Guerrilla pondrá más condiciones e insistirá en cese el fuego. Ejecutivo no aceptará, pero a cambio de “hechos de paz” discutirá sobre “desescalar” conflicto. Países garantes, la clave. Hipótesis sobre la mesa
¿Cuándo volverá a sesionar la Mesa de Negociación del Gobierno y las Farc en La Habana? Esa es la gran pregunta que quedó planteada luego de que el domingo la guerrilla liberara al general Rubén Darío Alzate, secuestrado el 16 de noviembre en Chocó.
Anoche parte de la delegación gubernamental, en cabeza del ex vicepresidente Humberto de la Calle, arribó a La Habana. Su objetivo, como se anunciara el domingo tras la liberación del alto oficial en Chocó, es analizar hoy y mañana, con parte de la delegación negociadora subversiva, cómo se puede retomar el proceso y cuáles ajustes habrán de hacerse para evitar que un hecho de guerra vuelva a truncar el ritmo de las tratativas.
"Se van a ir un par de días un poco a evaluar dónde está el proceso, para dónde vamos, y a hacer una evaluación fría, objetiva, para ver cómo podemos continuar", dijo el presidente Santos. En tanto que De la Calle insistió en que en dicha reunión, a la que asistirán delegados de Cuba y Noruega –países garantes-, se evaluarán no solo los hechos recientes relacionados con los secuestros de los militares, sino que se hará un análisis de fondo, completo “con el ánimo de lograr mayor eficacia en los diálogos, con el ánimo de decidir hechos de paz, con el ánimo de buscar decisiones prontas sobre lo que hemos llamado el desescalamiento del conflicto". Ayer, antes de partir, insistió en que era hora de pasar de la “discusión a la acción” y que el proceso debía acelerarse.
A su turno la guerrilla esperaba anoche en La Habana con dos posiciones claras. En primer lugar, que más allá de haber cumplido la exigencia gubernamental de liberar a los militares, no se van a retomar las negociaciones así no más. En otras palabras, que pondrán condiciones para sentarse de nuevo a la Mesa y reanudar el ciclo 31 de las negociaciones, relacionado con el punto quinto, Víctimas, y en el cual está pendiente el viaje a Cuba del último grupo de afectados por la violencia en Colombia para hablar ante las delegaciones de ambas partes.
Ese replanteamiento, en segundo lugar, está claramente señalado por las Farc como la necesidad de "rediseñar las reglas de juego" para que ningún hecho de guerra vuelva a interrumpir la negociación. Es decir, lo que pase en el conflicto se meterá ahora de lleno en la mesa de La Habana.
¿Entonces?
¿A qué se refiere ese ‘rediseño’ de las reglas del juego? Hay varias alternativas. Inicialmente la guerrilla va a insistir en la necesidad de un cese bilateral del juego, a lo que el Gobierno seguramente responderá negativamente, pues su intención es seguir negociando en medio del conflicto, como hasta el momento se venía haciendo, con la única novedad de la suspensión de la Mesa debido al plagio de los dos soldados en Arauca y el del general, un suboficial y una abogada en Chocó.
También se considera entre varios analistas que las Farc va a tratar de ‘cobrar’ la liberación de Alzate, pidiendo para ello algún tipo de contraprestación en materia de atención a las denuncias de los subversivos presos, quienes alegan que se les violan los derechos humanos y no se les trata como “prisioneros políticos”. No es gratuito, entonces, que insurgentes encarcelados estén adelantando protestas y huelgas de hambre en varios penales del país. Aquí el Gobierno podría maniobrar prometiendo que, dentro de los cánones legales y regulares, habrá una mayor asistencia a la población carcelaria guerrillera. En cuanto a excarcelaciones o gabelas jurídicas extraordinarias, no tiene margen de acción alguno.
Otra hipótesis que se maneja es que la delegación guerrillera planteará la necesidad de empezar a acordar ya medidas para el “desescalamiento” del conflicto, pero no de forma unilateral, sino bilateral. Se habla, por ejemplo, de crear comisiones paralelas a la Mesa de Negociación que trabajen en el tema del desminado o los guerrilleros presos.
Garantes, pieza clase
Por ahora no se sabe qué pueda pasar. Los países garantes, que jugaron en papel clave para resolver el lio de los secuestros y facilitaron los operativos de liberación, podrían ser fundamentales para superar este nudo gordiano.
El jueves, según trascendió, luego de las reuniones entre las partes hoy y mañana, los voceros de Cuba y Noruega darían una rueda de prensa, informando el estado de las negociaciones y si hay alguna salida a este congelamiento de las negociaciones.
También es claro que debido a que en el mismo lugar en donde se reúne normalmente la Mesa se están llevando a cabo por estos días eventos clave como la Cumbre del Partido Comunista e incluso una reunión de países del ALBA, entonces se tendría toda esta semana para buscar alguna fórmula para reactivar las tratativas.
De allí, entonces, que todos los ojos estén puestos en lo que pase hoy y mañana, pues de lo que allí se discuta dependerá si el próximo martes 9 de diciembre puede reanudarse la Mesa en su ciclo 31, ya sea abordando de nuevo el punto de las Víctimas o concentrándose en una discusión sobre “reglas del juego” o “medidas para desescalar” el conflicto. Si esto último pasa, según analistas, el proceso se alargará.