Aunque nadie discute en Valledupar, capital del departamento del Cesar, que la seguridad es un objetivo de todos, persiste la polémica en la ciudad por la sobretasa que recientemente aprobó el Concejo por un proyecto de Estatuto Tributario que presentó la administración del alcalde Fredys Socarrás.
El cobro de este nuevo gravamen, que tiene pensativos a los vallenatos por estos días de comienzo de año en que son muchas las obligaciones como matrículas de colegio, uniformes, útiles escolares y el habitual incremento en los precios de los productos de la canasta básica, se hará efectivo en el consumo del servicio de energía.
El secretario de Hacienda, José Alejandro Fuentes, defendió la medida argumentando que la ciudad tiene 4 mil kilómetros cuadrados y 500 mil habitantes, pero los recursos para seguridad no son suficientes.
“Aquí lo que se busca es fortalecer la seguridad, esta es una tasa que va a ser recaudada, y una tasa no es un impuesto. Esto representa un ingreso tributario que tiene un objetivo de buscar una contratación para los usuarios. La contraprestación es que la ciudad tenga mayor seguridad, mientras que un impuesto es una imposición de carácter obligatorio pero no tiene ninguna retroactividad, ni ninguna reciprocidad por parte del contribuyente”, señaló.
Sin embargo, los argumentos de la administración municipal no convencen a varios sectores y gremios. El presidente de la Cámara de Comercio de Valledupar, José Luis Urón, dijo que la sobretasa afectará el crecimiento de la economía y la llegada de nuevas empresas a la ciudad.
“Afecta la legalidad e invita a los empresarios a evadir impuestos, a utilizar mecanismos ilegales para la atención del consumo de energía, igualmente es regresiva porque se rompe el principio de igualdad, de acuerdo con la actividad que se ejecuta; en términos generales creemos que la administración y el Concejo se equivocaron al poner esa tasa al consumo de energía”, indicó Urón.