El presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski calificó este miércoles como un "golpe" de Estado la petición de destituirlo por sus lazos con la empresa brasileña Odebrecht, y dijo que defenderá su "capacidad moral" cuando haga sus descargos este jueves ante el Congreso.
"Defenderé mi capacidad moral" en la sesión en que el Congreso debe votar el pedido de destitución, dijo el mandatario peruano en un breve mensaje transmitido por radio y televisión, donde apareció escoltado por sus dos vicepresidentes, Martín Vizcarra y Mercedes Aráoz.
"La constitución y la democracia están bajo ataque. Estamos ante un golpe bajo el disfraz de interpretaciones legales supuestamente legítimas", aadvirtió el mandatario, quien a la vez pidió "disculpas" a los peruanos por haber sido "desprolijo" al manejar sus negocios.
El mandatario de centroderecha corre el riesgo de convertirse el jueves en el primer presidente en perder su puesto por el caso Odebrecht, empresa que admitió haber pagado decenas de millones de dólares en sobornos en varios países latinoamericanos para lograr importantes contratos de obras públicas.
Odebrecht reveló que abonó casi cinco millones de dólares por asesorías a firmas vinculadas a Kuczynski entre 2004 y 2013.
"Ser descuidado y desprolijo es un defecto pero no es, no ha sido, ni será jamás para mí una herramienta de deshonestidad y mucho, mucho menos, de delito", dijo Kuczynski, quien también fustigó "la actitud agresiva de la mayoría opositora que controla el Congreso", aludiendo al partido de Keiko Fujimori.
"En los primeros quince meses, cinco de mis ministros fueron censurados o forzados a renunciar, un verdadero récord histórico. No somos perfectos, por supuesto. Pero ahora es evidente que desde un principio se buscaba llegar a lo que está ocurriendo hoy", expresó.
Kuczynski expondrá sus descargos sobre las acusaciones el jueves ante un Congreso decidido a destituirlo, ocho días después de que el escándalo Odebrecht se cobrara otra prominente víctima, el vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, condenado a seis años de prisión por recibir sobornos.
Después de escuchar sus descargos, el Congreso sostendrá un debate antes de votar si destituye a Kuczynski de la presidencia.
Empresario, de 79 años, con experiencia y amigos en Wall Street, Kuczynski alegó que nunca recibió un pago ilegal de la compañía brasileña.