Teniendo en cuenta que la paz es uno de los tres pilares del proyecto del Plan Nacional de Desarrollo (2014-2018), que desde ayer en sesiones extras estudia el Congreso, éste dedica un importante espacio al posconflicto, donde el campo es el principal objetivo y para lo cual establece metas para el desarrollo y la superación de la pobreza.

Los otros dos pilares del proyecto del Plan Nacional de Desarrollo: Todos por un Nuevo País son la equidad y la educación, el cual será  la carta de navegación para el segundo mandato del presidente Juan Manuel Santos.

El proyecto del Plan Nacional de Desarrollo indica que Colombia desde la Constitución de 1991 ha cambiado favorablemente. “Hoy somos un país de ingreso medio alto, cuando antes éramos un país de ingreso bajo. La solidez y credibilidad de nuestras políticas fiscal y monetaria son ejemplo en América Latina. Contamos con una cobertura casi universal en nuestro sistema de salud y hemos hecho grandes avances en la cobertura de educación. Además, la democracia está más consolidada y hemos avanzado a paso firme en el fortalecimiento del Estado”.

Sin embargo, indica, el conflicto armado no ha permitido que el desarrollo del país sea mayor, pero ahora con el proceso de paz que se adelanta con las Farc tiene una oportunidad única de romper con su legado histórico de la guerra.

En este sentido, el Plan Nacional de Desarrollo, Todos por un Nuevo País, a la par de un proceso de diálogo y negociación con las Farc, fija unos objetivos en materia de políticas y estrategias para los próximos años para el posconflicto que permitan construir una paz sostenible.

Sin embargo, advierte que, como es natural, este esfuerzo no puede ser solo del Estado sino de todos los colombianos; además de que aclara que “el Plan Nacional de Desarrollo es el producto de la convicción del Gobierno de llevar a cabo las reformas necesarias para consolidar la paz y abrir la puerta de la modernidad para el país. Las reformas se deben hacer, con o sin acuerdo en La Habana. Si hay acuerdo, tanto mejor. Si no lo hay, las reformas también deberán ser suficientes para crear las condiciones de paz que reclama el país”.

Señala el proyecto que la paz tendrá una mayor oportunidad si el Estado hace presencia en todas sus formas, con vías de comunicación, escuelas y hospitales, si es vehículo de expresión y de satisfacción de todas las demandas populares, y si avanza hacia la construcción del Estado Social de Derecho.

Señala también que la firma de un acuerdo de paz en La Habana no implicará automáticamente el fin de toda forma de violencia. Por esta razón el proyecto del Plan Nacional de Desarrollo reconoce que un acuerdo de paz implica enormes retos para la reintegración de los excombatientes, y no exime de continuar la lucha contra las organizaciones del crimen organizado y sus finanzas. Los retos del posconflicto son enormes.

*El campo

El conflicto armado se ha librado en Colombia principalmente en las áreas rurales, donde la búsqueda de la tenencia de la tierra ha sido uno de los principales combustibles.  Por esta razón el Plan Nacional de Desarrollo de cara al posconflicto focaliza las estrategias, políticas públicas e inversiones  en el campo.

Es por ello que la transformación del campo y crecimiento verde es una de las cinco estrategias transversales para el logro de los objetivos del Plan. Las otras cuatro son infraestructura y competitividad estratégicas, movilidad social, consolidación del Estado Social de Derecho, y buen gobierno. 

En este sentido el Plan parte de reconocer que a pesar de que el campo contribuye de manera importante al desarrollo económico y social del país, pues el 30,3% de la población colombiana vive en zonas rurales y el sector agropecuario aporta en promedio 7,1% del PIB, hay una gran brecha frente a las áreas urbanas.

El déficit habitacional es de 61,4% en lo rural contra 23,7% en lo urbano. El 30% de la población rural no tiene acceso a una fuente de agua mejorada, el 31% no tiene un sistema sanitario, y el 84% carece de servicio de alcantarillado.

Por ello, el proyecto del Plan Nacional de Desarrollo propone entre otros de sus objetivos ordenar el territorio rural buscando un mayor acceso a la tierra por parte de los pobladores rurales sin tierras o con tierra insuficiente, el uso eficiente del suelo y la seguridad jurídica sobre los derechos de propiedad bajo un enfoque de crecimiento verde.

Además cerrar las brechas urbano-rurales y sentar las bases para la movilidad social mediante la dotación de bienes públicos y servicios sociales que apoyen el desarrollo humano de los pobladores rurales; acelerar la salida de la pobreza y la ampliación de la clase media rural a través de una apuesta de inclusión productiva de los campesinos.

Impulsar la competitividad rural a través de la provisión de bienes y servicios sectoriales que permitan hacer de las actividades agropecuarias una fuente de riqueza para los productores del campo.