Socorristas dijeron estar cerca de alcanzar el lugar donde se encontrarían 13 mineros sepultados tras un alud registrado la noche del miércoles en una mina ilegal en el oeste del país, que dejó hasta el momento un saldo de tres muertos.
"Estamos trabajando a una profundidad de 30 metros, donde los perros detectaron tres puntos que estarían a dos metros de los desaparecidos", dijo a la AFP Aldemar Ríos, coordinador de los bomberos del Cauca (oeste).
La veta ilegal de oro, ubicada en zona rural del municipio de Santander de Quilichao, en el departamento del Cauca, operaba a cielo abierto. Situada al costado de un río, el agua que brota del subsuelo dificulta el rescate, junto con la inestabilidad del terreno, señalaron los especialistas.
En la mañana del viernes las autoridades aumentaron el perímetro de seguridad en el lugar para alejar del borde del socavón a familiares y curiosos, ante el riesgo de que la tierra ceda nuevamente.
Para Lucio Carabaci, un lugareño de 42 años, la responsabilidad del accidente es del gobierno. "Esto llevaba como dos años funcionando. Estos no son los únicos muertos que ha habido", relató a la AFP.
Lucio llegó al lugar desde la ciudad de Cali (oeste), donde trabaja como obrero, para tener noticias de cinco familiares suyos que estaban en la excavación ilegal en el momento del derrumbe.
Desde una loma, María Teresa Bermúdez, una minera de 58 años, sigue atenta el operativo. "Lo único que yo quiero es que saquen a los compañeros muertos. Hasta entonces no me voy a ir. Después ya pensaré adónde voy porque aquí ya no hay trabajo", afirmó.
En el lugar, cientos de socorristas de la Cruz Roja, bomberos, defensa civil, policía y ejército, esperan que las máquinas excavadoras lleguen hasta el sitio donde se encontrarían los desaparecidos.