Los militantes del partido español de izquierda radical Podemos se pronunciaron en contra de apoyar la alianza entre socialistas y liberales para intentar formar gobierno, anunció el partido, haciendo aún más probable la convocatoria de nuevas elecciones en junio.

"La gente ha contestado un 88,23% no" a respaldar el acuerdo firmado entre el líder socialista Pedro Sánchez y Albert Rivera, presidente de Ciudadanos (centro-derecha), cuya suma de escaños es insuficiente para investir a un nuevo ejecutivo, informó el secretario de organización de Podemos, Pablo Echenique.

Un 91,79% de los militantes de esa formación dijo querer un "gobierno de cambio" basado en una coalición entre PSOE y Podemos, afirmó, precisando que 149.444 de los 393.538 inscritos participaron en la consulta, realizada por internet entre jueves y sábado.

Esta votación tiene lugar casi cuatro meses depués de las legislativas de diciembre, que dejaron un Parlamento muy fragmentado entre cuatro fuerzas: el conservador Partidor Popular (PP, 123 diputados), PSOE (90), Podemos y sus aliados (69) y Ciudadanos (40).

Desde hace meses se muestran incapaces de alcanzar un pacto para formar gobierno, pese a los intentos de los socialistas, que desean un acuerdo tripartito con Ciudadanos y Podemos para reemplazar a los conservadores de Mariano Rajoy, en el poder desde diciembre de 2011.

Podemos había afirmado a principios de abril no poder negociar con los socialistas, a los que acusa de adoptar el programa demasiado liberal de Ciudadanos sin aceptar concesiones.

El partido de izquierda radical, aliado de la formación antiausteridad Syriza que gobierna en Grecia, presentó dos preguntas a sus bases: "¿Quieres un gobierno basado en el pacto de Rivera y Sánchez?" y "¿Estás de acuerdo con la propuesta de gobierno de cambio que defienden Podemos, En Comú y En Marea?".

La respuesta de los militantes de Podemos se anuncia a  menos de dos semanas de la fecha límite para investir a un nuevo ejecutivo, a falta de lo cual el parlamento deberá disolverse el 2 de mayo y convocarse a nuevas legislativas en junio, probablemente el 26.

Este lunes, sin reanudación de negociaciones a la vista, cada partido responsabilizaba a los otros de un eventual fracaso, asegurando tener su mano tendida a los demás para evitar nuevos comicios que prolongarían la parálisis política que vive España desde hace meses.

"Hemos hecho todo lo que podíamos", lamentó el jefe de los negociadores socialistas, Antonio Hernando, al tiempo que descartaba una ruptura con Ciudadanos para satisfacer a Podemos.

Las dos formaciones emergentes, que irrumpieron con fuerza en el Parlamento español por primera vez, coinciden en señalar que no pueden gobernar juntas debido a sus diferencias ideológicas.

"La pelota está en el tejado de otros, no en el nuestro", afirmó Hernando. Lo que es seguro es que "el 100% de los votantes de Podemos no quieren a Mariano Rajoy al frente del gobierno de España", agregó.

Por su parte, el PP de Rajoy volvió a proponer la formación de una "gran coalición" entre socialistas, liberales y conservadores.

Según el PP, ésta defendería la unidad de España frente al auge del independentismo en Cataluña, gran región del noreste del país gobernada por los separatistas, al tiempo que proseguiría con las reformas económicas para consolidar la reactivación iniciada a finales de 2014 tras una crisis sin precedentes.

"Vamos a mantener hasta el último día nuestra propuesta de formar un gobierno de gran coalición", aseguró uno de sus dirigentes, Fernando Martínez-Maillo, en rueda de prensa tras el anuncio de los resultados de la consulta de Podemos.

Los socialistas españoles han rechazado sistemáticamente tal alianza con el PP, sumido en múltiples escándalos de corrupción y fraude que dañaron su imagen, como la de una parte de las élites económicas y políticas del país.