“Un SOS por la familia en Colombia”, esa es la principal conclusión del informe Mapa Mundial de la Familia 2014, estudio en el que participó como coinvestigador la Universidad de La Sabana y que recoge información de 49 países que representan el 75% de la población mundial.
Si se analizaran los fríos números al revisar el documento –afirma Andrés Salazar, profesor del Instituto de La Familia–, Colombia se raja en todos los indicadores que miden el bienestar de la familia y la niñez. “Tenemos la tasa de más alta de niños que viven sin sus dos padres, el mayor porcentaje de parejas adultas que menos se casan y la cifra más elevada de bebes que nacen fuera del matrimonio”.
Los números no mienten. Colombia es la nación suramericana con más niños que viven sin ambos padres. Se calcula que por cada 10 menores entre 1 y 2 tiene está condición. El país solo es superado por algunas las naciones africanas.
“Al compararse con los países de la región, ocupamos el primero puesto uno al estar por encima de Bolivia, Chile y Nicaragua, y de todas las naciones europeas, asiáticas y del Medio Oriente”, señala Salazar.
En África uno de cada cinco niños habita en hogares sin sus dos padres. En Gana, Tanzania, Kenia y República del Congo uno de cada ocho tiene esta condición. En Europa, Asia, Medio Oriente uno de cada 20 vive en este tipo de familias.
Contrario a esta situación –asegura el informe– las familias biparentales, conformadas por papá, mamá e hijo (s)–, son más comunes en Asia y Medio Oriente (88% y 94%, respectivamente), seguido por Europa (80%); Sur y Centro América (69%).
Colombia –dice el informe– es el país con la cifra más baja de este tipo de familias en Latinoamérica (62%) y solo es superado por Nigeria (76%).
La proporción de adultos casados, según el estudio, es solo del 20%. La cifra más baja a nivel mundial.
El aumento en los índices de cohabitación (parejas que conviven sin casarse), divorcios y nacimientos extramaritales de los últimos 40 años en América y Europa sugiere que el matrimonio tiene una relevancia cada vez menor. En ambos continentes entre el 15 y el 38% de las parejas viven en unión libre, indica el informe.
La razón, explica Salazar, “radica en que la gente está buscando una mayor flexibilidad o libertad en sus relaciones emocionales; carecen de suficientes recursos financieros; o simplemente perciban el matrimonio como un proyecto arriesgado e innecesario si ya se convive”, dice.
En cifras, se calcula que entre el 50 y el 75% de las personas –entre 18 y 49 años– en todo el mundo mantienen relaciones maritales o de cohabitación.
El 84% de los bebes que nacen en el país son de mujeres que no se han casado ni por lo civil ni la iglesia.
Según el estudio, el índice de nacimientos de bebes de mujeres no casadas, independientemente si mantienen relaciones de libre convivencia o no, es particularmente elevado en América y Europa.
En Sur América –señala el estudio– más de la mitad de los niños nacidos son de madres solteras, encontrándose la tasa más alta en Colombia (84%). En buena parte de Europa, entre el 30 y el 50% de los menores también nacen fuera del matrimonio; mientras que en Francia y Suecia, este porcentaje supera el 60%.
La maternidad extramarital igualmente es común en Oceanía y América del Norte. En estas regiones, cuatro de cada diez bebes nacen fuera del matrimonio; estos porcentajes oscilan entre el 27% en Canadá, 41% en Estados Unidos y 55% en México.
Finalmente, la maternidad extramarital es relativamente baja en la mayoría de las naciones de Asia y Oriente Medio. A excepción de Filipinas (donde el 37% de los niños nacen de padres no casados), en estas dos regiones la maternidad extramatrimonial no supera el 5%.
El estudio fue financiado por Child Trends, Social Trends Institute y ocho universidades internacionales, entre ellas La Sabana representando a Colombia.
Los datos que arroja la investigación fueron obtenidos de las encuestas de demografía y salud de los países analizados; del informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO); de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE); de las pruebas Pisa; del Centro de Investigación de Pobreza Infantil de UNICEF; y de la Encuesta Mundial de Valores.