regalías, donde no hay un acueducto, es incomprensible”, declaró Ávila.